jueves, 11 de septiembre de 2008

Jason Statham


Jason Statham es nada más y nada menos que la nueva sensación maromial de Hollywood.
Para ello, ha conquistado a dos tipos de público: los que adoran sus muy ceporriles películas de acción y los que son devotos de sus variopintas formas de quitarse la camisa.


No es la primera ocasión que un tipo como Jason se constituye como icono de testosterona sin refinar y, al mismo tiempo, provoca el suspiro homosexual.


Esta vez, el artefacto de virilidad proviene de Londres, fue descubierto por Guy Ritchie y, en ocho años, se ha hecho un actor de culto.
Está convencido de que ninguna de sus películas - con títulos como "Crank" o "Transporter" - le dará el Oscar, pero ¿quién quiere estatuillas con semejante macho de acento british?


Al fin y al cabo, el suspense que más nos gusta consiste en esperar el momento en que Jason enseña torso. La ALPP lo avala incondicionalmente.


En definitiva, Jason Statham es la prueba tangible de que ha vuelto el macho sin aditivos y de que la metrosexualidad fue un invento para vender lociones.


Como nota de interés, añadir que, en dos películas - "London" y "Cellular" -, Jason coincide con nuestro querido Chris Evans. La pelea que sus personajes mantienen en "Cellular" provoca taquicardias varias.
¿Para cuándo una película en la que se besen con semejante furia?


He dicho que se acabó el verano, tigre.

3 comentarios:

Zinquirilla dijo...

zinquicine: hoy en Días de cine, reportaje sobre el 60 aniversario de Las zapatillas Rojas.

Y respecto al mar.. tío de hoy, no comparto para nada la idea de marmazo. Se van perfilando sus gustos Señor Montez y aunque ambos nos volvamos locas por los hombres, se nota lo diferente que somos en gustos, jeje. Hace unos días homanejeé a
Hugh Grant
y al pasarme por aquí comprobé horrorizada que aún no le has dedicado un jueves!

Josito Montez dijo...

Piense, querida, en las ventajas de esa diferencia de gustos. Nunca tendremos catfight por un hombre y nuestra amistad durará eternamente.

Y lo de Hugh Grant, pues no, no me gusta nada, ni media ostia, vamos, jejeje.

Besos.

Groupiedej dijo...

Es que donde esté un buen hooligan, que se quiten los ingleses blandengues, dónde va a parar. Respecto a la metrosexualidad, disiento. Creo que era un invento para mantener gente en el armario. Por lo demás, de acuerdo, un buen morreo entre Statham y Evans serían capaces de hacer que hasta yo fuera al cine a ver una de estas cosas.