lunes, 30 de junio de 2008

El Maromo es...


- La mejor manera de volver a la carga.
- Ese hombre que te mira y te desnuda.
- Ese ideal de perfección viril.
- En inglés, hunk.


- Según la RAE, "novio o amante masculino". O bien, "individuo, tío, fulano".
- El que viene a por ti.
- Arrasa con mirada y cuerpazo.
- Provocador de sueños y vigilias.


- Es difícil encontrarlo en la vida real.
- Un hombre de acción.
- Gana puntos si pertenece a la ALPP. Es decir, si luce pecho español.


- La mejor manera de disfrutar los jueves.
- Debe tener morbo.


- Un concepto amplio que se aplica a todos los tíos que nos gustan.
- Tiene que ser simpático.
- La excusa perfecta para incluir foto de Chris Evans.


- El protagonista de la sección favorita por los lectores de "Josito Montez".
- La clave del éxito de este blog. Ha recibido tanta admiración como crítica.
- ¿Es usted un posible candidato? Venga a mí.
- Sobran las palabras, abundan las imágenes.


- Este jueves vuelve "Maromo Vintage", con Alain Delon.
- Bah, nada como los maromos de anoche, vestidos de rojo y ganando la Eurocopa.

jueves, 26 de junio de 2008

Christopher Meloni


Atención. Este hombre es mío. O sea, que las manos quietas o tendremos problemas. Suelo compartir nuestros maromos del jueves, pero Christopher Meloni me pertenece. Yo no respondo cuando me enamoro.


Aparte de demostrar sobradamente que los calvos también son sexys, este Meloni es muy conocido por su sentido del humor y su capacidad de reírse de su propia imagen de jock cuarentón. Siempre tiene el chiste preparado y sus dos amores de ficción, Mariska Hargitay y Lee Tergesen, lo adoran.


Con la Hargitay, forma una pareja policial en "Ley y Orden: Unidad de Víctimas Especiales". Le llueven las alabanzas por su interpretación de Elliot Stabler, y todos quieren que bese a Mariska.


Irónicamente, a Lee Tergesen sí que lo ha besado en la pantalla y de qué manera.
Tergesen y Meloni componían un dúo de alto voltaje en la durísima, tremenda "Oz", radiografía descarnada de una prisión federal y sus reclusos. Una historia de amor homosexual era inevitable.


Christopher interpretaba a Chris Keller, seductor profesional y letal asesino, que se enamora de Tobias Beecher, el abogado venido a menos interpretado por Tergesen. Una relación que no presumía precisamente de idílica.


En "Oz", se puede ver a Meloni como Dios lo trajo al mundo en más de una ocasión. Corta la respiración y asegura el calor.


Con esas cejas, esa mirada y esos morritos, Christopher me enternece. Con ese cuerpo, me entran severos ataques de nervios. I'm mad about the man.

miércoles, 25 de junio de 2008

Law And Hargitay



Con tres años y medio de edad, Mariska Hargitay sufrió un accidente de coche. Ella era muy niña para acordarse, pero, en el siniestro, murió su madre, Jayne Mansfield, la explosiva rubia que encandilaba Hollywood a base de escote y picardía.
Como testimonio de la tragedia, Mariska lleva una cicatriz en un lado de su cabeza.
Cuando le dieron el Globo de Oro a la mejor actriz de televisión, recordó a su madre, que estuvo en el mismo escenario en los años cincuenta.
En el público, su padre, Mickey Hargitay, lloraba emocionado.


Los que conocen a Mariska saben que se parece muy poco a su madre. Su belleza es distinta, más sutil que impuesta, es una personalidad discreta y nada histriónica, y ha demostrado un talento dramático notable en toda su carrera en Catodia.
A la Hargitay también le gusta divertirse y sonreír; se ha convertido en una de las caras más simpáticas de la televisión yanqui.
Se ha hecho popular por ser la detective Olivia Benson para "Ley y Orden: Unidad de Víctimas Especiales", aunque ya había intervenido en dos de nuestras series favoritas.


En la séptima temporada de "Falcon Crest", irrumpía una jovencísima Mariska interpretando a Carly, la casquivana hermana de Dan Fixx.


El momento más memorable de la Hargitay en la saga de los viñedos corresponde a una desternillante catfight con Melissa. Acaban en la piscina, después de dedicarse una sarta de cumplidos poco ortodoxos. Todo esto en plena boda de Richard y Maggie.

En el cuarto año de "ER", el Doctor Greene contrataba como recepcionista de la sala de urgencias a Cynthia Hooper, una madre soltera con desarreglos emocionales, con la que acaba teniendo una relación amorosa bastante compleja.


La Hargitay estaba sensacional en el papel de la vulnerable Cynthia. Durante su andadura en la serie, conocería a Maria Bello, que sigue siendo su mejor amiga.


En 1999, se lanzaba la "Unidad de Víctimas Especiales" como otro spin off de "Ley y Orden". Es la franquicia más exitosa y se ha consolidado como una de las mejores series de misterio de la pequeña pantalla.
Mariska da vida a Olivia Benson, con su particular sensibilidad. Esa policía, aparentemente gélida, que, ante los casos de horribles crímenes sexuales que investiga, sufre más de lo que debiera.
Ese papel la ha hecho estrella y le ha permitido ganar el Emmy y el Globo de Oro.


Gran parte del éxito de la serie, se debe a la buena química con su compañero, Christopher Meloni, que interpreta al agente Elliot Stabler.
Y como no hay Benson sin Stabler, ni viceversa, mañana tendremos a Christopher Meloni en "El Día del Maromo".

martes, 24 de junio de 2008

Hollywood Barrymore (1)


En los teatros y en los cines, el apellido Barrymore fue sinónimo de prestigio. Una dinastía de actores que encandilaba al público y entusiasmaba a la crítica. Todavía hoy tienen a una heredera de su estrellato.
Pero los Barrymore también han sido célebres por sus tremendas vidas privadas, que, más de una vez, han saltado a los medios.
En "¡Notorious!" haremos un repaso por las figuras más trágicas de la familia. John Barrymore, sus hijos John Jr. y Diana, y su nieta, Drew, serán los protagonistas de este paseo de tres semanas por el talento y la autodestrucción.


La vida de John Barrymore fue agitada desde el principio.
Lo expulsaron del instituto por promocionar un burdel y, poco después, dejó embarazada a una chica de 17 años a la que obligaron a abortar. Sobrevivió al terremoto de San Francisco y no dejó de beber alcohol en toda su vida.
Él mismo calificaría su método de interpretación como una mezcla de mucho talento, vasos y cubitos de hielo.


El público se rindió ante él cuando fue Hamlet para el Broadway de 1920, que supuso todo un hito en la interpretación de la obra de Shakespeare.
Sus éxitos teatrales se compaginaron pronto con su espectacular desembarco en el cine mudo.
La extravagancia, el histrionismo y la capacidad para la transformación de Barrymore eran ideales para las películas silentes; fue Sherlock Holmes, Don Juan, el Capitán Ahab y el Doctor Jekyll y Mr. Hyde.
Durante su época dorada, se le consideró el mejor actor del mundo.


Con la llegada del sonoro, la carrera de Barrymore se mantuvo notable. Al lado de Greta Garbo, Joan Crawford, Carole Lombard o Katharine Hepburn, John era el galán romántico predilecto, mezcla de seducción, ingenio y alta cultura.
Lo llamaban El Perfil; cuando su cara aparecía de lado, con su nariz puntiaguda bien resaltada, el público lo consideraba el hombre más atractivo de la pantalla.


Sin embargo, los años treinta supusieron el veloz declive de su salud y de su prestigio. Le pasaron factura sus cuatro fracasados matrimonios y un talante de aventurero y crápula que no cesaba. Envejecía a la rapidez del rayo y lo despedían de los rodajes por olvidar sus líneas de diálogo. Se dice que, aparte de su alcoholismo, quizá tenía Alzheimer.
En cualquier caso, la carrera de John Barrymore fue agonizando. Sus papeles, cada vez más secundarios, parodiaban su imagen de divo, de hombre refinado y encopetado, con fraserío shakespeariano. Sus grandes interpretaciones eran ahora sólo un recuerdo.


En 1942, durante la grabación de un programa de radio, John Barrymore se desmayó y fue ingresado en el hospital, donde moriría días después a causa de la cirrosis.
Sus últimas palabras lo definen a la perfección: "¿Morir? Yo diría que no, querido amigo. Ningún Barrymore permitiría que algo tan convencional le ocurriera".

(La semana que viene: John D. Barrymore, Jr y Diana Barrymore en "¡Notorious!")

lunes, 23 de junio de 2008

El AntiHéroe es...


- El héroe desprovisto de sus atributos clásicos.
- Triste, cobarde, egoísta, decepcionado.
- El que se siente perdedor hasta cuando gana.
- En busca de su identidad.
- Incapaz de superar su apatía existencial.


- Considera que la felicidad no es lo suyo.
- Un pasado lo atormenta.


- Le gusta darle al alcohol.
- Recurre con frecuencia a la violencia.
- La víctima de una mujer fatal.


- Cigarrillos de cinismo.
- Sus métodos resultan reprobables para los moralistas.


- Un personaje esencial en la narrativa moderna.
- Ingrediente indispensable del noir.
- Puede despertar más simpatías que el aseado y todopoderoso héroe.
- El juguete roto del sueño americano.


- Enredado en amores imposibles.
- Solitario y alienado.
- Tendente a la impotencia. El revólver suele ser su sustituto.


- Los hay vitalistas. Se arriesgan para conseguir una última oportunidad, aun a riesgo de volver a perderlo todo.
- Tennesse Williams era todo un experto en estilizarlo.
- Enfadado, reivindicativo, pesimista.


- Bah, el que se crea perdedor es porque siempre pretende vencer.

domingo, 22 de junio de 2008

Ida


Ida Lupino llegó desde Inglaterra con la promesa de ser la chica buena y candorosa para las películas de Hollywood. Sin embargo, ocurrió todo lo contrario.
La Lupino siempre fue la otra, la mala, la prostituta, la equivocada.


Fue la emoción, la extraña sensibilidad y la belleza nada ortodoxa de esta mujer lo que hizo inmortales a todas sus antiheroínas. Nunca la dureza fue tan inesperadamente vulnerable como en el rostro de Ida Lupino.
Su femme fatale de "They Drive by Night" pierde todo su poder en el juicio; la bruja se derrite y se vuelve loca ante la exposición de sus crímenes. Ese papel supuso todo un éxito.


Así, en "El Último Refugio", su nombre iba por encima de Humphrey Bogart en los créditos. Y ofrecía de nuevo un emocionante retrato de las desheredadas de la tierra.
Los años cuarenta componen la década de mayor relevancia de la Lupino; era la actriz favorita de los mejores directores de la Warner. Sin embargo, la calidad fue en descenso e Ida dejó de encontrar papeles a su altura.


Su ambición fue más allá que la de cualquier actriz.
Ida Lupino se convertía en la única mujer que saltaba a la dirección en el cine clásico. Sus películas, normalmente melodramas de serie B, no tuvieron demasiada resonancia, pero demostraron que ella podía con todos y sabía desafiar a un sistema machista.


En "On Deadly Ground", Ida Lupino interpretó a una atemorizada ciega bajo la batuta de Nicholas Ray. Cuando éste cayó enfermo, Lupino lo reemplazó detrás de las cámaras.
Como actriz y como directora, esta mujer única no dejó de trabajar incansablemente en las décadas posteriores.

Decía de sí misma que, como estrella, fue una versión barata de Bette Davis, y como realizadora, una imitación pobre de Don Siegel.
Los que la conocemos, sabemos que Ida no tuvo nada de barata ni de pobre. Siempre estuvo por encima de cualquier consideración y demostraba auténtica clase con una sola mirada. Su estatus de pionera sigue siendo indiscutible.

sábado, 21 de junio de 2008

Polémica Al Estilo Kael


En plenos años sesenta, la opinión cinematográfica vivió su eclosión. Férreamente divididos en dos posiciones - clasicismo y modernismo -, los críticos de cine luchaban a brazo partido desde sus artículos.
En esa batalla, sobresalió una voz discordante, una mujer que nunca quiso adosarse a un grupo.
Su nombre: Pauline Kael, la admirada, la criticada, una figura muy controvertida del periodismo yanqui.


Su sello de identidad siempre fue revalorizar la opinión personal antes que la crítica fundamentada en la historiografía. Por eso, el estilo fuertemente subjetivo de Kael ha suscitado siempre mucha polémica.
Pero Pauline era conocida, sobre todo, por su falta de piedad. La temían por sincera; a Kael no se le vendía gato por liebre.


Fue una de las primeras que encontró falsas y paródicas las películas de estudio.
A propósito de "Mildred Pierce", aseguró que "la respiración pesada de la Crawford fue considerada como una muestra de interpretación y le dieron un Oscar".
De Greer Garson, dijo que su peinado de Guilarof tenía más expresividad que ella.
Pero también Kael podía rendirse incondicional ante títulos como "El Limpiabotas", de Vittorio de Sica. "Si la gente no siente esta película, ¿qué es lo que pueden sentir?".


Kael fue decisiva a la hora de reivindicar títulos en fuerte discusión. Habló maravillas de "Bonnie & Clyde", "Nashville", así como de todas las películas de Sam Peckinpah y Brian de Palma.
Y fue la primera pluma de Norteamérica que escribió que "El Último Tango en París" era la revolución hecha cine.


Orson Welles estuvo a punto de demandarla por libelo cuando salió publicado "Raising Kane". En este ensayo, Pauline defendía fuertemente la figura de Herman Mankiewicz, co-guionista de "Ciudadano Kane"; según ella, Welles se había hecho con todo el mérito de una obra maestra hecha por dos.


Sus opiniones chocaron con los editores de casi todas las publicaciones para las que trabajó; le pedían que mesurara las críticas a películas que deseaban promocionar. En el "New Yorker", le demandaron que cambiara el artículo en el que echaba pestes de "Malas Tierras", de Terrence Malick. Ella no se bajó del burro y su columna se publicó sin cambios.


También le dedicó zarpazos a películas como "La Naranja Mecánica", "Qué Bello es Vivir", "Blow-Up", "West Side Story", "Faces" o "Blade Runner".
Se dice que David Lean dejó de dirigir durante quince años, tras leer la crítica que Pauline Kael le dedicó a "La Hija de Ryan".
A Kael la llamaron homófoba cuando aseguró que la promiscuidad de Jacqueline Bisset en "Ricas y Famosas" era lo más parecido a una fantasía gay. Ella se defendió y pidió que releyeran sus escritos acerca de títulos como "The Children's Hour" o "Víctima".


Su más famosa línea extracinematográfica "¿Ha ganado Nixon? ¡Pero si no conozco a nadie que le haya votado!" define perfectamente a esta emblemática criatura neoyorquina.
Siempre tuvo una palabra afilada para todo y para todos. Muchos respiraron aliviados cuando se retiró. Otros muchos, entre los que se encuentran Roger Ebert y Quentin Tarantino, la consideran una influencia capital.