sábado, 24 de abril de 2010

"Damages"


Desde su primera secuencia, se mete al espectador en el bolsillo.
"Damages", hipnotizante thriller, utiliza la corrupción personal y profesional como tema básico, y la destrucción como resultado inevitable.
Como reza la canción de apertura: "Cuando acabe contigo, no quedará nada".


Sus personajes se desarrollan en escenarios de poder e influencia, donde el dinero y la victoria funcionan como detonantes.
El tono de "Damages" se mueve entre la intriga hardcore y el melodrama sombrío, mientras su narrativa propone un juego tan tramposo como estimulante.


Como en "Lost", las incógnitas se dilatan, mediante la combinación intencionada de imágenes de distinto espacio temporal.
Como en "Mujeres Desesperadas", se maneja la línea entre la realidad y la apariencia para asegurar el misterio y la sorpresa.


Pero, a diferencia de la primera, cada temporada termina con todas las respuestas a la trama principal.
Y, al contrario que la segunda, la resonancia sentimental no impera en los impulsos de los culpables de "Damages", más motivados por emociones oscuras.


Cual ejercicio de ambigüedad, "Damages" se centra en un personaje contradictorio llamado Patty Hewes, despiadada abogada de Nueva York, en pie de guerra contra las corporaciones fraudulentas.


Aquejada de la obsesión por triunfar, Patty defiende el fin por encima de los medios.
Y qué medios. Su arrojo la lleva a atacar con insidia a sus terribles oponentes y a manipular con astucia a sus peones.


Patty no tiene ningún complejo en actuar al margen de la ley y juega sus cartas con maestría.
Sin embargo, no podrá evitar mancharse de sangre ni que la culpa azote su psique en momentos determinantes, al ritmo que su vida privada va en caída libre hacia el desastre.


Incorporada por una magnífica Glenn Close en uno de los papeles de su vida, Patty Hewes habla del vigente magnetismo que ofrecen este tipo de personajes canallas.


Como nosotros, la joven Ellen Parsons entra de manera inocente en el bufete de la Hewes.
Abogada principiante e insospechada pieza del tablero de su jefa, Ellen pronto se verá envuelta en la telaraña que despliega Patty.


Ha entrado en un universo donde anticiparse nunca es suficiente, desconfiar de todo es lo aconsejable y la Estatua de la Libertad puede dejarte soltera.


La primera temporada se centra en la lucha entre Patty y el empresario Arthur Frobisher.


La titánica trifulca conllevará daños colaterales. Entre ellos, la pérdida de la ingenuidad de Ellen y la pavorosa desesperación de Ray Fiske, el patético abogado de Frobisher.


Éste, interpretado por el siempre inquietante Zeljko Ivanek, que ganó un Emmy tan merecido como el de Glenn Close.


La segunda temporada apostó por combinar varios misterios, intercalados con tramas independientes; según sus creadores, para hacer la serie más accesible.
Sin embargo, la sensación que se obtuvo fue la opuesta.
La calidad general se mantuvo, pero ese segundo año caía en ocasionales lagunas de confusión y presentaba una imagen-truco demasiado potente para encontrar una resolución a la altura.


Esta tercera temporada ha supuesto una vuelta a los mejores tiempos, potenciando su clásico tema de la suspensión de la ética para conseguir los deseos personales.


Argumento que no sólo se detecta en el nuevo objetivo de Patty - la familia Tobin -, sino también en las artimañas de sus dos pupilos - tanto la citada Ellen como el fiel Tom Shayes -, que demuestran con creces la lección bien aprendida.


El incierto futuro de la serie nos deja con una gran desazón.
De ejecución dramática impecable y con un reparto fastuoso, que recupera a grandes y reivindica a nuevos, "Damages" ha sido favorita secreta para los que la descubrimos.


En definitiva, una joya, que será añorada por todos los devotos de la buena televisión.

3 comentarios:

CaféOlé dijo...

Si finalmente la serie no consigue sobrevivir, será una tragedia para mí. Me parece buenísima!
Y teniendo en cuenta la cantidad de productos mediocres que se mantienen en antena, sería casi un delito...
Besitos.

Josito Montez dijo...

Toda la razón. Aunque vete preparándote para la tragedia, porque su renovación sería milagro de Fátima.
Besos!

Anónimo dijo...

Muy bien la primera temporada, pero luego... tengo mis dudas.