Ser un 'Best-Seller'

Sales fresco y emocionado de la imprenta, te colocan en el lugar más visible de librerías y grandes almacenes y todo el mundo pregunta por ti. Eres el libro de moda.
Edición de lujo, más de cuatrocientas páginas y peso súper welter. Eres el regalo ideal.
Elaborarte ha sido un camino difícil. Ya no estamos en los sesenta, cuando a Harold Robbins y a Jacqueline Susann les bastaba con describir un polvo para arrasar en ventas.

Ahora hay que ir más allá, disfrazarse de culto, de importante y, sobre todo, de visionario.
Prometes a tus lectores contarles lo que no se sabía; replantearles su existencia, su tranquilidad e incluso su noción de la cultura y la Historia. Nadie como tú para fabular lo descabellado y venderlo como garantía de verdad.

El cristianismo revisado, el inminente Apocalipsis, Barcelona hecha una intriga, catedrales medievales en construcción.
Te vendes como la nueva Biblia, querido best-seller, pero tu verdadera intención es conquistar el morboso corazón de tus compradores con la ficción más elemental que existe.

¿Qué pasará? ¿Qué pasará? Eres el ladrillo más tremendo que ha parido imprenta; ya te vale crear suspense, aunque no sirva para nada y acabe todo como empezó. Porque, más que intrigante, eres intrigoso.
Debajo del escandaloso misterio oculto en cuadros, manuscritos y estanterías polvorientas, siempre hay un protagonista simpático y aventurero, con un pasado, una historia de amor y un montón de cosas que aprender.
Al fin y al cabo, por mucho viaje al pasado o desplazamiento geocultural, la geisha debe sentir lo mismo que la lectora del metro de Madrid.
¿Demasiado barato? ¡Pero si la ficción no la inventaste tú, mamotreto!

Todavía puedes agotar tu proverbial oportunismo, y vender más gato por liebre. Te achacan que tu estilo narrativo es impersonal y que no aporta nada a la Historia de la literatura.
¿Qué mejor opción que disfrazarte de corriente literaria? Aprovecha golpe de Estado nacional, sé realista mágico y cuéntanos la historia de tus abuelos, que la casa está a tope de espíritus.

¿Demasiado complicado? A por la etiqueta y el público concreto. Son los que te van a garantizar tu conversión en saga.
En el Mundodisco, en los Reinos Olvidados, en Dune, en la Tierra Media, en el castillo Hogwarts, en la gotizada Nueva Orleans o en la vampírica y hormonal Forks, todo es cuestión de lenguaje propio, de guiño y de elemento reconocible.
La juventud se vuelve loca, te compra y te hace su amuleto.

Pero, querido best-seller, tus días de gloria están contados. Pronto, te hacen rústico y te manosean sin piedad.
Empieza a rezar por una adaptación cinematográfica que trascienda, para que asegure tu reedición. Porque otro best-seller ya ocupa tu lugar. Puede que alguno de tus lectores te recuerde y piense que le pareciste muy bonito.