domingo, 7 de septiembre de 2008

Vanessa


La leyenda cuenta que Laurence Olivier anunció el nacimiento de Vanessa durante una representación de "Hamlet". La recién nacida estaba destinada a continuar la dinastía de los Redgrave, renombrados actores del teatro british. Nadie sabía entonces que se convertiría en la intérprete más popular y aclamada de toda la familia.


Años después, el festival de Cannes se entusiasmaba con "Morgan, un caso clínico", pero, sobre todo, con su protagonista femenina, a la que nombraron mejor actriz.
Vanessa Redgrave desembarcaba en una época que estaba hecha para ella. Se requerían mujeres independientes, concienciadas, delgadas e inteligentes. No había otra más ideal que Vanessa.


Durante toda su vida, la Redgrave se ha mantenido como el férreo bastión de una postura política y laboral completamente intransferible.
Mientras se desvive por todas las causas mundiales, demanda que sus papeles cinematográficos tengan un requisito de calidad.


Por eso, todas las películas de Vanessa son buenas, o, al menos, van de ello.
A esta Redgrave siempre le ha gustado moverse en el terreno de la "aparición fascinante". En varias de sus películas, interviene en sólo una parte del metraje, pero se hace dueña del alma de los espectadores. ¿Quién la puede olvidar en "Blow-up", en "Julia", en "Regreso a Howards End" o incluso en la muy reciente "Expiación"?


En "Camelot", bellísimo y aún infravalorado musical, la Redgrave interpretó a una Ginebra sencillamente espectacular. Y allí fue donde conoció al macizo Franco Nero, que incorporaba a Lancelot.


Desde entonces, la distinguida inglesa y el macho italiano han mantenido una relación de más de cuarenta años, mediada por períodos de abandono total, enmendados con rápidas reconciliaciones.


Nunca han vivido juntos en la misma casa, tienen un hijo en común y se han puesto cuernos a mansalva; pero en 2006, Vanessa y Franco todavía encontraron fuerzas para casarse oficiosamente y renovar una historia de amor tan apasionante como complicada.


Con toda probabilidad, Franco Nero nunca ha sido capaz de aprehender la estela de una mujer única, a la que siempre ha sido muy difícil convencer. En cambio, nosotros, que la adoramos, siempre le hemos dicho que sí. Bien convencidos con Vanessa.

6 comentarios:

Eduardo Fuembuena dijo...

Si, Montez,

Pero queremos tanto a Glenda.... y no voy a extenderme al respecto.

Saludos.

Lord Alfred

Josito Montez dijo...

No crea que no he pensado en dedicarle un domingo a Glenda Jackson, pero no sé si estaré a la altura de lo que usted espera...

Lee dijo...

Que grande Vanessa...has elegido unas fotos preciosas.
Me encanta el blog. Un saludo.

Silderia dijo...

Una relación de amor demasiado apasionada, lo que me extraña es que aún sigan vivos con tantos altibajos, me encantaría que le dedicaras un domingo a esa mujer tan espectacular.
Ah, lo del beso. Tienes mi permiso, puedes darle un beso en los morros a syb y con lengua si te apetece, que se lo ha ganado. A mi no me dice cosas tan bonitas

Zinquirilla dijo...

Bueno, gracias Richardson la saga continua.

Anónimo dijo...

ya no quedan actrices de esa madera.Ni actores. !buscadme uno ahora, por favor...!