domingo, 9 de mayo de 2010

Lady Gaga


Copia a los que ya copiaban, homenajea a los que ya eran posmodernos, se confiesa admiradora y toma prestado.
Lady Gaga es la fan convertida en súperestrella.
Su talento ha sido mezclarlo todo y conseguir un resultado maravilloso.


Es adicta a lo delirante y a lo rococó, a lo glam y a lo barroco, a la música de los setenta y a los sonidos de los ochenta.
Sus canciones no dejan de oírse y se bailan sin parar en todo el mundo. La pista ruge cuando suena "Poker Face" o "Bad Romance".


Es diva gay, lo sabe, le encanta, lo potencia.


Tiene casi siete millones de seguidores en Facebook, y sus dos discos se venden con una prestancia insólita en la era del download y del Spotify.


Decir a quien se parece es inevitable.
Se considera devota de Bowie y de Mercury, pero también es hija de Madonna, de Michael Jackson, de Britney Spears, de Elton John, de ABBA y de todos los grandes sonidos comerciales.


Lady Gaga es como nosotros: fruto de múltiples influencias y de ruidos que se responden unos a otros.
Tantas películas, tantos vídeos, tantas fascinaciones.


Sabe cantar, compone sus temas, tiene buen gusto, y sobre todo, es consciente de que no hay nada como llamar la atención.


Vestida de Alexander McQueen, se deja ver en fiestas y estrenos, aparece en series y en programas de televisión.
Sobre ella, ya hay una leyenda urbana: es hermafrodita y/o tiene pene.


Lady Gaga es petarda, pretenciosa y pone mucha cara de suficiencia.
Pero cuando ataca con "Just Dance", "Speechless" o "Alejandro", nadie sale vivo.


Se deja seducir por Alexander Skarsgård en "Paparazzi", y busca que Tarantino se fije en ella.


A próposito, lanzaba su vídeo/pulp fiction "Telephone", donde se las ve con Beyoncé.
Youtube se colapsó ante la urgencia general de ver la locura de colores y outfits.


Aseguran que es influyente e intrigante, que el 2009 fue suyo y que, quizás, también lo será el 2010.
De momento, el vídeo "Bad Romance", una obra maestra total, la consagra como una melodramática de aúpa.


Y, de paso, ha llenado los ojos como hacía tiempo que no conseguía un artista internacional.


Madonna dice que se ve a sí misma en Lady Gaga.


Pero, ¿quién es Lady Gaga? Se llama Stefani Germanotta, es neoyorquina y ha dedicado toda su vida a la música.


Consiguió publicar un disco bajo su nombre verdadero, a los diecinueve años. No tuvo el éxito esperado, pero cayó de pie.
Empezó la época de furia.


Stefani comenzó a tomar drogas y se desmelenó, mientras asaltaba el music-hall, actuando en bares y pubs de la ciudad.
Y fue cuando se puso la peluca, llenó sus temas con samples de otros y creó a Lady Gaga.


Sus letras pasan un tanto desapercibidas.
Si se atiende a ellas, se verá que son más interesantes de lo que parecen un principio, y hablan de la deuda que Lady Gaga tiene con la música gótica.


Nos presenta a mujeres víctimas, destructivas, acomplejadas físicamente y cercadas por una fama galvanizante.
Quizá Stefani nos hable de sí misma, debajo de melodía pegadiza y disfraz.


Es fantástica. Y sólo tiene 24 años.

5 comentarios:

Alejandro Starstruck dijo...

Estaba esperando una entrada así!
COMPLETAMENTE de acuerdo.
No hay igual. La amo. La amo. LA AMO!

Felicidades por el blog.

Anónimo dijo...

Donde se ponga Madonna que se quiten petardas.

Josito Montez dijo...

Muchas gracias, Alejandro, me alegro de que te haya gustado.
Fíjate, hasta te llamas como el último single de la señorita.

Anónimo, hay sitio para todas las petardas, afortunada y desafortunadamente.

Anónimo dijo...

Hay una cosa que no dices de ella: es fea como un demonio, la pobre.

Pati Difusa dijo...

a mí me gusta porque es fea. ya basta de beldades prefabricadas a lo britney, por dios.