domingo, 16 de mayo de 2010

Jennifer


Cuestión de melena o no, Jennifer Aniston es una estrella indiscutible.
Y, como todos los astros, vive rodeada por el fulgor, por el sex-appeal, por el estilo.


Estar en lo más alto nunca tuvo que ver con perfecciones de belleza ni con talentos infalibles.
Ser grande supone ofrecer un destello, mirar distinto, poseer el ingrediente secreto de la simple seducción.


La trayectoria de la Aniston se basa en la repetición del personaje que la hizo famosa.
Sus títulos se parecen entre sí; el evento del estreno vale más que la película; el posible romance entre Jennifer y su compañero de reparto es más importante que la historia que interpretan.


Como George Clooney, la Aniston se esculpió a sí misma en la televisión.
Se dice que estuvo a punto de abandonar su carrera artística tras participar en demasiadas series fracasadas.
Pero consiguió el papel de Rachel Greene y comenzó "Friends".


Lo que vino a continuación lo sabemos muy bien.
Jennifer tenía quizá el personaje menos colorido de "Friends", pero quedó claro desde el principio: era ella quien iba a triunfar. Y así lo ha hecho.


En "Friends", Jennifer Aniston demostraba una gran habilidad para la comedia.
Su papel de niña rica, atolondrada y envuelta en líos cómicos y sentimentales conquistó a la audiencia, mientras se definía automáticamente la imagen y el registro en que se prefiere a la Aniston.


Y su cabello llamó la atención desde el principio. En las peluquerías, estaban bien preparados para cuando alguien pidiera el "Rachel".


Jennifer ha sido la única friend válida para el cine.
Se podrán olvidar sus películas, pero ella permanece con el pelo bien puesto, la sonrisa perfecta y la devoción de miles de seguidores.


En Malibú, a los ojos del mundo, se casó con Brad Pitt, uniendo estrellatos, ojos azules y cabelleras camomilas.


Eran el colmo de la lindura, pero su matrimonio duró sólo un lustro.
Otra mujer apareció en los desvelos de Pitt, y Jennifer salió con el corazón roto.


El triángulo entre Brad, Angelina y Jennifer sigue siendo deleite favorito de la prensa.
La Aniston, como víctima principal, ha sido la gran beneficiada, tanto en su imagen pública como en su caché profesional.


Ahora Jennifer transita entre novios; una galería de señores guapísimos, pero ninguno decisivo para lo que ella espera y merece.


Se ríe, se lo toma con humor, ¿se lo pasa realmente bien o sólo estamos viendo a Rachel? Tal vez, será mejor no conocer la respuesta.


La Aniston es oro. A mí me vuelve loco.

3 comentarios:

Zinquirilla dijo...

A mí me encanta, me cae genial y no me pierdo sus comedias (bueno la de Butler aún esá pendiente pero ya caerá).

María Florencia dijo...

A mí me cae muy bien, así de simple... ¿será por lo mal que me cae "la otra"?
¡Y qué bonita pareja de camomila!

Camilo dijo...

A mí de la Aniston me ha quedado la imagen de mujer despechada. Como una Chenoa pero a lo Hollywood, salvando todas las distancias que son muchas. Pero me cae bien. Sí. Y Separados me pareció una película muy maja.