domingo, 27 de diciembre de 2009

Ava


Enamoró a todos los hombres, recorrió el mundo y las cámaras de Hollywood se dejaron hipnotizar por su rostro, mimándolo como a ningún otro.


Pero pocos se tomaron en serio a Ava Gardner como actriz. Y ser bella tampoco significó vivir libre del desamor, de la mala salud y de los efectos perniciosos de la vejez.


En cualquier caso, su estilo y su innato sentido del humor siempre fueron su mejor tabla de salvación.
Como casi ninguna otra guapa, Ava sobrevivió a sí misma con mucho garbo.


Icono cinematográfico de muchísimo calibre, la Gardner comenzó en la Metro en pequeños papeles, hasta que llegó la película que la hizo estrella.


"Forajidos" (The Killers) presentaba a Ava Gardner como una espectacular femme fatale, que conquistaba con delicadas facciones y mirada de vicio.


Esa imagen estaba en la retina de Hedda Hooper y Louella Parsons, las brujas cotillas de Hollywood. Y, así, se cebaron con ella cuando Frank Sinatra dejó a su mujer y se casó con Ava.


Frank y Ava como pareja eran la bomba. Ella misma contó que se entendían perfectamente en la cama, pero los problemas empezaban en el camino al bidé.


Ninguno de los dos superó jamás el fracaso de su matrimonio y siempre aseguraron que, en esa relación apasionante y tempestuosa, encontraron el amor de sus vidas.
Sinatra y la Gardner siguieron siendo amigos hasta la muerte de ella.


La imagen de mujer fatal y su belleza carnal condenaron a Ava Gardner a ser un bonito florero de Hollywood, pero tuvo buenas ocasiones para demostrar un talento y una sensibilidad irreprochables.


Por "Mogambo", hasta la nominaron al Oscar, y estuvo espléndida cuando se puso al servicio de directores como George Cukor o John Huston.


Su necesidad de olvidar a Sinatra y su gusto por los hombres un tanto machistas la trajo a España.


Fue amante de torero y fiestera de cuidado, dejando tras de sí excesos, corazones rotos y la simple y pura leyenda.


Conocerla era amarla. Lo dicho: guapa entre guapas.

1 comentario:

sergio dijo...

Che, a esta altura ya me hice adicto de esta página. Mi pregunta de siempre es ¿por qué tienen tanto rollo las minas bellas porque las tomen en serio? En la vida, lo entiendo, pero en el cine.... ni falta que les hace.