jueves, 22 de diciembre de 2011

Candy TV


Las series de televisión nos dan muchas alegrías.
Cuentan historias que merecen ser contadas, transportan a mejores lugares y, para el interés que hoy nos ocupa, llenan los ojos de hermosura maromial.


Este 2011, hemos descubierto a tres bombones televisivos, que querrán recordar el año como un momento decisivo en sus carreras y reputaciones.


Para Mike Vogel, las cosas se prestan fáciles.
Un rubio con ojos azules siempre es socorrido para seducir a propios y extraños.


En "Pan Am", interpreta a Dean, el encantador piloto de la areolínea sesentera.
Aunque es un auténtico cromo, tan reluciente y laboralmente uniformado, el casting de Vogel ha sido uno de los aspectos más criticados de la serie.


Se dice que es demasiado joven para convencer como piloto de aviones de aquella época.


De hecho, Mike no era la elección original para el papel; éste recaía en Jonah Lotan, actor un poco mayor, que los productores de la serie decidieron reemplazar a última hora.
Con Mike Vogel, se ha cumplido esa cuota de chico dreamy que debía abonar una serie de estas características.


En cualquier caso, el muchacho se ha hecho parte del hechizo de "Pan Am", serie cuyo futuro se cuenta incierto.
Antes de caer en ella, Mike Vogel había transitado de ser chico Calvin Klein a confirmarse como corazonable rubiazo de películas y series.


El año pasado, conseguía por primera vez un papel permanente, gracias a "Miami Medical".
En este 2011, además de disfrutarlo en "Pan Am", se le puede ver en "The Help", otra evocación de la década de los sesenta; esta vez, cinematográfica y rumbo a los Oscars.


Si el fantasma de la cancelación vuela sobre "Pan Am", esta semana nos enterábamos de una suspensión tan segura como triste.
La HBO ha decidido no renovar "Hung", comedia sobre crisis vitales y prostituciones masculinas.


Ha sucedido al término de su tercera temporada, justo la que más hemos disfrutado.
Gran parte de la diversión ha sido culpa del deslumbrante canadiense Stephen Amell, que aparecía debidamente descamisado en todos los episodios.


Stephen Amell ha interpretado a Jason, erigido como rival del protagonista en el negocio del placer módicamente comprado.
Aparte de ser un magnífico ejemplar carnoso, Amell ha demostrado un gran sentido para la comedia.


Previo a "Hung", Stephen se ha construido una larga carrera, aunque poco noticiable, donde ha interpretado frecuentemente a beefcakes.


Ahora se bifurcan los caminos.
Lo hemos visto brevemente en "New Girl", mientras acapara papel recurrente en "Private Practice".


Sonrisa ganadora, ojos de infarto y cuerpo para el pecado, nos enfadaremos mucho si este guapérrimo deja de aparecer un segundo.


El mismo Amell interpretó a un sádico hombre lobo en la segunda temporada de "The Vampire Diaries".
En esa serie, nuestro siguiente invitado es presencia fija.


Se llama Steven R. McQueen y se confirma como el yogurín más apetitoso que estos ojos han visto en mucho tiempo.
Entre Damon y Stefan, me quedo con Jeremy, adolescente problemático reconvertido en decidido luchador de lo sobrenatural.


En esta temporada, Steven R. McQueen sigue demostrando que cumplir años le sienta fantásticamente.
De chico mono a imponente maromo, el camino está para andarlo.


"The Vampire Diaries" supone el primer papel importante de Steven, pero podría decirse que el oficio le viene en la sangre.
Es nieto del mismísimo Steve McQueen, astro cinematográfico de los setenta.


El joven Steven no ha tenido demasiado contacto con su familia paterna, por lo que no piensa mucho en su legendario grandpa.


No debería quejarse: tiene 23 años y participa en uno de los mayores éxitos juveniles de la televisión.


Recordemos que el primer martes de 2012 nos toca escribir en extenso sobre "The Vampire Diaries" en este blog.
Hasta entonces, podríamos empezar a escribir nuestra lista de deseos para el nuevo año.


Que este post nos sirva como suculenta pista.

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