sábado, 26 de diciembre de 2009

"The Sopranos"


“Los Soprano” no tarda un segundo en erigirse a sí misma como una serie descomunal.
Desde el orondo físico de su protagonista hasta sus resultados, todo es grande en este producto clave de la HBO, creado por David Chase.


Documentadísimo retrato de la Mafia contemporánea, “Los Soprano” indaga en sus luchas por el liderazgo, en sus patrones de comportamiento, en sus argucias depredadoras y, sobre todo, en su indisociable relación con la sangre, el machismo y la familia.


En el primer episodio, Tony Soprano acude a una terapia psicológica tras sufrir un ataque de pánico.


La explicación de esta crisis se encuentra en la descripción que hace de su trabajo y de su hogar como una escalada continua de estrés y violencia.


El único remanso de paz para este Tony parece ser la vuelta de unos patos salvajes, que vienen a beber el agua de la piscina de su insensato chalé.
La pieza básica para descifrar la conflictiva alma de Tony Soprano será su madre, Livia, una monstruosa vieja, insaciable y sangrienta matriarca, que no duda en tramar en contra de su propio vástago.


Pese a la voluntad de Tony de luchar contra sus demonios interiores bajo terapia, queda claro que el aprendizaje en la violencia es un mecanismo irreversible.


Así, Tony se muestra calculador en cuestión de negocios, pero es terriblemente impulsivo en sus reacciones domésticas.


Es decir, es un gran político para el crimen y un vulgar animal para la expresión de sus sentimientos.


Además, bien sabemos que vida y trabajo no se pueden distinguir en ocasiones; especialmente si el rival se encuentra entre la propia parentela.


Todos los seres de este puzzle sopraniano se muestran esenciales, pero la estrella indiscutible e inesperada será Carmela, la esposa de Tony.


Espejo de los defectos de su marido, Carmela se puede considerar, sin duda, como uno de los grandes personajes de la televisión.


Esa apariencia desorbitada, hortera, falsamente lujosa y su proceder asertivo contrastan con un interior ignoto y misterioso, lleno de culpa y sentimientos dispares, que se responden furiosamente unos a otros.


La serie es especialmente espléndida cuando se centra en las querellas conyugales entre Tony y Carmela; un esplendor que también es deudor de las interpretaciones de dos actores sencillamente incomparables.


La premisa de “Los Soprano” la hace heredera evidente de “Analyze This”, pero, tanto el tono como las intenciones, remiten a los “Padrinos” coppolianos y al “Goodfellas” de Scorsese.


Especial favorita de la crítica, “Los Soprano” también encontró una respuesta contundente por parte de la audiencia y ostentaba el récord de ser la serie más vista de la HBO hasta la llegada de “True Blood”.


Aún así, “Los Soprano”, tanto por su compleja narrativa como por sus escasas concesiones, proporciona un placer intermedio al espectador.


Por un lado, fascina, hace pensar y atrapa sin necesidad de licencias culebronescas; por otro, su virulencia testosterónica y el cinismo ocasional con el que actúan sus personajes la hacen un plato fuerte, de difícil digestión.


Valga el ejemplo el pavoroso episodio centrado en la humillación sistemática y asesinato final de una prostituta del Bada Bing, a manos de Ralph Cifaretto.


En cualquier caso, hay tantísimos momentos dorados en “Los Soprano”, desde los sueños de Tony hasta el inevitable destino de Adriana, que la pantalla vibra con una fuerza insólita.


Se abren tantas puertas y se inauguran tantas posibilidades televisivas con series como ésta, que se puede decir, sin temor a equivocación, que la caja ya no es tonta.

1 comentario:

El Consigliere dijo...

Hola,

La verdad es que hablar de Los Soprano es hablar de algo más, de la serie por excelencia, aunque qué voy a decir yo...
Saludos y espero que nos devuelvas la visita.

El Consigliere
www.lossoprano.tv