Action Statham

Para los seguidores de las action flicks, donde los buenos saben artes marciales y los malos caen de uno en uno, Jason Statham ha sido el último unicornio.

Además, supone una curiosa excepción; a diferencia de los clásicos action men, Jason es bajito, británico, calvo y mayor.

Es un héroe distinto, tan radical, violento e iconoclasta que bordea el puro antiheroísmo.
Los seres que incorpora Jason viven en agobiantes metrópolis y se permiten dudar de sí mismos.

Pero en las películas de Statham, no hay tiempo para mucha filosofía, y la acción ruidosa se sigue moviendo y pegando fuerte.
Patadas voladoras y mafiosos al suelo, por favor.

Como gran representante del macho power, Sylvester Stallone lo incluía entre el nutrido reparto de "The Expendables", entrega de testosterona y misión especial, cuyo éxito ha evidenciado que los viejos géneros nunca mueren.

Statham también se resiste a morir, y lo último ha sido volver a empuñar el pistolón y perseguir a los injustos en "The Mechanic".

Con semejante actitud, Jason Statham despierta una severa admiración gay.
De hecho, viendo alguna de sus títulos, queda claro que el homoerotismo está buscado a propósito.

Incluso el director de los "Transporter" sugería que el personaje de Jason en esa franquicia es veladamente homosexual.

Si es una singularidad como macho de acción, también lo supone como inglés de pro.
Statham contraviene por completo la imagen que se da de su país en las pantallas norteamericanas.

El británico refinado, estilo "Downton Abbey", tiene muy poco que ver con Jason, que prefiere tirar la puerta abajo antes que pedir cartas para el baccarat.

En terrenos personales, Statham las elige esculturales.
Ahora se deja ver con Rosie Huntington-Whiteley, modelo de Victoria Secret y novia desde hace un año.

Siempre hemos sospechado que es un actor más interesante de lo que deja translucir, y quizá algún día conceda una sorpresa mayúscula.

Por el momento, se conforma con ser el mejor para conducir a todo gas, salir ileso de las explosiones y mirar a cámara con la más transparente de las durezas.