En plena guerra de Vietnam, Jackie DeShannon cantaba a Norteamérica que what the world needs now is love, sweet love.
Fue su mayor éxito; porque no hay nada como recurrir a Burt Bacharach, el compositor imprescindible de la década de los sesenta y considerado como la quintaesencia de lo cool.
La canción venía a decir que el mundo necesitaba dulce amor, porque era lo único que escaseaba de verdad.
Así, la ligera protesta contra la guerra imperialista era a la vez el refrendo de eso que seduce tanto, cuando se grita pleno pulmón. Que el amor es puro, total y sanador.
Así, la ligera protesta contra la guerra imperialista era a la vez el refrendo de eso que seduce tanto, cuando se grita pleno pulmón. Que el amor es puro, total y sanador.
En todo su repertorio, Bacharach y su letrista Hal David defendieron a capa y espada que el happy feeling estaba de moda, que era lo más de lo más, incluso cuando era unhappy y te rompían el corazón.
Estos dos señores son conocidos por crear el 90% de las canciones de Dionne Warwick y por aportar exitosos temas a películas tan emblemáticas de su época, como "Dos hombres y un destino", "Alfie" y "Casino Royale".
Dusty Springfield, Aretha Franklin, Jack Jones; los reyes de la canción melódica y groovy se arrancaban por Bacharach a la mínima de cambio.
Su reinado en la balada pop se revalidó en los setenta, con el "Close To You", ese clásico del azúcar refinado interpretado por los Carpenters.
Su reinado en la balada pop se revalidó en los setenta, con el "Close To You", ese clásico del azúcar refinado interpretado por los Carpenters.
Y la mejor manera de no olvidar a Bacharach son los revivals.
Ahí está toda esa declaración llamada "La Boda de mi Mejor Amigo", que volvió a poner de moda el "I Say a Little Prayer For You".
Ahí está toda esa declaración llamada "La Boda de mi Mejor Amigo", que volvió a poner de moda el "I Say a Little Prayer For You".
Pero yo no voy a hacer un homenaje a Bacharach y a David. Los voy a culpar. Si pudiera, los denunciaría.
Porque me creí sus canciones, desde las que celebraban el amor hasta las que honraban la tristeza y el orgullo del abandono. Éstas últimas son las más tremendas, sin duda alguna.
Porque me creí sus canciones, desde las que celebraban el amor hasta las que honraban la tristeza y el orgullo del abandono. Éstas últimas son las más tremendas, sin duda alguna.
Pensé que sentiría pronto lo que el mundo necesita. Sí, precedido de un saxofón solitario y acompañado de un piano melodioso.
1 comentario:
Sabes? tienes un blog esplendido!
me he pasado mi rato aca, jejeje
y escribes de lo weno! entretenido y directo
felicidades!
Publicar un comentario