Natalie, A Escena

En un cálculo de probabilidades hollywoodienses, ganaría ella.
Todavía no se han anunciado las nominaciones a los próximos Oscars, pero un nombre se encamara en todas las encuestas como favorito para ganar el premio a la mejor actriz.
¿Será 2011 el año de Natalie Portman?

Lo ha empezado de la mejor manera posible, anunciando buenas nuevas en su vida personal y escuchando una ovación unánime, a tenor de su interpretación en "Black Swan".

Única combinación de mujer deseadísima y talento natural desde bien niñata, Natalie se ha hecho mayor.
En otro tiempo, se dijo esporádica, para terminar estudios y asegurarse posiciones vitales.

Volvió, se dio de bruces con la irrupción de su doble rubia y british - Keira Knightley -, cayó de pie y ahora encadena estrenos con toda tranquilidad.

Este año veremos a la Portman en la fantasía medieval "Your Highness", en la comedia romántica "No Strings Attached" y en la esperada superproducción "Thor".

Pero, sin duda, el título más interesante es esa extraña y seductora "Black Swan", o el resultado de contar "Las Zapatillas Rojas" con el tono y asedio de "Repulsión".

Aborda la historia de Nina, una bailarina atrapada en el demandante ballet que interpreta.

Se narra como una sórdida pesadilla, donde irrumpen una galería de temores femeninos: la rotura, la desnudez figurada y literal, la sensación de abuso y la aparición de la otra, esa que puede sustituirla.

Una película intrigante, dirigida por el siempre inquieto Darren Aronofsky; aun muy lejos de la genialidad, se encuentra entre lo más aguerrido que se paseará por los inminentes Oscars.

La película dio buenos resultados de taquilla; un éxito inesperado, que muchos aducen al interés del personal por la escena lésbica entre Natalie Portman y Mila Kunis.
Tomates aparte, Natalie se ha dejado la piel en "Black Swan", tanto como esa torturada Nina que incorpora.

Y, la semana pasada, la bella actriz aparecía con una sonrisa y anunciaba noticia doble: se ha comprometido y está embarazada.

El caballero en cuestión se llama Benjamin Millepied, bailarín y coreográfo de los pasos de Natalie durante la producción de "Black Swan".
En la película, Millepied también interpreta a su pareja de baile.

Además de convertir a la Portman en danzarina de postín, el duro entrenamiento también ha causado lo más parecido a la felicidad, esa que Natalie ahora anuncia con entusiasmo.

En cambio, el señor detrás de la cámara no se las promete tan contentas, románticamente hablando.
Darren Aronofsky es el responsable de películas tan intensas y aclamadas como "Réquiem por un Sueño" o "The Wrestler".

Es probable que Aronofsky reciba su primera nominación al Oscar por "Black Swan", donde vuelve a insistir en el terror de la autodestrucción, su interés básico como cineasta.

Pero, entre tanto laurel, es probable que Aronofsky eche de menos a Rachel Weisz.

Actriz y director mantuvieron una relación de nueve años, con un churumbel como resultado.
Él la dirigió en una ocasión, cortesía de "The Fountain".

El pasado noviembre, nos anunciaban ruptura.
Y esta Navidad, los objetivos han localizado a la Weisz con Daniel Craig.
Rachel y Daniel coincidieron en el cancelado y aplazado rodaje de lo último de James Bond.

Craig es mucho Craig. ¿Weisz ha ganado con el cambio?
En cualquier caso, Rachel verá a esa espléndida Natalie Portman de "Black Swan" - belleza de interpretación, muy atribuible a su talentoso marido - y sienta cierto resquemor de envidia y mucha añoranza por lo que quizás nunca volverá.

Por nuestra parte, que siga la función.