sábado, 6 de marzo de 2010

"Nip/Tuck"


Hágase la siguiente mezcla: un poco de "ER", otro tanto de "Six Feet Under", una generosa ración de Jacqueline Susann y todas las lecciones aprendidas del thriller erótico de los noventa.
Quizá el resultado que se obtenga pueda ser parecido a "Nip/Tuck", pero siempre faltará algo.


¿Cuál es el ingrediente secreto? Tal vez una punzante inyección de genialidad.
Su creador, Ryan Murphy, concurre en su obsesión por las máscaras sociales, por las coartadas de la imagen y por la idea del cuerpo como coraza del alma.


Los seres de "Nip/Tuck" aspiran a una vida perfecta, a un cuerpo perfecto, a una mentira perfecta, como reza la canción de apertura.
La cirugía plástica es el instrumento para desafiar los planes de Dios, donde los exteriores ajados, deformes o adiposos impiden conocer esos espíritus con ansia de triunfo.


"Dígame qué es lo que no le gusta de usted mismo", preguntan estos dos doctores a todos aquellos que acuden a su despacho de Miami.


Por la consulta de Troy/McNamara se pasean los monstruos de la insatisfacción, aspirando a cambiar sus defectos o a retrasar el tiempo a través de la cirugía.
La búsqueda de la belleza se complementa con la descripción gráfica de la fea operación, un repugnante horror de incisiones brutales, sangre y grasa.


Christian Troy se acerca depredador a las rubias descerebradas, convertidas de polvos de una noche en pacientes.


Con un lápiz de labios, marca los lugares conflictivos del cuerpo de Kimber Henry, la más notoria de todas.
Ella sólo quiere ser una mujer diez, para que la vida sea más fácil.


El socio de Christian, Sean McNamara, observa cómo su estabilidad pasa de diez a cero, en una destrucción imparable.


La frustración existencial de su mujer, Julia, y el descarrile total de su hijo mayor, Matt, evidencian que el proceder sensato no está exento ni de desgracias ni de terremotos emocionales.


Entre Christian, mujeriego, deliciosamente malvado, imprudente, adorador del dinero y del éxito, y Sean, moralista, talentoso y culposo, se ha creado una relación de dependencia.


Se llaman hermanos, se muestran inseparables y no pueden vivir el uno sin el otro, tan complementados como enfrentados.


En medio, está Julia, la mujer que comparten.


Sean la pierde por momentos; Christian no la ha tenido nunca, lo que incrementa su creencia de que es la única mujer de su vida.


En realidad, Christian y Julia compartieron noche y cama cuando eran adolescentes.
El resultado quizá sea el primogénito McNamara.


Por las angustias de este trío, sobrevuelan los misterios de la paternidad - ¿cómo actuar con ese Matt en caída libre? -, y la indecisión entre hacer lo correcto o lo deseado.


Y, ante todo, la familia y el grupo como un trabajo tan duro como necesario.


La primera temporada de "Nip/Tuck" es una bestialidad, y supone una entrada muy dura para el espectador.


Como dijimos a propósito de "Six Feet Under", la serie comienza a ser grandiosa cuando deja de usar a los personajes como títeres y empieza a mirar el mundo a través de sus ojos.


El segundo año es ejemplar en ese sentido.
"Nip/Tuck" no pierde su dureza ni sus ganas de epatar, pero la fascinación se incrementa.
Esta segunda temporada viene rematada por la revelación de uno de los grandes monstruos de la serie: Ava Moore.


Un personaje secundario, interpretado por Famke Janssen, se convierte repentinamente en el centro del drama.
Revela una cautivadora historia secreta, que sostiene una de las tesis de "Nip Tuck": la necesidad de cambiar la apariencia para poder ser querido.


"Nip/Tuck" no renuncia ni al melodrama ni al exceso.
Sus enrevesados casos clínicos, sus inenarrables personajes y sus giros de grandguinol se acumulan en un plato tan fuerte como adictivo.


Por sus imágenes, ha querido desfilar la crème de la crème.
Desde Joan Rivers y las actrices de "Knots Landing" hasta Larry Hagman, Mario Lopez o Bradley Cooper, pasando por estrellas internacionales del calibre de Jacqueline Bissett, Catherine Deneuve o Vanessa Redgrave.


El brillo show-biz se incrementa cuando Troy y McNamara se mudan a Los Ángeles y se involucran en una producción televisiva.
Sucede en la quinta temporada, centrada en el análisis de la fama y la celebridad como pecados capitales de la sociedad del éxito.


Aparte de Famke Janssen, debemos señalar dos actrices y dos personajes especialmente memorables.


Por un lado, Rosie O'Donnell como Dawn Budge, garrula millonaria, gracias a la lotería.
Y, por otro, Sharon Gless como Colleen Rose, agente artística con manifiesta predilección por los ositos de peluche.


Hasta en los momentos en que ha decidido ser petarda y bruta, "Nip/Tuck" siempre ha tenido algo inteligente y sensible que decir.
Y, por todo ello, se la echará mucho de menos.

3 comentarios:

MFAL dijo...

Nunca me había interesado pero si "La primera temporada de "Nip/Tuck" es una bestialidad, y supone una entrada muy dura para el espectador..." Yo compro :P

A ver el piloto!!! Saludos.

Josito Montez dijo...

Si te gusta, vas a disfrutar muchísimo.

Josito Montez dijo...

Qué bueno lo del balneario, en la trama aquella donde se plantea si Troy siente algo más que amistad por McNamara, jejeje.
Me alegro de que te haya gustado el post, más aún siendo tan fan.

Besazos.