jueves, 8 de diciembre de 2011

King Viggo


Los 53 años mejor llevados en un hombre mortal, Viggo Mortensen es ese caballero que regresa cuando quiere y conquista con su simple aparición.


Se le quiere por humilde, elegante, discreto, tan talentoso.


Y se le desea por su rubiaciedad nórdica, su belleza madura, su barbilla partida y esa cantidad de secretos y experiencias que debe guardar.


Nunca es tarde, sobre todo si respondes al nombre de Viggo Mortensen. Tenía 41 años cuando el mundo decidió conocerlo y suspirar por sus huesos.
Espada en mano y con el destino de ser rey, fue Aragorn en "El Señor de los Anillos".


En realidad, había debutado en 1985 y ofreció multitud de personajes secundarios de relevancia en la década de los noventa.


Como los imprescindibles, Viggo fue secreto hasta que tuvo la oportunidad de un papel protagonista, con el sonido irrebatible del blockbuster.


Sustituyendo a Stuart Townsend en el último momento, se cuenta que Mortensen aceptó el papel de Aragorn a petición de su propio hijo, declarado fan de la saga.


El resto se vivió a golpe de taquillazo y aliento épico, mientras el público se rindió al carisma mortenseniano.
Viggo siempre había estado ahí; fue sólo cuestión de verlo con la luz adecuada.


Con toda sabiduría, él se dijo consciente de que no tenía veintitrés años y aseguró que no pensaba participar en muchos taquillazos del mismo corte.


Apenas podía esconder su característica timidez, su necesidad de privacidad. Mala combinación para esas luces que todo lo ven.


Desde entonces, Viggo Mortensen ha luchado por participar en lo que le apetece.
Viggo escribe poesía, pinta, canta, toca instrumentos, hace fotografías, habla varios idiomas y ha viajado y vivido por medio mundo.


Ese asombroso polifacetismo le ha permitido anunciar en varias ocasiones que quería retirarse.


Afortunadamente para nosotros, no ha sido así y proyectos con buen aroma han podido reconquistarlo.


Para David Cronenberg, ha concedido sus mejores momentos interpretativos, a razón de "Una Historia de Violencia", "Promesas del Este" y la actual "Un Método Peligroso".


En ésta última, Viggo Mortensen y Michael Fassbender, dos buenos maromos, interpretan a Freud y Jung; sin duda, uno de los films que no nos perderemos esta temporada.


Con "Alatriste", conquistó una España que ya conocía de antemano. En el rodaje, lo nuevo para Mortensen se llamó Ariadna Gil.
Se hicieron amigos y, cuando nadie miraba, se acercaron más que nunca.


En 2009, se confirmaba esa relación que los sigue uniendo, aunque ellos jamás se hayan pronunciado al respecto.
Lo de Viggo y Ariadna es el colmo de la discreción: no necesita ocultarse para ser privado.


Como acostumbra desde niño, el neoyorquino Mortensen vive entre varios países y posee la inquietud de los que saben que la vida es corta.


¿Lo próximo? Si lo vimos en la adaptación de "El Camino", de Cormac McCarthy, ahora será el turno de otro camino, aún más mítico.
La novela de Jack Kerouac será finalmente adaptada a la pantalla, y Mortensen interpretará a Old Bull Lee.


Para Cronenberg, se planea segunda parte de "Promesas del Este".
Si va a aparecer tan ligerito de trapos como en la primera, decimos sí, por favor.


Ariadna, te odiamos y lo sabes.

2 comentarios:

Athena dijo...

Este hombre se conserva estupendo, posiblemente porque siempre ha parecido muy maduro.

He echado en falta una fotico suya en "Único testigo". De amish para el pecado...

Anónimo dijo...

Acabo de ver Promesas del Este por tercera vez en la semana. Sufro de insomnio y Viggo ha sido una bella compañia.

Me encanta tu blog. Y me encanta que te gusten los mismos maromos que a mi. Me pasarè seguido por aca :).