Fassbender & McAvoy: First Class

Regresan los superhéroes mutantes. Y lo hacen con olor a nuevo.

Es el turno de "X-Men: First Class", que se resuelve como precuela de la popular saga.

Esta última entrega nos transporta a un imaginario 1962, indagando en los orígenes de la rivalidad entre el Profesor X y Magneto.

"X-Men: First Class" es la superproducción del momento, de estreno internacional previsto para mañana, y con las miras en arrebatar el primer puesto a "The Hangover: Part II".

De cómics y repeticiones vive el cine comercial norteamericano.

Y "X-Men: First Class" cumple los requisitos necesarios para arrasar.
De entrada, cuenta con un reparto fastuoso, encabezado por nuestros protagonistas de hoy.

Dos lados de asumir la propia diferencia, dos modos de mirar la guerra; así son el Profesor X y Magneto.
En el cine, los conocíamos bajo los rostros de Patrick Stewart e Ian McKellen.

Para esta película, se hacía necesario buscar a un par de carismáticos jovenzuelos para incorporar a sendos personajes durante sus años mozos.

La elección es inmejorable. Al menos para nosotros, devotísimos de James McAvoy y Michael Fassbender.

¿"X-Men: First Class" los convertirá definitivamente en actores reconocibles por el gran público? ¿Quizá en estrellas?
¿O preferimos que James y Michael sigan siendo nuestros y de nadie más?

Ya coincidieron al principio de sus carreras. Aparecían en pequeños papeles dentro de la sobrecogedora miniserie "Band of Brothers".

A partir de entonces, se bifurcaron filmografías.

A dos actores tan distintos, les une la inquietud de los mejores y la frescura de los recién llegados.

Se visten de pasado, se mueven entre las habitaciones del presente y viajan a mundos de fantasía. Siempre encantan, nunca dejan de seducir.

James McAvoy, el chiquitín más buenorro que recuerdan estos ojos, es adicto a la variedad, pero no se conforma con cualquier cosa.

Desde su entrada en los titulares, elige sus papeles con especial cuidado y, de resultas, se deja ver menos de lo deseado.

Pero no olvidaremos nunca cómo nos hizo llorar en "Expiación" y "Becoming Jane".
Incorporar a Charles Xavier supone su segunda incursión en la acción postinera, tras "Wanted".

Fassbender, o el placer de los descubrimientos.

Es el tercer jueves de 'Josito Montez' en el que aterriza; primero, lo hizo por 'bastardo', luego cortesía de pelirrojez.

Y mucho más que vendrá.

Porque no queremos cansarnos de esa sonrisa, propia del que tiene un boleto de lotería premiado entre las manos.
Michael sube como la espuma.

El papel del contradictorio y apasionante Magneto es sólo una cara de un éxito doble.

Su Rochester de la más reciente "Jane Eyre" ya lo ha confirmado como seductor de las plateas.

David Cronenberg, Steven Soderbergh, Jim Jarmusch y Ridley Scott son los nombres de los señores directores que han enrolado a Michael en sus próximas películas.

Confirmando rumores, Fassbender pasea romance con una de las chicas de "X-Men: First Class".
Su nombre es Zoë Kravitz, nada menos que la hija de Lenny Kravitz y Lisa Bonet.

Envidiamos con rabia y desgañite a Zoë, mientras proclamamos el fassbenderismo como la más noble proclama maromista del 2011.

Los que han visto "X-Men: First Class" se han apresurado a calificarla de sofisticada y divertida.
¿Son razones para ir a verla?

'Josito Montez' ya tiene dos, y bien suculentas.