jueves, 17 de noviembre de 2011

Blond Bond


Un sex-symbol distinto, misterioso, casi hostil, el inglés Daniel Craig acostumbra a pisar fuerte en terrenos pantanosos como brújula profesional.


Dos años desaparecido de las carteleras han concluido milagrosamente este 2011, augurando un nuevo camino para tan estimulante caballero.


En los últimos tiempos, el futuro de la saga Bond lo ha mantenido en vilo y un tanto preocupado.
Y, por otro lado, Hollywood no ha demostrado mucha confianza en esa mirada azul y ejecutora, demasiado siniestra para imponerla en primera fila.


Dentro de la elección de casting más arriesgada que el cine comercial recuerda, Daniel Craig era seleccionado como el ideal James Bond del siglo XXI.


Se necesitaba un tipo duro, con cuentas pendientes, ganas de pocas bromas y tanto glamour para el casino como agresividad para derribar puertas, enemigos y demás obstáculos.


Antes de ver "Casino Royale", la prensa lo llamaba blando, los críticos no entendían que el espía británico tuviera cara de malvado ruso y los fans de la saga directamente aborrecían la idea.


El buen resultado hizo cambiar las opiniones de un día para otro.


Y, como los nenes también deben desnudarse y erotizar, un macizo Daniel Craig salió del agua y casi nos da un infarto. Era Bond y chico Bond, al mismo tiempo.


Cuando jamás pensaba conseguir semejante papel, Daniel Craig era camarero y joven promesa, actuando en empeños shakespearianos para las tablas british.


La suerte cambió para bien y, con el tiempo, se haría secundario rastreable en películas como "Elizabeth", "Tomb Raider", "Camino a la Perdición", "Infamous" o "Munich".


Craig siempre estuvo buenísimo, rubio de solemnidad, frecuentemente villanesco.


De besables labios e hipnóticos pectorales, el atractivo de Daniel Craig podría entenderse, sobre todo, por esa apostura poderosamente madura.


En realidad, sólo tiene 43 años.


Gracias a tanto descamisamiento y energía antiheroica, "Casino Royale" y "Quantum of Solace" reciclaron una saga pasada de moda.


La tercera aventura, sin embargo, parecía morir en preproducción. Entre la crisis financiera de la MGM y las dudas, la continuidad de James Bond pendía de un hilo.


Este mismo mes, conocíamos que hay vida para 007 y, en otoño de 2012, se estrenará "Skyfall".


Si el thriller "Dream House" ha sido un desastre total, el rodaje le permitía acercarse más que nunca a Rachel Weisz.


Ha sido un romance tan esquivo que los reporteros han acabado con la lengua colgando; un amor tan rápido que hubo boda en junio.
No cabe duda de que Daniel y Rachel conforman una pareja espectacular.


2011 es buen año para Daniel. Se renuevan promesas y los proyectos ven la luz esperada.
"Cowboys & Angels" no arrasó como se pronosticaba, pero ha supuesto su regreso oficial, todo acción y suciedad.


Ahora se le puede ver, computerizado e irreconocible, como el Capitán Haddock del "Tintín" spielbergiano.
Y, en el interín, ha terminado el rodaje de "The Girl With the Dragon Tattoo", adaptación anglo del bestsellerismo 'Millennium'.


¿Quién dice que todo se ha acabado? Daniel Craig es el mejor ejemplo de que no ha hecho más que empezar.

1 comentario:

Justo dijo...

Qué buen recopilatorio.. y buen mensaje el que destila el texto, jaja..