jueves, 17 de febrero de 2011

La Importancia Bale


Con Christian Bale, Hollywood ha encontrado la aleación exacta.
Y, así, prefiere dosificarlo, a razón de súperproducciones de estruendo y películas de ambición.
Porque no se debe parar de mimar a este chico guapísimo, de talento demostrado y renovable inquietud artística.


Sus películas dan dinero, se ha granjeado una poderosa legión de fans y, de vez en cuando, sus pequeños escándalos condimentan notas de prensa.


El próximo día 27, es bastante probable que Christian logre la definitiva ratificación de la industria, ganando el Oscar como mejor actor de reparto por "The Fighter".
Supone su primera nominación a la estatuilla y se pregona favorito de todas las quinielas.


Desde que se puso cachas para "American Psycho", esperar que Christian se descamise es parte de la emoción.


Se le reconoce por lucir el mejor cabello del mundo conocido y, como maromo, podríamos definirlo como esa gloriosa distancia intermedia entre lo caliente y lo elegante.


Como actor y estrella, se prefiere camaleónico y, por ello, un nuevo papel significa un reto físico y psicológico.
Cuando hay que ser un desgraciado, no come en todo el día. Cuando toca Batman, Bale no sale del gimnasio.


En todas sus aventuras, entra en contacto con la oscuridad de sus personajes y se deja llevar.


Tanta obsesión por sus caracterizaciones ha tenido su consecuencia: Christian Bale está como una cabra.
Con el tiempo, se le ha quedado impresa una mirada de loco peligroso, que, por otro lado, le ha otorgado mucho atractivo.


Su familia y sus compañeros de rodaje han sido víctimas y contrapuntos de sus rabietas; éstas después publicitadas y vendidas como la prueba de que este rey es un niño mimado.
Pero rey, al fin y al cabo.


Ahora Christian, hacia el Oscar y más allá, luce magnético desaliño y espléndida barba, mientras sonríe como si hubiese recuperado la tranquilidad.


En su agenda, tiene pendiente una nueva visita a las sombras batmanescas.
En "The Dark Knight Rises", será Bruce Wayne por tercera vez, al lado de un reparto que se incrementa al compás de la noticia exclusiva.
Anne Hathaway, Tom Hardy, Joseph Gordon-Levitt, quizá Marion Cotillard.


Toda la culpa de nuestro idilio con Bale la tiene ese señor de espaldas, el mismo que lo saluda en los Globos de Oro, tantos años después de ser su mentor cinematográfico.


Atención pregunta. ¿Es acaso Christian Bale el hombre diez de Hollywood?


En cualquier caso, nadie duda de que se alínea entre lo very best del cine contemporáneo desde hace buen rato.


Benditos jueves.

6 comentarios:

Athena dijo...

Qué bueno, Josito. Un actor como la copa de un pino que no torció su carrera por haber empezado demasiado joven en este mundo.

Camilo dijo...

Antes yo lo tenía por buen Batman (el mejor Batman hasta le fecha, con diferencia) pero The Fighter me lo ha descubierto como magnífico actor. Por momentos me recuerda al gran Daniel Day Lewis, a quien también tantearon para hacer de Batman antes de darle el papel a Val Kilmer. Es el Oscar más evidente de este año.

Ernesto dijo...

El que vale, Bale!

Kate dijo...

Sencillamente hermoso... ese hombre me encanta. Como siempre, un post excelente!

Saludos.

Justo dijo...

No sé si es mejor el irresistible Bale o el post que le dedicas.

Pero, ¿sabes qué te digo? Ojalá no le den el Óscar. En este preciso de fama está muy bien... que no nos lo vulgaricen.

Justo dijo...

...preciso punto de fama, quería decir.