miércoles, 20 de abril de 2011

Mirar "El Color Púrpura"


He aquí una película poderosa y terriblemente popular, que atesora los momentos más lacrimógenos del cine de los ochenta.
"El Color Púrpura" es un ejemplo de la distinción arrebatadora de Steven Spielberg, capaz de marcarse un melodrama de lujo y hacerlo una experiencia difícilmente olvidable.


"El Color Púrpura" cuenta la historia de Celie, la niña que habla con Dios.
Siempre ha sido buena, pero los hombres de su vida la han convertido en una esclava, sin opinión ni mañana, arrebatada de su sonrisa y de todo lo que quería.


De un padre abusivo e incestuoso, Celie llega a la casa de su marido, el señor Johnson, sólo para ser su criada, su consolador sexual y el saco de sus peores golpes.


En la mesilla de noche, descansa la foto de la fabulosa cantante.
La mujer con la que el señor Johnson siempre quiso casarse: Shug Avery.


Una noche de tormenta, llega Shug, enferma e intoxicada, y Celie debe cuidarla. Esta definitiva humillación se troca inesperadamente.
Shug llama sister a Celie en plena taberna y le dedica un blues.


Shug Avery se hace la llave de todas las cosas que buscaba y necesitaba Celie.
Así, empieza a rebelarse poco a poco, rastreando el recuerdo de Nettie, su perdida hermana, en cartas escondidas y mundos distintos.
Celie ya no se conformará con sobrevivir, ahora luchará.


"El Color Púrpura" se basa en la novela de Alice Walker, que narra una historia de mujeres en la oscuridad, que sufren y viven en el impío panorama del Sur de principios del siglo XX.


"El Color Púrpura" era la primera aventura cinematográfica en la que Spielberg se ponía completamente serio; una pretensión suntuosa, estilo "Gone With The Wind", con vistas al Oscar.


Si el film fue generalmente bien recibido por público y crítica, recibió una serie de hachazos que terminaron por condenarlo históricamente.
"El Color Púrpura" no se considera un clásico por muchos cinéfilos, simplemente porque no fue la película esperada por otros tantos.


Además, se hacía políticamente incorrecta para muchos sentires afroamericanos, que observaban un escalofriante retrato sobre sus más inmediatos antepasados.


Los fans de la novela de Alice Walker aseguraron que la elección de Spielberg había sido fatal, porque contaba un mundo completamente ajeno a la cultura y estilo del director.


Él mismo se sintió acomplejado con el material desde el primer momento, y siempre ha expresado su arrepentimiento por ser tan modoso con tramas como la relación lésbica entre Celie y Shug.


Todavía quedaba el gran varapalo. "El Color Púrpura" recibía once nominaciones al Oscar. Entre ellas, no se contaba la de mejor director del año.
La omisión de Spielberg no sería nada en comparación con el escándalo del resultado final: 11 nominaciones, ni una sola estatuilla.


Si Spielberg se quedó sin dormir hasta que consiguió el Oscar muchos años después, hubo dos marchosas señoritas que sólo sacaron buenos frutos de sus respectivos debuts en esta película.


Porque "El Color Púrpura" fue el principio de la importancia Whoopi y la importancia Oprah. Ambas eran desconocidas en el momento de incorporar a Celie y Sofia. El resto ha sido leyenda y las mejores coronas de la celebridad.


Veinte años después del rodaje, ambas se reencontraban, aclaraban malentendidos y defendían la indiscutible resonancia de la película en sus vidas.


"El Color Púrpura" está sembrada de errores, dicen historiadores y sostienen muchos críticos, analizando la cinta al revés y al derecho.


Tal vez, muchos se sientan incómodos con la historia anti machista que cuenta. Es probable que otros no perdonen a Spielberg sus tácticas para asegurar pañuelos ajenos.
O quizá "El Color Púrpura" podía haber sido mucho mejor.


Hoy luce como un cuento de hadas, y en ese sentido, se revela como una pieza perfecta, que cumple con su cometido.


Llega al corazón de los espectadores con una historia de esclavitud y posterior rebelión, donde las heroínas terminan con el hechizo de sus ogros cuando les colocan el espejo de la verdad frente a ellos.


Expresa que, hasta en el empeño más difícil, Steven Spielberg demuestra ser ese alumno aventajado que lo sabe todo sobre el cine, la emoción y el espectáculo.
Para quien esté dispuesto a sentirla, "El Color Púrpura" sigue siendo esa gran película de llorar, con la que reencontrarse y reconciliarse en cada nueva visión.


Ya lo dice Shug Avery: "Creo que Dios se ofende cuando pasas por el color púrpura y no te quedas mirándolo".

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