Robert Downey Jr.

Nos gusta el peligro. Y, por extensión, los hombres que pueden ofrecerlo.
Robert Downey Jr. lo promete con sólo una mirada. Su picardía ha sido siempre su seña de identidad. Lo tiene todo; talento, atractivo y la capacidad de romperse como el cristal.

Hoy estrena "Iron Man", donde interpreta a un superhéroe aficionado al whisky y la mala vida. Los fans del cómic aseguran que Downey ha nacido para ese papel.
En cualquier caso, "Iron Man" es un ejemplo de que las aseguradoras han vuelto a confiar en Robert. Y de que el público sabe perdonar.

Los que pidieron el Oscar para su "Chaplin" lo aclamaron como el actor joven más interesante de la época. Hubiese sido favorito ese año para llevarse el premio; pero Al Pacino acudía con doble nominación y unas ganas histéricas de vencer.
Después de su asombrosa interpretación de Charles Chaplin, la carrera de Downey fue cuesta abajo y su popularidad decreció. Nadie se preocupó por él hasta que empezó a ocupar portadas en los tabloides.

El final de la década de los noventa no sería el mismo sin las rampages de Robert Downey Jr. Los delirantes episodios que narraba la prensa sobre el actor más intoxicado del panorama provocaban una sensación entre el temblor y la risa.
Robert se convirtió en el perfecto household name para designar a la estrella en permanente rehabilitación. La Clínica Betty Ford tenía ya su líder.

Su primera vuelta al mundo fue de la mano de "Ally McBeal". La audiencia de la serie se revitalizó inesperadamente y Downey recibió un Globo de Oro al mejor actor de reparto.
Sin embargo, un nuevo arresto por conducir borracho le costó un despido fulminante y un nuevo período de silencio.
Elton John, tan sensible en estos asuntos por experiencia propia, se encargó de su definitiva resurrección, y le permitió protagonizar el videoclip "I want love".

Y he aquí la clave del asunto. Nos enamoramos perdidamente de Downey en esa lucha por resurgir, cuando brotaron marcas en su rostro y la mirada se le desvió para siempre. En "Ally McBeal" aseguraba el suspiro, y en el vídeo de "I Want Love", los calores.
El peligro, amigas, el peligro. Sirva de ejemplo la propia frase que Downey dijo de sus adicciones: "Fue como tener una pistola cargada en la boca y disfrutar del sabor del metal".
Él sí que sabe a metal para nosotros.

Pero, sobre todo, a acero. Porque, en definitiva, Robert tiene fuerza. Ha recogido las piezas de su malograda carrera y de su dañada imagen, y las ha reconstruido admirablemente.
Se puede decir, sin ninguna duda, que ha vuelto y mejor que nunca. "A Guide to Recognizing Your Saints", "Zodiac", "Iron Man". Downey protagoniza y está sensacional.