martes, 30 de octubre de 2007

40 Años del Mito Camp (4): Estética Valley


Para muchos, la mejor manera de disfrutar "El Valle de las Muñecas" es olvidar el argumento y el contenido dramático y dejarse seducir por su envoltorio.
El color de 1967, el vestuario de Travilla, la insinuante música de John Williams y tres nenas fotografiadas con especial mimo. Sobre todo, Sharon Tate y Barbara Parkins, dos de las mujeres más bellas de su época.


Incluso para su tiempo, "El Valle de las Muñecas" es extravagante.
Se debe a su condición hibrída, ya que suponía la quintasencia del producto de la Fox durante los sesenta; el viejo estudio de Hollywood que intentaba hacerse el moderno, de una manera casi desesperada.

El ejemplo más claro lo conforman las dos secuencias de montaje de la película, que imitaban a la publicidad televisiva de la época.
Una, refleja la dura jornada de Neely O'Hara, desde sus primeros ensayos hasta ser portada de las revistas.
Y la otra, la más espectacular y recordada, el anuncio de la Chica Gillian que lanza como modelo a Anne Welles y que define las líneas generales de la "estética Valley", a medio camino entre el clasicismo naftalínico y la psicodelia.


El vestuario de Travilla es un punto y aparte.
Este diseñador es conocido popularmente como el autor del vestido que Marilyn Monroe permitía volar con el aire del metro en "La Tentación Vive Arriba" (The Seven Year Itch).
En "El Valle de las Muñecas", Travilla tenía vía libre para vestir a las heroínas de Jacqueline Susann y llenarlas de abalorios extrañísimos.
Quedaron así convertidas en criaturas de un glamour pop. A veces, se las ve incluso incómodas, con la mezcla de vestido y mantelería que llevan encima.

Pero, ante todo, lo más divertido de la "estética Valley" son los volumétricos peinados.
Ni Guilaroff ni Sassoon: el mundo de "El Valle de las Muñecas" es el de la cabellera multiplicada por tres. El fleco, el moño y el súper-moño.
A medida que avanza la película, tanto si están peinadas como si no, las chicas son cada vez más altas en función del crecimiento desmesurado del súper-moño, a través de postizos y cardados.


Otro momento emblemático es la aparición de Helen Lawson, cantando "I'll Plant My Own Tree".
Rodado según las convenciones del backstage drama, la actuación de la diva aparece matizada por la invasión de unos colgantes de colores, que rodean a la artista.
Pobre Century Fox; no salió viva de esa década.

lunes, 29 de octubre de 2007

La Familia es...


- Un veneno que se toma a pequeños sorbos.
- Aquellos que te soportan y te conocen mejor que nadie.
- El laboratorio emocional donde se decide la clase de persona que vas a ser en tu vida.
- Como en “El Padrino”: bodas, bautizos, comuniones, hermanos traicioneros y violencia por un tubo.
- La única institución que presume de tener una (falsa) justificación biológica. Será, por ello, la más duradera.


- Ese grupo de personas que se hace increíblemente grande en Nochebuena.
- No te zafes. Estás tan loco y eres tan vil como ellos.


- Tan imprescindible para un melodrama como un buen coche para una película de acción.
- Si no es disfuncional, no mola.
- Los que te pagan las cositas y luego se pelean por las heredades.
- Si quieres transgredir de verdad, tienes todo un campo abierto.
- Los que deberías querer, a pesar de todo.


- La casta, el clan, la tribu, la sangre. Esperma y concepción. Así, como todo muy bruto y de mucho fluido.
- Ese espacio donde llevar la contraria se convierte en una necesidad vital.
- Donde la rivalidad se llama fraternidad.


-Donde el dominio, el chantaje emocional, la comedera de tarro y la posesión absorbente se llaman amor puro. Madre no hay más que una, gracias a Dios.
- Donde mejor te callas.
- Volver a ser niño.
- Lo que José María Aznar no nos deja formar a los homosexuales.
- Deja a tu novia embarazada y ¡ya tienes una familia!
- Donde el título de padre puede ser sólo concedido.
- Esa extraña lógica que te lleva a respetar a la prima del sobrino del tío de la suegra de Nievitas nosecuántito, tan querida por tu madre.

jueves, 25 de octubre de 2007

Hugh Jackman


El Día del Maromo presenta al Hombre: Hugh Jackman. Agarrad vuestros pañuelos y secaos esa antiestética baba que os cuelga cuando lo veis.
Lobezno parece una buena manera de definirlo. Como bien sabemos, fue el primer papel que le dio notoriedad.
En la trilogía "X-Men", Hugh era un espectacular Logan, mezcla de garra, licantropía y amnesia, según el cómic de la Marvel.


El éxito de la saga puso a Jackman en la retina de los productores y lo introdujo en mis sueños más interesantes.
Quizá el magnetismo de Hugh está en esa cara de majete y en ese cuerpo de macho sin aditivos. Jackman es un buen antídoto contra el metrosexual en general y contra David Beckham en particular.



Hugh ha ganado un Tony por interpretar con entusiasmo a Peter Allen en la biografía musical "The Boy from Oz" y, en el cine, lo han requerido Christopher Nolan, Darren Aronofsky y Woody Allen. Ahora tiene pendiente de estreno "The Tourist", compartiendo cartel con Ewan McGregor.

El punto negativo ha sido el tremendo batacazo de "Viva Laughlin", la serie que co-producía, y que la CBS ha barrido de su parrilla esta misma semana, después de dos entregas, cosechando una mísera audiencia.

Pero Hugh Jackman tiene mucho que hacer. Volverá a ser Lobezno, pero esta vez como protagonista absoluto en el "spin-off" de la saga que se prepara.
Y ahora rueda una película que esperamos ansiosos: la épica y misteriosa "Australia", dirigida por Baz Luhrmann y donde Jackman tendrá historia de amor con Nicole Kidman.


Me voy a vivir a la tierra de los canguros. Todo lo bueno crece allí.

martes, 23 de octubre de 2007

40 Años del Mito Camp (3): La Peluca de Helen Lawson, y otros momentazos


"¡Oh, Dios mío! ¡Una peluca! ¡Lleva peluca! ¡Su pelo es tan falso como ella!", grita Neely O'Hara, con el postizo de Helen Lawson en la mano.
Cuando "El Valle de las Muñecas" parece haber terminado con todos los cartuchos de lo delirante, nos obsequia con la catfight más surrealista de la historia, ambientada en el cuarto de baño femenino de una fiesta de Broadway.
Antes del "despelucamiento", Neely y Helen se han llamado de todo.
Han mentado sus adicciones, sus edades, sus carreras y a los lilas de sus respectivos novios y maridos.
Y Neely, tan rabiosa como siempre, saca las uñas y empieza la trifulca. En medio, descubre la cabellera cana de la Lawson, la gran diva de Broadway.
Y empieza la carrera por todo el cuarto de baño. Neely se encierra y tira la peluca al retrete, pero "¡ni esto se la traga!". La lanza al piso, mojada e inservible, agarra su bolso y se larga.
Helen, todo compunción, encuentra el coraje de volver a la fiesta, luciendo canas y dignidad.


Es, sin duda, el momento en que la película se hace trascendente desde su propia incompetencia. A partir de ahí, viene la leyenda inmediata. Pero no es el único.
Porque "El Valle de las Muñecas" tiene el récord de situaciones y diálogos ridículos, impostados sobre secuencias de aguda afonía melodramática.
Otro highlight es la estancia de la infatigable Neely O'Hara en el sanatorio de desintoxicación. Lo que tendría que resultar perturbador e inquietante, se convierte para el espectador en un maratón de risas.


La bañera relajante cubierta con una manta, el placaje de las enfermeras y el asalto de la "homosexual en potencia" se desarrollan en sucesión de escenas, mientras la boca del espectador se convierte en una O continua.
La locura culmina con el encuentro de Neely y el pobre Tony Polar. Éste postrado en una silla de ruedas, tiene fuerzas para cantar a dúo "Come live with me" en medio de la sala de recreo del sanatorio.

Tony ya había protagonizado otra secuencia estupenda, cuando sus piernas fallan, al bajar una escalera.
Pero allí estaba su querida Jennifer North para socorrerlo de una manera un tanto extraña y gritar: "¡Oh, Tony, Tony!".


Pero volvamos a Neely, la dueña absoluta de los momentazos. Otra cumbre de la película es cuando descubre a Ted Casablanca, su segundo marido, bañándose desnudo en la piscina con otra señorita. En la trifulca, Neely lo llama "afeminado", a lo que Ted responde: "Necesitas gafas, nena, es lo menos parecido a un chico".

Mi favorito es, sin ninguna duda, el final de la O'Hara, sola en el callejón, borracha como una cuba, e imprecando a Dios, a todos los personajes de la película y a su gloria perdida.
Ese instante define la fórmula resultante de tanto exceso: vergüenza ajena por un tubo, pero la deliciosa sensación de que no has visto nunca nada igual.

lunes, 22 de octubre de 2007

El Cine de Hayao Miyazaki es...


- ¿Miyazaki? ¿Quién es ese? Como si me hablaras en chino (o en japonés).
- El genio de la animación japonesa.
- Calla, que todavía estoy intentando entender la trama de “El castillo ambulante”.
- Seres humanos que se convierten en bichos. Bichos que se convierten en seres humanos. Bichos que se convierten en otros bichos.
- Amor, amistad, pacifismo, ecologismo.
- Donde la imagen es ideal, los ojos de la protagonista brillan y la música es una maravilla.
- Nada es lo que parece. Todo es ambiguo. La que parece mala resulta ser buena.
- El único cine actual realmente imprevisible.


- Las películas animadas que arrasan en los festivales.
- Magia, en todos los sentidos.
- Entre el sueño romántico y la pesadilla de lo viscoso. Véase “El viaje de Chihiro”.
- ¿Qué clase de animal era finalmente el Totoro?
- ¿De quién era hija la Princesa Mononoke?
- ¿Eran hermanos Chihiro y Haku?


- Bah, no ha vuelto hacer nada tan grande como “Heidi” y “Marco”.

viernes, 19 de octubre de 2007

Deborah en el Himalaya


Ayer falleció Deborah Kerr, una actriz extraordinaria, imprescindible presencia durante dos décadas en Hollywood y en el cine inglés.
Su institutriz de "Suspense" (The innocents), de Jack Clayton, siempre la he considerado una de las mejores interpretaciones femeninas de la Historia del Cine.
Pero si me tuviera que quedar hoy con una Deborah, una imagen y un lugar, me iría al Himalaya. Y que Jack Cardiff fotografíe.


Deborah es la Hermana Clodagh, atrapada en la misión que regenta en un Himalaya sensual y místico, con sus sentimientos engarzados en un pasado triste. Mientras, la ansiedad de las monjas crece por momentos. Una de ellas, la "enferma" Hermana Agnes tiene ciertas ganas de pintarse los labios y pasárselo bien.
"Narciso Negro" es la cumbre del cine intoxicante, una experiencia audiovisual absoluta y un melodrama refinado y emotivo, perpetrado por esos dos señores tan estupendos y locos como eran Michael Powell y Emeric Pressburger.
Deborah Kerr ya había participado en "Coronel Blimp", otra película de este tándem. Pero fue en "Narciso Negro", donde obtuvo su primer papel importante.
Después, vino Hollywood y un puñado de películas estupendas.
Hoy, todos de luto.

Deborah Kerr (1921 - 2007)

jueves, 18 de octubre de 2007

Heath Ledger & Jake Gyllenhaal


Se ha instaurado el jueves como Día Oficial del Maromo en este blog. Y hoy, que estoy generoso, ración doble. Sobre todo, porque es lógico y consecuente que si invito a Heath, tiene que venir Jake. Y viceversa.
Mi corazón no sería el mismo sin "Brokeback Mountain".
Y las carreras de Heath Ledger y Jake Gyllenhaal tampoco, sin los personajes de Ennis del Mar y Jack Twist, la historia de amor más potente que Hollywood nos ha regalado en los últimos años.
Ya hablé en su momento de porqué me gustaba tanto esa película y de porqué había empezado a odiar los Oscars, así que hoy me centraré en sus dos muchachos.


Heath Ledger estaba destinado a la cosa historicista-épica desde que fue hijo de Mel Gibson en "El patriota".
El vestuario dieciochesco y decimonónico parecía la norma.
Heath no fue Heath, hasta que Ang Lee le dio el complicado personaje de Ennis del Mar, temeroso de expresar sus sentimientos y con cierta alergia a cualquier tipo de compromiso - familiar o romántico.


Es, sin duda, el papel que el Ledger estaba esperando desde hacía tiempo. Su siguiente éxito será previsiblemente su participación en "The Dark Knight". Sus fotos caracterizado de Joker ejemplifican su creciente tendencia hacia la versatilidad.

Antes de ser Jack Twist, el Gyllenhaal era, sobre todo, "Donnie Darko", el protagonista de la rarísima y fascinante película de Richard Kelly. En ella, aparecía también su hermana, la siempre inquietante Maggie Gyllenhaal.


Jake, con esa carita de sensible y esa belleza natural que va creciendo con los años, era la perfecta elección para el trágico Jack Twist. "Jack Nasty Twist", como dice la esposa de Ennis del Mar.
El tejano que no toma café, pero que le da el morreo del siglo a tu marido en la escalera de atrás.


Qué bien llora Jake cuando vuelve en el coche, decepcionado tras una cita frustrada, y con Emmylou Harris cantando que el suyo es "A love that will never grow old" .
Gyllenhaal sigue solicitado y taquillero. Y ahí está "Zodiac" para atestiguarlo.


Heath y Jake son amigos. De hecho, Jake es el padrino de la hija que tiene Heath con Michelle Williams.
Y Heath parece haberle cogido ganas a los Gyllenhaal; en "The Dark Knight", se las ve con Maggie. Esto no ha hecho más que empezar.

miércoles, 17 de octubre de 2007

Más "Mujeres"


Antes de Pedro Almodóvar y de Marc Cherry, las grandes actrices ya tenían su director favorito, aquel que mejor las dirigía y las entendía. Era, por supuesto, George Cukor.
No es extraño, por tanto, que se le escogiera para el mayor festín posible, "Mujeres", adaptación de la exitosa obra teatral de Clare Boothe Luce.
La originalidad de "Mujeres" es la ausencia total de actores masculinos, ni tan siquiera como extras. Hasta los animales domésticos que aparecen son hembras.
Porque "Mujeres" habla de las féminas. De la alta sociedad y reunidas en sus paraísos: los centros de belleza, el tren hacia Reno y el cuarto de baño.
Cotilleos, peleas y, sobre todo, el amor como principal preocupación. No aparecerán los hombres, pero están ahí, detrás de las puertas y en los pensamientos de todas ellas.

Aparte de ser una comedia divertidísima, "Mujeres" es la perfecta definición del glamour, tal y como se entendía en el Hollywood clásico.
Y además tiene a un elenco de actrices formidables, lideradas por Norma Shearer, que interpreta a la cándida Mary Haines. Ante ella, una pérfida y fascinante Joan Crawford como la zorrupia más grande del mundo, la destroza hogares profesional Crystal Allen. Y también Paulette Goddard y Joan Fontaine.
Pero yo me quedaré por siempre con la gran Rosalind Russell, como la terrible metomentodo Sylvia Fowler.


Este clásico de 1939 tuvo su remake en los años 50: "Lo opuesto al sexo", protagonizado por June Allyson, pero, en esa ocasión, se introducían los personajes masculinos en escena.
Y ahora, Hollywood, tan original como siempre, lanza una nueva versión, que se encuentra en fase de rodaje, dirigida por Diane English.
Meg Ryan, que hará evidentemente el papel de Norma Shearer, lleva una década detrás de este proyecto y por fin lo ha conseguido.
Según parece, se respetará el modelo original de "ningún tío en la pantalla, ni asomado"
En el reparto, se encuentran señoras tan postineras como Bette Midler, Annette Bening, Candice Bergen, Cloris Leachman y Carrie Fisher. Eva Mendes incorporará el papel que originalmente interpretó la Crawford.


Pese a la pesada de la Meg Ryan -tampoco es que Norma Shearer fuera mejor que ésta -, la revisitación parece apetitosa. Estaremos atentos y seguiremos informando. De momento, recordamos una frase memorable, en boca de la inimitable Crystal Allen:
"Hay un nombre para vosotras, damas... pero no se usa en la alta sociedad... ni fuera de la perrera".

martes, 16 de octubre de 2007

40 años del Mito Camp (2): Neely O'Hara


Es el personaje inolvidable de "El Valle de las Muñecas".
De hecho, la singular interpretación de Patty Duke, entre la cursilería y el histerismo, asienta el tono de la película.
Por méritos propios, Neely O'Hara es la quintaesencia de la (anti)heroína de la Susann: una buena chica que acaba completamente destrozada. En medio, los hombres que se fueron y, sobre todo, la terrible dependencia de los barbitúricos y las anfetaminas. De las candilejas al sanatorio, en un abrir y cerrar de ojos.
Modelada según la figura de Judy Garland, Neely tiene un talento desbordante, ese que no tienen y envidian sus compañeras de "valle".
Canta, baila, actúa y conquista al público. Pero su testarudez y su afán de perfeccionismo provocan unas agotadoras jornadas de trabajo. Como dice ella: "me tengo que despertar a las cinco de la mañana, llegar al estudio y allí, ¡Brilla, Neely, brilla!".
La ilusión se troca en fatiga. Y el cansancio se combate a base de exabrupto, mueca ofendida y medicamento. Neely se ha convertido en una diva egoísta, alcohólica y drogadicta.
"A pesar de todo, sigo siendo la más taquillera", insiste con esa especie de orgullo nihilista que la caracteriza en su lento declive.

Neely se queda sola, convertida en una patética estrella del ayer, nunca del todo preparada para un comeback en condiciones.


Patty Duke, toda una estrella juvenil en los sesenta, prefiere no hablar de su Neely.
Le reportó las peores críticas de su carrera y no la ha considerado nunca la mejor manera de empezar su andadura como actriz adulta.
En cierto modo, sus vidas se parecen. Demasiada juventud, demasiada gloria y demasiadas decepciones.
Y los problemas psiquiátricos de la Duke mermaron su trayectoria profesional, de la misma manera que lo hacen las adicciones en la carrera de la O'Hara.


Todos hemos tenido "momentos Neely". Despertar sin saber lo que se ha hecho la noche anterior, pero estar invadidos por una sensación de infelicidad, cansancio y arrepentimiento.

lunes, 15 de octubre de 2007

El Porno Gay es...


- Hombres follando con hombres, básicamente.
- En vez de decir “buenos días”, la mejor manera de demostrar que te alegras de encontrarte con un colega es tocarte el paquete.
- El mundo paralelo en el que todos los varones son homosexuales. La Tierra Prometida, vamos.
- Un interesante juego, consistente en adivinar cuáles de los actores son heterosexuales y cuáles no.
- Las bondades del gimnasio.
- Todos parecen - y se comportan como - machos taciturnos. Nada de plumas.
- El único porno donde siempre se penetra con condón y el semen propio nunca se acerca a la boca ajena.
- El lugar donde el chico pasivo, tras recibir un cuarto de hora de inmisericorde penetración anal, sigue sonriendo y exclamando “fuck me, fuck me”.


- Donde los gremios profesionales – bomberos, personal de mantenimiento, policías, mecánicos, albañiles, etc. – están de lo más cachondos en las horas de trabajo.
- Cuando los actores tienen apellidos que sugieren velocidad y/o acero.
- Donde las mujeres… ¿dónde están las mujeres?
- Tiene el interés de cualquier porno. Al principio, te matas a pajas. Luego, es como contemplar un documental de La 2.
- Bah, es mucho mejor una novela de Jacqueline Susann.


jueves, 11 de octubre de 2007

Eric Bana


Suspiro general. Esa cara de buen chico, esas orejas potencialmente comestibles y ese cuerpo arrebatador. Definitivamente, Eric Bana estaba tardando en aparecer en este blog.
Pocos sabíamos que era una estrella en la televisión australiana antes de dar el salto a Hollywood. Especialista en imitaciones de famosos, presentó dos shows propios, donde demostró sus habilidades como comediante.


Ang Lee lo eligió como "Hulk" para su adaptación del cómic del Marvel, pero fue su espectacular aparición en "Troya" la que lo hizo mundialmente conocido.
Su Héctor ganó a sus compañeros de reparto: el demasiado rubio Brad Pitt y el blandito Orlando Bloom. Eric Bana es lo mejor de "Troya", como actor y como presencia.



Y ahí fue donde empezó nuestra fiebre por Bana. Spielberg lo colocó como protagonista de su genial "Munich", donde demostró su talento en un papel especialmente complejo.
Ahora Eric es nada menos que el rey Enrique VIII en "The Other Boleyn Girl", de próximo estreno. Estaremos atentos.
Quizá no sea el tío más bueno del planeta, pero, con él al lado, olvidaría cualquier capricho. Banita, Banita...