jueves, 21 de abril de 2011

Aventuras con Ewan


Ewan McGregor siempre ha tenido la rara capacidad de ser lo mejor de sus películas.
Y bien puede considerarse como el actor más camaleónico que se recuerda.


Al menos, sabe nadar como ninguno entre películas estupendas y castañazos de pronóstico.
Nunca pierde la clase, ni ante pelucas temibles ni bajo guiones criminales.


Porque Ewan nació para la variedad, y adora combinar escenarios, acentos, trajes, cortes de pelo y registros variopintos.
Desde Escocia hasta Hollywood, sin complejos, seguro y confiado de su indiscutible valía.


Ewan es adicto a los desafíos; un aventurero de pro, que sólo teme al aburrimiento.
Ya lo sospechamos cuando protagonizaba aquellos documentales donde recorría el mundo en moto.


McGregor se cuenta con Renton y se incrementa con Christian.
De interpretar a un existencialista yonqui hasta bailar y cantar por amor a Nicole Kidman, se cuajó el encanto.


Un encanto que todavía no ha terminado; diríase que sólo acaba de empezar.
El pasado marzo, Ewan cumplió cuarenta años, y no hay quien se lo crea.


Parece que fue ayer cuando era aquel niñato kamikaze de "Trainspotting", que corría en dirección contraria a las expectativas del mundo.
Hemos crecido con Ewan, y lo reconocemos como parte del cine contemporáneo que más nos gusta.


Como casi ningún otro actor de su estatus, McGregor jamás ha tenido problema en incorporar a personajes ambiguos u homosexuales.


Al principio de su carrera, parecía que disfrutaba especialmente con los mayores riesgos, despelotándose a cada momento y necesitado de abordar seres limítrofes y atribulados.


Ni ponerse smoking ni atacar clones le hicieron olvidar su preferencia por los trampolines y los saltos mortales.
Volvió a ser gay para la maldita "I Love You, Phillip Morris", y quiso lucirse en todo esplendor para las revistas oportunas.


¿A quién le importa?, profesa Ewan como brújula profesional.
Detrás de escena, la diseñadora Eve Mavrakis es su true love, esposa y madre de sus tres hijas.


Ewan no hace ruido. Aparece con sigilo por estrenos y dedica su súper sonrisa a los fotográfos.
Es un hombre tranquilo, una estrella duradera, un chico diez.


Más bonito que el Sol, sólo queremos que siga brillando.

5 comentarios:

Athena dijo...

¡Y que brille por muchos años! :)

Groupiedej dijo...

Lo amo, lo amo, lo amo, lo amo, lo amo....... LO AMO!!!!!!

azu sevilla dijo...

gracias athena....sabes como darme donde me duele...es maravilloso tener amigas que no utilizan mal tus debilidades y desde luego mi ewan es mi debilidad...un beso para ambos con la misma intensidad...pero con diferente intención (ups..casi lo pongo sin acento)

Noé dijo...

Su sonrisa es asesina!!!

Athena dijo...

De nada, azu. Esta estupenda entrada de Josito estaba hecha para usted.