lunes, 28 de abril de 2008

El Fútbol es...


- El deporte que mueve al mundo.
- No se trata de meterla, sino de saber colarla.
- Cuando el juego de patio se convierte en un acontecimiento.
- Ese ruido que oigo los domingos cuando entro a comprar tabaco en el bar de la esquina.
- De niño, lo odiaba con todas mis fuerzas. Sí, soy un cliché.
- Siente los colores.


- Otra manera de construir una celebridad.
- En Estados Unidos, se le llama soccer.
- Ocupa portadas de periódicos y horas de televisión.
- Suficiente carne para alimentar el Día del Maromo para siempre.
- Mi favorito: Zidane.


- Su seguimiento es inquietante. Esas audiencias que superan el 80% de share...
- La soap opera de los machos. Negocios, honor, competitividad y mujeres-florero. Y siempre puede haber una dogfight...
- ...y el árbitro "as Alexis".
- Ese fenómeno que une la Tierra de Fuego con las Highlanders.
- Hombres corriendo en pantalones cortos.... Yummy!


- O sea, que el fuera de juego es...
- El único gremio que se resiste a salir del armario.
- La saga de Maradona es su quintaesencia.
- Becks y Vicks.


- Una excusa para emborracharse y abrazar a tus colegas.
- Un motivo para que muchos se pongan fachas y violentos.
- La única vez que mi padre me preguntó si quería ir al estadio, le dije que no podía. Esa tarde, emitían "Candy Candy".


- ¡¡¡¡Goooooooool!!!!!
- Reconozco que vi el último partido de España en el pasado Mundial. A esa hora, daban "Mujeres Desesperadas". ¿Qué me ocurrió ese día?
- Be a footballer's wife, my friend.


- En las retransmisiones, faltan primeros planos y paseo por vestuarios y duchas.
- Un simulacro de guerra entre naciones.
- ¿Alguien ha pedido foto de Morientes?


- Bah, sigo prefiriendo a Candy Candy.

jueves, 24 de abril de 2008

Johnny Depp


Hoy es el cumpleaños de una niña muy especial para Josito Montez. Y Johnny Depp en el Día del Maromo es el regalo.

A la cumpleañera en cuestión le faltaba todavía un año para nacer, cuando Depp hizo su debut en "Pesadilla en Elm Street".
En una secuencia inolvidable, Johnny se quedaba fatalmente dormido y las temibles garras de Freddy Krueger aparecían ansiosas entre las sábanas. Lo que quedaba del pobre muchacho era un brutal chorro de sangre disparado a propulsión.


Y a propulsión, Johnny Depp se convirtió en estrella y actorazo. Sus mentores fueron John Waters, que lo llenó de fijador y cuero para "Cry-Baby", y Tim Burton, el director que prácticamente ha construido la imagen de Depp y cuyas películas juntos suponen la columna vertebral de sus respectivas carreras.


Johnny encuentra divertidas las transformaciones y se le conoce por extravagante e iconoclasta.
Con el pelo largo o corto, con manos o con tijeras, con jerseys de angora o con tafetán, ofreciéndole chocolate a Juliette Binoche o a los niños que visitan la fábrica de Willy Wonka.
Le van los personajes raros e incomprendidos. Quizá porque él siempre lo ha sido.


Depp enamora con su perenne juventud y su mirada enigmática; su idilio con la cámara se renueva con creces. El público no se cansa de verlo pálido y gótico en las entregas burtonianas de lo macabro.
E incluso lo adoran con rastas, eye-liner y abanico en la insoportable saga de "Piratas del Caribe".


Johnny tiene el sexiness de lo neo hippie. Eso sí, le van delgadas. Entre sus novias, se encuentran las escuchimizadas Winona Ryder y Kate Moss. Ahora parece feliz al lado de Vanessa Paradis, otra que, como Depp, es más noventera que el Compact Disc.


Espero que te guste mi regalo, querida baby sister. Y que cumplas muchos más. ¡Felicidades!


martes, 22 de abril de 2008

Salvar a Capucine


En los años sesenta, la mujer delgada, cool y preferentemente europea hacía furor. La quintaesencia de ese gusto por las estatuas chic de procedencia transoceánica fue Capucine, la bellísima francesa que interpretó a la esposa del Inspector Clouseau en "La Pantera Rosa".


Germaine Lefebvre era su verdadero nombre. Tanto la asunción de su nuevo nombre como la elección de una carrera artística fueron dos proclamas de rebeldía ante la convencional familia Lefebvre.
Capucine se convirtió en una cotizada modelo en París, desfilando para Givenchy, Christian Dior y Coco Chanel.
Fue durante esos años donde conocería a su gran amiga, Audrey Hepburn.


Su llegada a Hollywood en los sesenta estuvo a la altura de las circunstancias, e impresionó en sus dos comedias con Peter Sellers: "La Pantera Rosa" y "What's new, Pussycat".
En "El León", coincidió con William Holden. El encuentro entre Capucine y nuestro querido Golden Boy fue decisivo.


Se enamoraron locamente y mantuvieron una relación de dos años. Acabó, porque Holden estaba casado por entonces con Brenda Marshall y no quiso divorciarse.
Sin embargo, Capucine y William siguieron siendo amigos. La rumorología indica que Holden se acordó de ella en su testamento.

A finales de la década, Capucine volvió a Europa, asentándose en Lausanna (Suiza), viviendo muy cerca de Audrey. Ésta fue su gran apoyo y la que conocía a la perfección cómo controlar los problemas mentales de Capucine.


Durante toda su vida, Capucine sufrió trastorno bipolar de la personalidad, lo que la condujo a numerosos intentos de suicidio. Audrey Hepburn salvó a Capucine de la muerte en varias ocasiones.

Su manía depresiva la aisló cada vez más. Nunca llegó a formar una familia, y sus intervenciones cinematográficas se espaciaban. Odiaba verse retratada.
En 1990, saltó desde la ventana de su apartamento, en un octavo piso. Con sólo 57 años, moría la que fuera aclamada como la mujer más bella de Europa. Sólo dejó tres gatos detrás de ella.
Se dice que su nota de suicidio rezaba: "Tengo un miedo terrible a envejecer".

lunes, 21 de abril de 2008

El 'Glamour' es....


- Fotogenia en blanco y negro.
- Un tipo de hipnosis, que cautiva el ojo y lo engaña.
- Mezcla de elegancia y joie de vivre.
- Cuando Hollywood imitaba a París.
- Primo del sex-appeal.
- Un embrujo, que hace distinta la realidad a la vista del cautivado.


- Belleza apabullante.
- Lo que heredé de Maria.
- Cristales que parecen diamantes.


- El encanto de lo chic.
- Siempre está al borde del ridículo y de la parodia.
- El artificio, elevado a la categoría de magnífico.


- Ahora se ha convertido en un piropo. Se usa para todo.
- Un concepto frivolón que se revisa a sí mismo.
- Las películas de Alfred Hitchcock.


- Lo que no tiene ninguna revista del corazón.
- Lo que tienen pocas revistas de moda.
- La anti-ordinariez.
- Ser lo más de lo más, sin pretenderlo.


- Desayunar en Tiffany's.
- Grace en La Riviera.
- Las mejores desglamourizadas: Katharine Hepburn, Patty Duke, Maura Tierney.
- Estilo e ingenio.


- Espejos y humo.
- Asegura la sensación de plástico y evita lo profundo.
- O lo tienes o nunca lo tendrás. Es un "It".
- Bah, cualquiera puede ser glamouroso. La Garbo era una vaca sueca.

domingo, 20 de abril de 2008

Carmen


Han pasado muchos años, pero Carmen Maura sigue siendo, en esencia, aquella madrileña pija que decidió pasárselo bien.
"Nena, tú vales mucho", le decía García Tola en televisión. Y ese fue el principio de la importancia Maura.

Su carrera empezó en 1969, pero Carmen se hizo imprescindible en el cine español a finales de los setenta, de la mano de Fernando Colomo, y su cara se popularizó en 1981 con el programa de entrevistas "Esta Noche".


Mientras, en los cines de provincias que se exhibía "Pepi, Luci, Bom y Otras Chicas del Montón", se escuchaban sonoros abucheos entre el público.

Pero la Maura quiso repetir con Pedro Almodóvar, el empleado de Telefónica reconvertido en director de cine.
Ese tándem, todo un símbolo del cine de nuestro país, convirtió a Carmen Maura en una de las actrices más queridas.


Un valioso amuleto para Pedro; Carmen fue su primera y mejor "chica Almodóvar". Nadie como ella para contaminar emoción con humor en un solo gesto.
Al verla en "¿Qué He Hecho Yo para Merecer Esto?", Pauline Kael la comparó con Anna Magnani.
Y si todavía quedaban dudas, allí apareció su Gloria, arrolladora transexual de "La Ley del Deseo", la misma que pedía que la regaran a manguerazos en la madrugada madrileña.


Alcanzó la cumbre con la Pepa de "Mujeres al Borde de un Ataque de Nervios", a golpe de cama ardiente, contestador automático y gazpacho.
Carmen y Pedro estaban de moda, pero fue la película que puso punto final a su amistad y a su colaboración artística, por motivos nunca del todo aclarados.


Carmen se vistió con la mejor bandera, la republicana, en "Ay, Carmela" y demostró que había vida después de Almodóvar.
No ha dejado de trabajar nunca. Y siempre es aclamada y reivindicada. Su especialidad es llevar el peso de la película a lo largo de todo su metraje.
"La Comunidad", de Álex de la Iglesia, es un ejemplo de que la Maura se deja la piel como seña de identidad.


Pero, como siempre hay tiempo para "Volver", Maura ha vuelto a Pedro, y Pedro ha vuelto a Maura.
Ahora la estrella es Penélope Cruz, pero tanto Carmen como Chus Lampreave demuestran en "Volver" que no hubo chicas Almodóvar mejores que ellas.

sábado, 19 de abril de 2008

Ser una Criatura Metro


Acabas de ver "La Melodía de Broadway". El futuro está más claro que nunca. ¡Quieres ser una estrella de la Metro! ¿Qué tal ese tap-dancing? Empieza a zapatear y no pares hasta que llegues a Los Ángeles, California.

A golpe de claqué, te presentas en la oficina de Louis B. Mayer. El baile se detiene en la sala de espera. "El señor Mayer no recibe a nadie sin previa cita".
Como lo primero es la dignidad, decides tomar aire y sentarte. Hay chicos y chicas de tu edad, a tu lado, esperando una oportunidad. ¿Otro momento claqué para entretener al personal?


Hasta las secretarias te miran, mientras tu baile continúa. Vas a ser importante, está claro. Pero no has comido nada en todo el día y te desmayas. Son las cosas de la Depresión.

Te levantas con un terrible dolor de cabeza. Se disipan las brumas de tus ojos. Una lengua de espuma brota de una formidable botella de Veuve Cliquot, colocada en una plateada champanera.
En realidad, todo lo que hay a tu alrededor es plateado. Incluso tú eres de blanco y negro. Vaya piso tan lujoso. Nunca habías visto cosa parecida en Iowa.

De repente, te das cuenta. Estás en Park Avenue. William Powell, Myrna Loy, Spencer Tracy. Pero, madre mía, ¡si eres Jean Harlow! Te encuentras en pleno rodaje de "Libeled Lady".


Te han cambiado el nombre, te han teñido el pelo. Sydney Guilaroff vigila cada bucle de tu cabellera. William H. Daniels te penetra con ese foco de luz, más grande que la vida. Algún director artesano es quien controla tus movimientos.


Lo has conseguido. Eres una criatura del glamour. Las historias que se cuentan a través de tu figura son chispeantes, sentimentales, patrióticas, limpias de polvo y paja.
Todo es artificio y la vida siempre acaba con un beso de amor, sobre el que se sobreimprime el "The End". Qué lugar tan cómodo para olvidar quién eres en realidad, ¿no crees?

jueves, 17 de abril de 2008

Johnathon Schaech


¿Qué fue de Johnathon Schaech, el chico de la piscina?
Para nuestra información, no ha dejado de trabajar nunca. De hecho, estrena estos días "Prom Night", la película más taquillera de la semana en Estados Unidos.
Perpetúa a Schaech en lo que mejor sabe hacer: salir en todos lados y no destacar en ninguno.


Hablemos de 1995, cuando Winona Ryder estrenaba película y salía ella sola y bien grande en el cartel promocional.
Y pongamos el ejemplo de "How to Make an American Quilt", conocida en España como "Donde Reside el Amor".
Allí aparecía Johnathon, proveniente de un chapuzón en la piscina. Fue, sin duda, la imagen del año para los amantes del maromismo.


La carrera de Schaech resultaba bastante prometedora. Iba desde el cine independiente ("Maldita Generación", de Gregg Araki) hasta la televisión ("Models, Inc."). Y su intervención al lado de Winona no había dejado indiferente a nadie. Tom Hanks lo escogió como uno de los chicos de su "That Thing You Do!".


A partir de ahí, su carrera fue cuesta abajo, recluida en telefilms y basurilla cinematográfica, aunque ha llegado a escribir y dirigir un par de películas.
Con esos ojos, esos morritos y ese cuerpo, es difícil olvidar a Johnathon. Fue uno de los machos insignia de la segunda mitad de los noventa.
Y no olvidemos tampoco que fue marido de la adorada Christina Applegate.

martes, 15 de abril de 2008

In Like Flynn


"La tiene tan grande, que toca el piano con ella", dijo Marilyn Monroe.
Durante muchos años, el nombre de Errol Flynn fue sinónimo de señor mujeriego. Hollywood estaba lleno de chismes sobre la voracidad sexual de la estrella del cine de capa y espada. Pero entre las numerosas adicciones de Errol, no sólo se contaba el sexo.
Si la Meca del Cine fue Babilonia, Errol fue su Sumo Sacerdote.


Desde su juventud, Errol Flynn ya había demostrado que lo suyo no era ni la contención ni la norma. Sus rutilantes héroes de la pantalla le dieron la suficiente fama y dinero para que el exceso se convirtiera en su manera de vivir.
Disfrutaba de prolongadas estancias a bordo de su yate, con el alcohol, el opio y las orgías como grandes protagonistas. Según varías biografías, también hubo hombres en la cama de Errol Flynn.
Errol vivía al límite y nunca mostró arrepentimiento.


Cuando lo detuvieron en su casa de Los Ángeles, ignoraba lo que significaba la palabra "estupro". En total, fueron cuatro jóvenes las que llevaron a juicio a Errol Flynn.
Confesaron haber sido violadas y/o seducidas por el actor en tierra y en alta mar. Y esos episodios habían sucedido cuando todas ellas eran menores de edad.
Él mismo lo decía: "Me gusta mi whisky viejo y mis mujeres jóvenes".


El fiasco estuvo servido, aunque Errol fue absuelto de todas las acusaciones y su figura salió curiosamente indemne del escándalo.
En realidad, sólo contribuyó a incrementar su imagen de súper macho; la expresión "In like Flynn" (Dentro como Flynn) se convirtió en recurrente en el slang yanqui.

Muy rápidamente, la carrera y el físico de Errol Flynn se resintieron de la agitada vida privada que llevaba. Sus problemas de salud se multiplicaron.


Cuando murió de un ataque al corazón a los cincuenta años, su cuerpo era pasto de tantas enfermedades y complicaciones, que lo asemejaban al de un viejo de setenta y cinco años.
Se dice que sus últimas palabras fueron: "Me lo he pasado jodidamente bien y he disfrutado de todo hasta el último momento."