viernes, 26 de marzo de 2010

Muchachos y Otras Verdades de Canarias


Las Afortunadas, las Canarias, el apéndice de España, el espejo del Sáhara, la avanzadilla de América Latina; ignoradas, desconocidas, confundidas con otras.
Todavía hoy tienen cierta aureola de remotas.


La Corona de Castilla las compró a finales del siglo XV, deseándolas como su necesario puerto de escala en su expansión hacia las Indias.
El mundo las ha apreciado siempre por su potencial turístico, por su clima perfecto, por sus sobrecogedores paisajes, por el acento dulcísimo de los habitantes.


Pero pocos saben de su historia de caciquismo, de su estatus de dependencia, de la miseria de sus emigraciones, de sus debilidades secretas, de sus mestizajes, de sus virtudes nunca entendidas.
Y, sobre todo, nadie sabe lo que significa la puta mierda del aislamiento. Porque Canarias vive tan eterna y sola como Macondo.


En el último capítulo emitido de "Lost", se ha desvelado que Richard Alpert era originario de El Socorro, un pueblo de la isla de Tenerife.


Al respecto de islas misteriosas, en Canarias también hay una.
Se trata del mito de San Borondón, islote que estaría entre Tenerife y Gran Canaria. Se puede ver desde la costa, y de repente, desaparece.


El misterio siempre fue de órdago. La verdad es que eso llamado San Borondón no es más que un espejismo.


Canarias como escenario y contrapunto de las ficciones internacionales ha tenido pocas oportunidades de lucirse, y de ahí la emoción de que la ABC conozca el archipiélago y lo haya nombrado en la serie notorious por excelencia.


No obstante, las islas han aparecido en algunas películas.


El final del "Moby Dick" hustoniano fue rodado en frente de la playa canariona de Las Canteras.
En "Hace un Millón de Años", el Teide prorrumpe en erupción detrás de Raquel Welch y los dinosaurios.


Y en la reciente "Clash of the Titans", se han colocado colosos en Las Cañadas.


El mismo Almodóvar situó su última tragedia en Lanzarote.
El panorama volcánico, bello, desolador, fatal, era testigo de los días finales del amor prohibido entre Lluis Homar y Penélope Cruz para "Los Abrazos Rotos".


Los intentos de crear un cine canario han sido puntuales y terriblemente costosos.
En realidad, la cultura encuentra pocas oportunidades de florecer, las oportunidades de promoción son limitadas y los canarios de talento acaban por irse.


Es quizá la clave de las islas. Tiene el complejo de que todos se van, tarde o temprano.
Mucha culpa la tiene su propia sociedad, que ha suplido su aislamiento con una búsqueda exacerbada de la identidad, que ha confundido cultura con tradición y que ha desarrollado un gran miedo a lo foráneo y a lo sobresaliente.


Pero, tal vez, no haya que pedirle nada. La tierra guapa es como la gente guapa: simplemente, hay que mirarla y admirarla.
Canarias es una buena mezcla entre el Sur ibérico y el latido latinoamericano, un lugar para el que sirve aquello de: "si muero lejos de ti, que digan que estoy dormido y que me traigan aquí".


Es la tierra de Benito Pérez Galdós, de Alfredo Kraus, de César Manrique, de Goya Toledo y de Antonia San Juan.


Sí, Canarias es mi tierra. Soy un muchacho de Tenerife, como Ricardus. Y yo también me fui.

5 comentarios:

Eduardo Fuembuena dijo...

Muy bonito Montez. Me has hecho recordar mi Ciudad del viento y emocionado un poco. Saludos. L. A.

CaféOlé dijo...

Precioso post! Soy vasca pero adoro Canarias: he estado en Tenerife, Lanzarote y Gran Canaria pero la niña de mis ojos es la isla de Fuerteventura a la que vuelvo todos los años.
Lo que tú cuentas sobre el aislamiento (sobre todo cultural) me lo comentan los amigos que viven en Corralejo: envidian a los peninsulares porque en las islas hay lo que hay y para de contar... Nosotros tenemos más posibilidades de todo en la Península.
Es una pena que la tierra de uno se le acabe quedando pequeña y se tenga que marchar.
Un besito.

Ramón dijo...

Y que arte que tiene la gente... Eso si que es un monumento.

Josito Montez dijo...

Bueno, no somos como los de Australia, pero bien resultones que estamos.

Josito Montez dijo...

Por cierto, bienvenida CaféOlé!!