martes, 24 de mayo de 2011

'Season Finale'


Así se llama el último capítulo de una temporada televisiva.
En la season finale, se suelen concentrar todas las energías de la producción de una serie, porque supone el momento decisivo.


Normalmente, es el episodio más visto de la temporada, donde se resuelven las tramas y se alcanza el clímax.
Espectaculares o no, las season finales deben dejar en suspenso al espectador, dentro de esa estrategia llamada cliffhanger.


Es una herencia del folletín, que consiste en poner a los personajes en una situación, dejarla irresuelta y emplazarla a un episodio posterior.


Por ello, cuando una serie se cancela sin avisar, parece aún más incompleta; todos los personajes quedan en medio de una acción misteriosa o fatal.


Los culebrones suelen proponer los más suntuosos finales de temporada.
Dentro del universo descabellado de las soaps, el avión no superará las turbulencias, la loca detonará una bomba o cierto OVNI te invitará a un paseo.


Si inverosímil es el cliffhanger, más suele ser su respuesta a la vuelta de las vacaciones.
Salir airoso de accidentes terribles o volver de entre los escombros no es ninguna dificultad para los héroes de estas sagas.


Pero no hacen falta ni explosiones ni tiroteos.
Sólo resolver y dejar pendiente. Ahí está la clave de la emoción de las season finales.


Por un lado, libra de tensión a los espectadores; se aclara el misterio del ama de casa suicida, se atrapa a los malos, los buenos se acuestan.
Mientras se diluye una trama, los personajes se ven envueltos en otras: cambios laborales, detenciones policiales, dolorosas separaciones o traumáticos secuestros.


A veces, el cliffhanger es inmensamente positivo para el desarrollo posterior de la serie. Tal es el caso de "Fringe".
Otras, resolverlo es tan complicado que la siguiente temporada está hipotecada a ello, como ha sucedido con el tercer año de "Sons Of Anarchy".


Las decisiones contractuales suelen ser telón de fondo para el desarrollo argumental del último episodio de la season.
De manera que la temporada es unidad de producción, su final puede ser término para muchas cosas.
Las estrellas invitadas salen de la trama; a veces muy precipitadamente, como hizo Julia Stiles en la quinta temporada de "Dexter".


Muchas series, especialmente las veteranas, muestran su vagancia, de manera paradójica, con buenas season finales.
Es el caso de "Mujeres Desesperadas", que ha entrado en la dinámica de salvar temporadas mediocres con finales intrigantes.
De ese modo, sus seguidores no encuentran la ocasión de zafarse.


Otras, en cambio, son auténticos broches de oro.
"The Good Wife" terminaba tan exquisita como ha sido toda su segunda temporada, sin mayor fanfarria.


"The Big Bang Theory" y "Cómo Conocí a Vuestra Madre" han situado a personajes clave en situaciones inesperadas, demostrando la lección bien aprendida de "Friends": las sitcoms también pueden tener cliffhangers.


La season finale suele ser el capítulo presentado a los ejecutivos de las cadenas para negociar la producción de la siguiente temporada.
Por esa razón, hasta las series más selectas terminan en alto y con intriga, para aumentar sus posibilidades de volver.


La excitación alcanzada renueva el interés por la serie y afianza fidelidades para su regreso.


Esta semana, la despedida del segundo curso de "Glee" cierra, de manera definitiva, la temporada para las series generalistas.
Mientras, habrá que hacer memoria de lo que sucedió en los últimos episodios de retornos tan inminentes como "Breaking Bad" o "True Blood".


Respectivamente, un disparo y una abducción. Como en los tiempos de J.R. y Fallon, ahí es nada.

3 comentarios:

Deprofundis dijo...

Me ha encantado, sobre todo la mención a Fallon ;)

Athena dijo...

Cuánta verdad. Cómo nos enganchan estos fines de temporada que nos hacen gritar una blasfemia cuando salen las letritas de "To be continued...". Y lo desolados que quedamos cuando sabemos que la serie ha sido cancelada. :(

ñer dijo...

La mejor era Jane Wyman. Al final de la temporada había una catástrofe, y se cargaba a todos los actores que le estorbaban: Los más insípidos como el Señor Hepburn, o la Lana Turner que no se soportaban (ríete tú de Baby Jane)