viernes, 16 de octubre de 2009

Escaleras


Majestuoso elemento del decorado, la escalera cataliza la tensión de los mayores dramas.
Su arquitectura ha simbolizado desde la separación clasista hasta la ascensión a la muerte, así como los conflictos de la represión sexual contenida en las habitaciones del piso de arriba.


Favorita de las historias freudianas, la escalera de caracol se asemeja a una psique enredada, llena de secretos.
Ascender por la escalera de caracol provoca el mismo miedo que conocer los interiores de nuestras barrocas mentes.


Por las escaleras, se escapan los criminales, subiendo de dos a dos, de tres en tres, de cuatro en cuatro, sin aliento.


Hay quien se cae por el hueco, mientras Mary Poppins prefiere deslizarse por el mango.


Bette Davis controla a su familia desde lo alto de la escalera de "La Loba".
La mujer dominante, pertrechada en el upstairs, parece aún mayor con unos cuantos escalones de por medio.
Así, donde hay una historia de una mujer malvada, debe haber una escalera.


¿Necesidad de un aborto sin pasar por el doctor? Gene Tierney en "Que el Cielo la Juzgue" conocía el truco: dejar la zapatilla en lo alto.
¿Quién va a distinguir un tropiezo de tus siniestras intenciones?


En tiempos de censura e insinuación, la escalera era puro sexo.
El maestro, como siempre, fue Hitchcock. Suben los cargados vasos de leche de "Sospecha" y bajan los antihéroes de "Encadenados" (Notorious) en busca de la liberación.


Salir rodando por los escalones es todo un espectáculo.
El placer plástico que provoca ha sido reivindicado por Almodóvar en "Los Abrazos Rotos", donde José Luis Gómez empuja a Penélope Cruz. Ella cae lentamente por esas mismas escaleras que, una vez, osó subir.


Porque subir las escaleras es un desafío.
Qué decir de los mortíferos escalones de Odessa, donde la rebelión obrera de "El Acorazado Potemkin" se encuentra con la catarsis y la masacre, y ya es demasiado tarde para volver atrás.


Brian de Palma la homenajeó en el momento cumbre de "Los Intocables".
Pero vivimos en un mundo moderno; en los clímax slow-motion del señor de Palma, las escaleras se prefieren mecánicas.


En las pasarelas del metro y los grandes almacenes, se desarrollan las más suntuosas intrigas. En una de ellas, va escondido Al Pacino, escapando de su pasado en "Carlito's Way".


En "A Vida o Muerte", David Niven avanzaba y retrocedía en la escalera al Cielo; la ascensión a la gloria sería también leyenda del rock, gracias a Led Zeppelin.


Y la saga de Escarlata O'Hara sería impensable sin tantas escaleras de primer encuentro, de amor, de decepción, de aborto y de rendición; la frase final de "Lo Que el Viento se Llevó" se pronuncia derramando lágrimas sobre los escalones.


Dios bendiga a las escaleras, a los escalones, a las barandillas, a los huecos y al puro y simple vértigo de las grandes películas.

2 comentarios:

Capitán Tahn dijo...

Ey! Te has olvidado de Olivia de Havilland subiendo las escaleras en la escena final de "La Heredera", justo cuando acaba de culminar su venganza...

rogerbcn dijo...

En el CCCB de Barcelona se hizo una exposición llamada "Réquiem por la escalera" dirigida por Oscar Tusquets...igual quedan catálogos...
saludos!