miércoles, 14 de octubre de 2009

1998


"¡Soy el rey del mundo!", gritaba James Cameron desde el escenario del Shrine Auditorium, comprometiendo las reservas mundiales de vergüenza ajena.


Desde su estreno en la Navidad del año anterior, todo el mundo hablaba de "Titanic", la película más cara de la Historia, y también la más taquillera, si no se cuenta la inflación.
La desorbitada y desorbitante reconstrucción de la tragedia transatlántica de principios del siglo era ideal para el final de la centuria.


No en vano, ahí ofrecía dos horas de historia de amor interclasista más dos horas de catástrofe naviera hiperdigitalizada.


Como se esperaba, "Titanic" arrasó también en los Oscars, aunque su guión ni siquiera fue nominado.
Celine Dion, vaporosa, clasicona, cantaba "My heart will go on", que sonaba sin parar en la radio; el amor y el merchandising nunca pasan de moda, sabían los grandes negociantes de Hollywood.


Otro rey del mundo no se las prometía tan felices en 1998.


"¿Qué pasó en el despacho Oval, señor Clinton?", preguntaba América. "No tuve ninguna relación sexual con la señorita Lewinsky", dijo el bueno de Bill.
Pero el verano fue cruel. Para Ace of Base y para Clinton.


El presidente rectificaba, acorralado, y tuvo que rendirse ante la evidencia y ante el inevitable inpeachment.
Porque una fellatio era asunto de Estado de la misma manera que el iceberg tiró a Leonardo DiCaprio al agua.


Por su parte, dos divas se dejaban seducir por el mundillo del chun-chun discotequero.
El mismo año que moría Sonny Bono, Cher regresaba a la música. Cantaba que creía en la vida después del amor. O algo por el estilo.
"Believe" supuso un éxito descomunal, como también lo fue el ambicioso "Ray of Light" de Madonna, toda frozen y tatuaje de henna.


El DVD empezó a girar con más fuerza que nunca y Bill Gates le echó una mano; así, presentó el polémico, pero duradero, Windows 98.


Tardaban siglos en cargarse las páginas de Internet en 1998, pero no había vuelta atrás.
Oh, la vida era maravillosa, con tanta técnica y tanto progreso. Dentro de poco, ya no haría falta ni salir de casa.


Hugo Chávez se hacía dueño y señor de Venezuela, y ya no se podía fumar en los bares y restaurantes de California.
¿Problemas de impotencia? Preocupación fuera: se aprobó la Viagra.


Mientras, cierto juez español quería echarle el guante de una vez por todas a cierto canalla, y lo acorraló en Londres.


El nada augusto dictador chileno miraba a las cámaras con cara de abuelito enfermo y desgraciado.
Desgraciada impunidad la suya, y desgraciada impotencia la nuestra. Y ésta sí que no se cura con Viagra.


Europa no sabía qué vestido ponerse. Se acuñaron los primeros euros, pero asaltaban las dudas en torno al diseño de las nuevas monedas.
Al año siguiente, se fundirían y se volverían a acuñar. Todo sea por estar presentable para ese novio fugaz llamado bolsillo.


Aquel año, George Michael y yo salimos del armario. Yo, porque quise. George, porque no tuvo otro remedio.
Fue a ligar a un baño público y se encontró con una bonita detención policial. Tras el lógico cabreo, se lo tomó con humor.


"Let's go outside", pregonaba.
Ahora George Michael era gay y gay-friendly, como también lo querían ser dos nuevas series: "Will y Grace" y "Sex and The City".


Y, mientras Sarah Jessica paseaba despreocupada por Manhattan, un señor llamado Osama Bin Laden hacía explotar las embajadas norteamericanas de Tanzania y Kenia.


Pero, para calmar los nervios, no hay nada como beberse un Cosmopolitan, tirar a Leo al agua y pensar en la bragueta del presidente.
"I think I'm paranoid", confesaba Garbage.

6 comentarios:

Ramón dijo...

Que obsesion con Titanic. Perdonenme, pero me parece un bodrio xD Se salva la canción... (si, soy anti-Dicaprio hasta la muerte, esa cara de niño tiene que esconder algo)

Ah, y el videoclip de la foto de madonna me gusta bastante,casi de lo unico que me gusta de ella, que le voy a hacer xD.

Josito Montez dijo...

Si me permitís, voy a discrepar.
Hoy saldré del armario, tal y como hice en 1998, y diré que adoro "Titanic".
La he vuelto a ver esta semana después de tantos años y la relación amor-odio que tenía con ella se ha quedado en simple y puro amor.
Eso sí, la canción es horrible.

Lee dijo...

¿Hizo falta que George Michael saliera del armario en algun momento?? ¿No era algo perfectamente asumido desde que salio a la luz el video de Wake Me up before you go go? ¿Tan egañada vivia la gente antes?
;)

El Malvado Ming dijo...

Recuerdo que en un pueblo gallego votaron que imagen tenía que figurar en el ECU y salió Claudia Schiffer.

Noé dijo...

Aaaahh, 1998!!! Tantos y tantos recuerdos de la preparatoria. Frozen me hizo comprar el único disco de Madonna que he tenido. La curiosidad por Titanic se ha vuelto franca aversión, puesto que la programan en T.V. para cualquier ocasión: Navidad, 14 de febrero, cumpleaños del osito panda...basta!!! El Version 2.0 de Garbage es de mis discos favoritos...y otra serie que también estaba en su apogeo: Dawson´s Creek.

Pati Difusa dijo...

1998: mi último año de escuela :D

me gusta la canción de celine dion, odio la película.