viernes, 9 de julio de 2010

Las 'Boy Bands'


Fueron reyes en la década de los noventa.
Son los grupos de chicos, que bailan, cantan y conquistan a la correspondiente generación de adolescentes.
Éstos se enamoran de ellos, compran sus discos, leen sus curiosidades en las revistas pop y gritan con histerismo cuando tienen la suerte de verlos en directo.


Y, también, lloran desconsoladamente cuando se anuncia que se separan.


La industria musical lanza con periodicidad este producto prefabricado, de funcionamiento efectivo, pero durabilidad limitada.
Suelen ser cinco nenes, de aspecto aniñado, a veces incluso afeminado.


En general, cada uno responde a un tipo de chico: el rebelde, el sensible, el elegante, el gracioso, el descarado,...


Pero estos niños de la música hacen lo que ninguno de los chicos de la vida cotidiana se atreve: hablan de amor y bailan.


Ninguno de los componentes de la boy band será un macho man, ni se mostrará especialmente peludo, ni tendrá aspecto de duro.
Todos deben ser lindos y suaves, porque lo cute manda en la adolescencia.


En esa etapa hormonal y pre-sexual que vive su público potencial, la candidez indica que el amor y la devoción deban poseer sólo una pizca de picante.


La boy band está confeccionada para las chicas de la edad más especial, pero también se guiña el ojo sutilmente al público gay.
Vídeos de Take That como "Do What You Want" o "Relight My Fire" tienen un fuerte componente camp, que resulta más claro con el paso del tiempo.


Los pioneros en la boy band noventera fueron los New Kids On The Block.


Originalmente, era un grupo de raperos blancos, que se transmutó rápidamente al pop más industrial, a medida que su éxito se hizo descomunal.
Su tema más popular, "Step By Step", resume las coordenadas de la canción de la boy band: interminable, repetitiva, bailable, terriblemente contagiosa.


Los británicos Take That componen, sin lugar a dudas, la mejor boy band. Es la más fina, con buenas canciones y los chicos más guapos.


Take That es una excepción a muchas reglas.


Como todas, duró poco, pero ha podido volver con fuerza y atesorar un renovado éxito.
El secreto ha sido rastrear a su público original, y reconvertir su pop adolescente en música para veintitantos.


Y de su alineación clásica, nació una estrella, Robbie Williams.


Salvo el caso de Robbie, Ronan Keating o Justin Timberlake, la boy band suele ser un punto de no retorno.
Los chicos quedan absorbidos por la fórmula, y algunos, inmejorables artistas, no pueden superar el encasillamiento de haber pertenecido a un grupo del estilo.


La supervivencia de la boy band no sólo está en su naturaleza de flor de temporada, sino también en las tensiones inevitables que se producen entre sus muchachos.


Si el éxito es indigesta responsabilidad para un artista, más lo será si se está inmerso en un grupo con millones de fans.
El pánico escénico de Jonathan, de los New Kids, o el alcoholismo de A.J., de los Backstreet Boys, son ejemplos de la siempre accidentada vida del show-business.


Las insinuaciones sobre homosexualidad también constituyen una de las cruces de la boy band. En general, los chicos no hablan de su vida privada, y jamás deben revelar que tienen novia. Y, mucho menos, novio.


Stephen Gately, de Boyzone, tristemente fallecido el año pasado, fue el primero que se atrevió a salir del armario.
Le siguieron Lance Bass, de 'N'Sync, Duncan James, de Blue, y el maravilloso Mark Feehily, de Westlife.


Criticadas por insustanciales y desvergonzadamente comerciales, podría decirse, no obstante, que muchas boy bands son parte de la historia sentimental de muchas y muchos.
Las recordamos con cariño y con un poco de vergüenza. Y recuperar sus temazos nos conduce rápidamente a las más altas cotas del placer culpable.

4 comentarios:

Justo dijo...

Un buen repaso a las claves de estas bandas.

Te ha faltado D´Nash, jaja.. ya sé que llegaron tarde, y que se saltan algunas de las normas.. quizá por eso sean los únicos que me llamaron la atención.

Athena dijo...

Las españolas eran ya de traca.

Kate dijo...

Genial este repaso de la historia de las boybands... nadie puede negar que amándolas u odiándolas... igual fueron LAS estrellas de su época.

Un saludo gigante.

Atticus Grey dijo...

Oh, me ha encantado esta entrada. Tienes la boca llena de razón respecto al estilo comercial de estas bandas. Y en verdad resulta un placer culpable recordar que casi todos los chicos y chicas que estamos en los veintitantos tuvimos nuestras recamaras tapizadas con pósters de estos chavales. En mi stereo (uhhh) no podían faltar temas de los Back Street Boys, Westlife, Five, A1, etc. Pero a Nsync nunca le hallé el gusto. En mi país por esos años también hubo una invasión de boys bands que lograron el éxito y luego... desaparecieron, como todos ellos.