viernes, 30 de diciembre de 2011

Estrategias del 2011


- Obviamente, Montez, lo suyo es estrés - dijo el doctor.
Apoyé la cara sobre mi mano aburrida y, en ese momento, tuve claro que 2011 era el peor año de todos los tiempos.
Al segundo siguiente, le di repentinamente al optimismo, puse una serie de televisión y me olvidé hasta de mi nombre.
Viva la estrategia.


De fondo, las noticias relataron horrores, mientras el mundo descubría nuevas y creativas maneras de incordiarse a sí mismo.
Ante tanto incordio, insistí en la mejor manera de congelarme: el Facebook, las sagas del cliffhanger y otros frikicidios.
Qué mareo de año, desde el principio hasta el final.


Allá por los primeros meses de 2011, ponía "The Shield" antes de dormir. Luego sufría sueños intensos y sangrientos.
Como lo mío era estrés, recurrí a la vieja estrategia. Aquello de tomar una decisión y cumplirla, con la fe como invitada esporádica.
- Mejor la veo de día.


- 2011 no fue tan malo. - me digo para no parecer triste.
Si soy justo, sería un año a medio hacer. Como el ensayo general que no sale bien y todo el mundo se pone de los nervios.
Doce meses de marcar paso y no propiciar coreografía.


¿El mejor ejemplo? Mi simulacro de relación con cierto caballerete al que, a partir de ahora, llamaremos Señor Perro.
Se limitó a ladrar y hacer ruido. Quedaron un par de risas, aplaudibles felaciones, camas maldecidas y portazos que sonaron a poco.


- No fue sorpresa, tampoco había demasiado sentimiento. - sentencié, mientras recogía trozos.
De banda sonora de mi 2011, allí estuvieron "Broken Hearted Me", "Only Time Will Tell" y "Rolling In The Deep". Teatrales venganzas, como teatral era el descorazón.
Hay que seguir buscando, me enseñaron aquellos chicles que terminaba por escupir.


- Esta ciudad me está volviendo loco. - quise culpar en cierto momento de 2011.
Al segundo siguiente, salí a caminarla, para derrotarla a su través.
Paseé por las tardes, viendo cómo moría el día de Madrid sobre los edificios, los árboles bajos y la tristeza de las décadas.
En los callados parques, en las contestonas calles, la existencia de todos y de ninguno en particular.


Seguí andando por la ciudad y me mantuve en mis cabales. Un paso detrás de otro, recordando, encontrando palabras, sofocando odios.
Quizá, por fin, la tranquilidad. Estrategias del que prefiere salvarse.


Ya lo dice Emily VanCamp en "Revenge": Esta no es una historia sobre el perdón. Ya lo digo yo: Este no es un post sobre un bonito 2011.
Finalmente tuve la posibilidad de vengarme del Señor Perro. Epílogo, agradecimientos y regreso al tierno frikicidio.


Este año, pasé páginas, cumplí 30 años y me dije muchas cosas, casi todas. Hablé solo, me reí y fui al doctor porque no digería bien.
El doctor me hizo pruebas, arguyó preguntas y me recetó mil medicamentos. Tras meses de ensayo, dolor y error, recomendó footing y paz.
Quise mirarlo con odio, pero estaba tan harto que le hice caso.


Con el tiempo, me curé y encontré a los bocatas más satisfactorios que los hombres. O eso me conté, en otra de mis estrategias.
Bocatas, hombres. Qué reto digerirlos en 2011.


Hace unas semanas, me tiré en la cama, maldije la resaca y me cagué en todo, sin llegar a ninguna conclusión.
Hartazgo. Tenía que cambiar de vida. Vi todo lo que estaba haciendo mecánicamente, atrapado, detenido, desde hace años.


Y uno de los culpables es este blog, hipnótico y esclavista. Cuanto más crecen las expectativas, más se eleva la inseguridad. En definitiva, escribir esto se ha convertido en una puta tortura, a ración diaria.
¿Será el momento de terminarlo?
No lo sé. Ni aquella mañana ni esta tarde están hechas para conclusiones.


Queda seguir adelante, dicen todos. La prosperidad está a la vuelta de la esquina, nos cuentan los volúmenes de la esperanza. Y, obviamente, Montez, lo suyo es estrés.
Abrazaré el 2012, deseando todo lo bueno, con la fe como invitada esporádica. Y si no consigo gran cosa, me tendré a mí mismo, que no estoy nada mal.
Quizá me agencie un perro. Bulldog francés. Ya sé qué nombre ponerle.


Amigos de mi vida, perfectos desconocidos, queridísimos sin excepción, que estéis aquí cada día hace un poco mejor a este pobre mortal.
Feliz Año Nuevo, mucha paz y ¡mucho footing!

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Siempre hay años malos, buenos y regulares, pero lo importante es vivirlos.

Feliz 2012

Anónimo dijo...

¿Un mal 2011?.Terrorífico sería 2012 si este blog desaparece, sus reflexiones, esa manera de plasmarlas, esa forma de utilizar las palabras que consigue hacer llorar, o sonreir.
¡Uf!. Confío en que la idea haya sido pasajera.
Mis mejores deseos y mi agradecimiento.

sil4300 dijo...

Porfavorporfavorporfavorporfavooooorrrr nooooo dejes el blog!!!! Te deseo el mejor año posible y animo!!

Anónimo dijo...

Hola, como te escribi en otros comentarios, para mi este es de lejos el mejor blog qué leo, algunas veces estoy de acuerdo contigo, otras no podíamos estar más en las antipodas del pensamiento, pero siempre es muy placentero leerte

CaféOlé dijo...

Feliz Año Nuevo 2012 a tí también, querido mío.

Quién soy yo para decirte que no abandones el blog cuando yo he permanecido meses en silencio y aún no he vuelto del todo?

Supongo que todos sentimos esa sensación de hartazgo en algún momento, sobre todo cuando algo cuesta tanto y a veces parece que es muy poco valorado... la pereza del "comentarista" se interpreta como indiferencia, verdad?

Haz lo que te haga más feliz a tí; tú eres lo más importante.

Y a Sr. Perro que le den dos duros, chico. Él se lo pierde. Cuanto tonto hay por el mundo...

Un beso muy fuerte.

Josito Montez dijo...

Gracias a todos, preciosos.