martes, 20 de mayo de 2008

Wild River


La carrera de River Phoenix alcanzó su momento decisivo con su aparición en el memorable arranque de "Indiana Jones y la Última Cruzada".
Pese a que fuera una intervención breve, interpretando al joven Indy en su época de boy scout, era el desembarco del actor en el blockbuster por primera vez.
Y Spielberg ratificaba con esa elección todas las promesas que llovían en torno a Phoenix, tras una década llena de triunfos.


"Exploradores", "Cuenta Conmigo", "La Costa de los Mosquitos", "Running on Empty". River Phoenix se convirtió en el chico dorado de la segunda mitad de los ochenta.
Las niñas de todo el mundo suspiraban por ese rubio de expresión torturada y los críticos alababan su trabajo, por esa mezcla de intuición y talento natural.


Su imagen se deslizaba poco a poco a conquistar el título de James Dean de la época.
Se rebeló y dijo que no quería ser el joven Indy para la tele, porque lo esperaba Gus Van Sant. Así encontró el papel de su vida: el chapero narcoléptico de "Mi Idaho Privado".


Mientras, se involucraba en todas las causas humanitarias y ecológicas posibles y disfrutaba de su gran pasión: la música.

Con sólo veintitrés años, River murió de una sobredosis en los exteriores del Viper Room, un local de Hollywood; uno de los propietarios del club era Johnny Depp.
La mezcla de heroína, cocaína y Marrón Persa que ingirió aquel Halloween de 1993 lo llevó a la muerte, en presencia de sus dos hermanos y de la actriz Samantha Mathis.
Su fallecimiento fue tan trágico como sorprendente, porque muy pocos conocían las adicciones de Phoenix. El luto mundial que suscitó lo hizo cadáver exquisito y mito generacional; meses después, el suicidio de Kurt Cobain incrementaba esta saga noventera del horror.


La familia de River Phoenix ha preferido mantenerse callada en torno a los motivos de los abusos estupefacientes del fallecido.
River dio una posible pista para entender la causa de sus depresiones.
Sus padres se vincularon a una secta llamada "Children of God", cuando él era niño. Y según River, sufrió abusos por parte de los componentes de esa organización.


Poco antes de su muerte, ya lo había anunciado. "La adicción no se limita ni a los pobres ni a la mala gente; es una enfermedad universal".
Y, en su caso, todavía un misterio sin resolver.

2 comentarios:

dissociative identity disorder dijo...

no hay UNA sola razon, unica, para ser junkie...

Pati Difusa dijo...

mi idaho privado es una de las películas más bellas que he visto, es la tristeza hecha belleza, duele saber que el destino de ese chapero caminando por la carretera era morir de sobredosis.