lunes, 25 de abril de 2011

Sacacuartos


Cuando un esquema triunfa, se hace modelo a seguir. Miles de películas se engarzan en otras, siguiendo su estela exitosa y aspirando repetirla.
Secuelas, remakes, refritos, fórmulas; el cine de Hollywood es estándar y quiere conquistar al público con la sensación de ofrecerle un producto que parece nuevo, pero suele ser derivativo, terciario e incluso decadente.


En otros tiempos, el celuloide norteamericano se mostraba más consciente de sus pestiños y subproductos.
Antes, las malas películas no se estrenaban en otros países, o iban señalizadas como tal, destinadas a matinées, videoclubs o sesiones de relleno.


Ahora las majors no sólo emplazan el cine malo en todo el mundo, sino que lo imponen, distribuyendo su catálogo en lotes.


Es decir, para que cualquier sala de cine pueda comprar una buena película norteamericana, obligatoriamente tiene que adquirir y exhibir otras tres, de menor calidad y relevancia.


Es una estrategia salvajemente capitalista, que asegura el monopolio y llena los carteles de títulos yanquis.
Cinematografías de otros países y tendencias quedan desterradas.


La publicidad y el marketing redondean el negocio y terminan por hacer imprescindibles películas que no lo son en absoluto.
Es una gran estafa a nivel internacional. Se vende caca por porcelana, y así se cuenta la aspiración del más caradura cine sacacuartos.


El verano pasado, quedó claro que el público se ha dado cuenta de la patraña.
Títulos como "Prince of Persia" o "Sex and The City 2" son pésimos desde su pobre punto de partida.
El olor a aceite quemado ha sido tan contundente que no han convencido ni al más benevolente de los espectadores.


Aún así, fueron distribuidas sin complejos por todo el mundo.
Porque, además de timar con bodrios, se planea amortizarlos con una oportuna gira global.


Aunque exprese la triste realidad de la hegemonía del imperio, ejercida a través de sus falsos diamantes, los espectadores hemos saltado al abordaje, con la revolución pasiva del download.
Muchos productores audiovisuales y discográficos podrían darse cuenta que la piratería ha sido la respuesta inevitable del público ante esos productos sacacuartos que nos han colado periódicamente.


El espectador no se fía. No está seguro al pagar una entrada de cine ni comprar un disco completo. Porque lo ha hecho antes y no le ha satisfecho.
Fue a por un muestrario de glamour y obtuvo dos horas de aburrimiento. Acudió a por una canción seductora, y observó que era la única entre veinte temas mediocres o repetitivos.


En momentos de crisis, impera el ahorro, y el miedo a la estafa se hace mayor.
Si huele a chamusquina, el espectador no saldrá de casa ni aportará nada de su bolsillo.
Muchos dicen sorprenderse cuando el disco de la cautivadora Adele se vende sin problemas, en la época del Itunes y del Spotify.


Es simplemente una cuestión de calidad. Lo realmente válido, lo fácilmente accesible, se abona sin complejos.
Lo otro se descarga, se visiona y se da gracias al Cielo por no haber pagado por semejante infortunio.

3 comentarios:

ñer dijo...

Ay Josito... Este tema es muy complicado. "Se baja y se visiona, y en el caso que guste" pues nadie va a ir al cine a volver a ver la película... Yo también me he bajado cosas de internet, pero soy consciente de que lo que hago no es muy honrado. Puedo adornarlo con justificaciones varias... pero puteo a gente que trabaja en ello. En fin, es un debate ya muy manoseado...
Puedo aportar un argumento friki: El teniente Colombo se hacía amigo de muchos asesinos, lo que no impedía que aflojase sus colmillos sobre ellos hasta conseguir atraparlos, e implícitamente darles cadena perpetua o silla eléctrica. "Matar no está bien, yo le detengo y es mi trabajo, independientemente de mi empatía hacia usted"

Josito Montez dijo...

He tocado varias veces en este blog el tema de la piratería, aunque en este post, no pretendía que fuese el centro de la discusión de hoy.
Sólo venía a decir que es consecuencia de estafas masivas.
A timos repetidos, responden picarescas varias. Y si la película descargada gusta, quizá no se vaya a ver al cine, pero se recomendará a otros, se beneficiará del previo conocimiento y se comprará en DVD. Ahora las películas se difunden y conocen más que nunca, gracias a los nuevos medios de comunicación.
En fin, seguiremos hablando de esto otro día.

Saludos, ñer.

Monica dijo...

Respecto al tema música y dvd, realmente desde que viví en UK me di cuenta del robo a mano armada que se produce en España con cd y dvd a más de 12 euros, resultado, en UK no había semana que no me comprara un dvd o un cd incluso más de uno y aquí llevo meses sin comprar nada, la única opción que me queda descargarlo o comprar en internet al extranjero.