Sergi López

Conocido internacionalmente por su villanísimo de "El Laberinto del Fauno", Sergi López es el actor catalán más celebrado del cambio de siglo.
Cuando se le descubrió a finales de los noventa, ya se había labrado un buen camino en el cine francés, donde era preferido para hacer de español entusiasta.

Muchos nos enamoramos de Sergi como el adorable protagonista de "El Cielo Abierto", el mismo que recupera las ganas de reír gracias a Mariola Fuentes.

Pero tanto la especialidad como el interés del señor López siempre se han centrado en incorporar a los cabronazos.

Psicópatas, maltratadores, hijoputas recalcitrantes; esos han sido los mayores logros interpretativos de Sergi.

Su interés por la maldad pura y dura encontró la correspondencia mainstream en "El Laberinto del Fauno", donde fue atroz fiera franquista.

Ese escalofriante ejecutor de la posguerra española contrastaba con la procedencia de López; no sólo es retoño de una familia republicana, sino catalanista de pro.

Sergi López se mantiene interesado por todo lo que esté más allá del río Ebro, y entre Cataluña y Francia, se mueven sus preferencias cinematográficas, siempre en terrenos de películas que rehuyen lo convencional.

Sergi también ha querido ser amoroso. Así, ha seducido a Nathalie Baye, a Kristin Scott Thomas y al mundo modernito de Isabel Coixet.

Y es un macho como no hay otro en toda la Península Ibérica. En el universo de los pechos peludos, el suyo podría tener el rango de lo apoteósico.

El personaje de Naím Thomas ya expresaba en "Caricias" lo mucho que lo envidiaba, mientras no quedaron babas para el resto de los mortales.

El morbo que despierta este hombre podría ser envidia habitual de esos Bardem y Banderas, que me provocan tanto bostezo.

Esta misma semana, Sergi López recibía el premio de la revista Fotogramas como mejor actor teatral por la obra "Nonsolum".
Un diagnóstico preciso de que Sergi sigue adelante, con pendiente en la oreja, patillas y sonrisa irresistible.

Y todo el talento del mundo.