martes, 11 de diciembre de 2007

40 Años del Mito Camp (10, y Último): El Secreto


El éxito más insensato, la película esperada más criticada, el tabú hecho cartel, el backstage drama pervertido, el cine de estudio destrozado. Y ahora, el clásico de culto adorado, la mejor definición posible del camp hollywoodiense.

Ni Barbara Parkins lo entiende. "No sé por qué os gusta tanto... ¡es malísima!", dijo en la presentación del DVD de lujo. Frente a ella, se encontraban los representantes de esa cultura gay norteamericana que considera la película de Mark Robson como uno de sus iconos más reconocibles.


¿Cuál es el secreto de "El Valle de las Muñecas"? ¿Por qué nos gusta hablar de ella y parodiarla? ¿Por qué necesitamos revisarla cada cierto tiempo?
Sera cuestión de color, de abundancia de diva peripuesta y drogadicta, de que Dionne Warwick canta el tema principal o de que satisface la vena malvada de todos aquellos que sonreímos cuando alguien hace el ridículo.

Tan adictiva como las píldoras que toman sus protagonistas, el colorido popurrí seduce a aquellos con sentido del humor, a los que hemos visto demasiadas películas, a los que malentendemos y reinterpretamos su mensaje moralizante.


En la novela, Jacqueline Susann advertía del peligro, de cómo el valle destroza la personalidad y el orgullo. La película, con semejante relumbrón y cambiando el final de la historia, lo convierte en un sueño plástico y definitivamente intrigante.

Anne Welles, la chica de provincias que asciende la ladera y contempla el tumultuoso valle, dice: "No sé quién soy ni lo que quiero, pero tengo que averiguarlo como sea".
Y aquellos de naturaleza susceptible deciden, en ese instante, que preferirían ser una glamour girl con problemas de adicción a permanecer un minuto más en su opresiva sala de estar.


En cualquier caso, debe ser amor. La devoción por una película tan mala no se puede explicar con palabras.
Pese a que en estas diez semanas lo he intentado, creo que todavía no sé transmitir porqué "El Valle de las Muñecas" sigue siendo una de mis películas preferidas.
Y eso me gusta. Es lo más cercano a la pasión.

3 comentarios:

Talya dijo...

No he visto la película, pero acabo de leer el libro. Es como ver un maratón de "The E! True Hollywood Story" licuado con "Sex and the City".

Hum. Me leí el libro de una sentada.

Josito Montez dijo...

Si Jacqueline Susann viviera, adoraría tu definición. Ahora te queda el paso de ver la película. Ya me contarás.

Anónimo dijo...

SHARON ETERNAAAAA,si queres una
entrada odiosa desde argentina
chequea
www.noledigasamamaquetediyo.blogspot.com saludos josito.
WWW.VINCENT-CASTRO.BLOGSPOT.COM