viernes, 5 de febrero de 2010

Red Social


Es el censo más ambicioso que la Humanidad jamás ha tenido el gusto de conocer.
Recoge estados de ánimo, ilustra personalidades compulsivas, detecta aislamientos, promueve nuevas amistades y es hada madrina de reencuentros inauditos.


Su fruto más provechoso se conoce como Facebook, aunque algunos optan por el seguimiento Twitter y otros, en la flor de la edad, lo prefieren Tuenti.


Busca a tu ex novio, encuentra a tu compañero de colegio, tropiézate con un one night stand y descubre que todos tus odios y todos tus amores pueden formar parte de la lista de amigos.
Ya no hay escapatoria. Como en un episodio de "Cold Case", el pasado irrumpe súbitamente y viene a cobrarse lo que es suyo.
La red social es la Plaza Mayor del planeta, donde volverse a ver ya no se hipoteca al azar.


Entre mi lista, tengo a un señor llamado Charlie Hawkins. Nunca he sabido porque me ha añadido, pero tiene un total de 1.443 amigos. Eso sí, sólo interactúa con cinco.


Hay famosos en Facebook, desde políticos hasta estrellas del porno.
Becki Newton, la Amanda de "Ugly Betty", me aceptó como amigo en cierta ocasión. Pero me borró poco después y ahora tiene su perfil completamente blindado.


En cambio, Ben Cohen, el macho del rugby británico, sí que me ha conservado, entre más de tres mil devotos, que suspiran por sus huesos y desfallecen por sus carnes.


Escribir el estado puede responder a dos motivaciones básicas: la necesidad de expiación o las ganas de fardar.
Si el individuo tiene angustias vitales, sólo tiene que saber plasmarlo en dos líneas.
Sus ochenta mejores amigos lo socorrerán en ese momento de oscuridad, con otras dos líneas de diagnóstico y calma.


Pero, quizá el caballero tenga ganas de gritar que su vida es maravillosa.
Entonces, sólo tiene que anunciar a los cuatro vientos que se acaba de comprar una televisión de lo más mesmérica, que ha encontrado una pareja resultona o, bien, que entre sus planes futuros, se cuentan viajes con destinos fabulosos.


En Facebook, aparte de colgar vídeos, ilustrar a los demás con fotos personales o enlazar noticias abonadas a lo interesante, hay gran espacio para el frikismo.


Es decir, la avidez por coleccionar, por rememorar, por manifestar lo que uno sabe, lo que uno aprecia, o lo que acaba de descubrir.
El mundo es de los que se hacen fan.


Miles de grupos de odios, amores, apoyos, beligerancias y apreciaciones sobre la vida cotidiana. "Yo también creo" o "Yo soy de los que piensan".
Porque, aunque parezca lo contrario, no estamos solos y, de hecho, conformamos una sociedad constelada.


Es decir, vivimos separados, pero seguimos desarrollándonos en el mismo espectro cultural.
El inagotable filón humoroso de las polifacéticas señoras es el ejemplo de que la chorrada une y lo absurdo manda.


Por mi parte, empecé siendo fan de Hugh Jackman, "El Valle de las Muñecas" y Miranda Hobbes. Ahora soy seguidor de 226 topics.


Entre ellos, el thriller erótico de los noventa, los cylons, Titan Media, Roman Polanski y Jacqueline Kennedy.
Y Josito Montez, qué menos.


Ayer mismo me abrí una cuenta en Twitter, para ver qué motiva a Ashton y a Demi.


Y también porque quiero más.
Necesito saber que existo, al interactuar contigo y sentirte cerca.
Deseo tener la satisfacción de que me recuerdes, y respirar tranquilo cuando las heridas del pasado no signifiquen nada al aceptar tu solicitud de amistad.


Si nos hacemos seguidores del mismo grupo, queda claro que vivimos en una época milagrosa. Rara, pero milagrosa.
Y no me borres nunca. Sería lo más parecido a morir.

5 comentarios:

vertigo dijo...

Sea criticado o no, el hecho es que engancha. Yo ya lo digo con orgullo que me conecto al Facebook a diario y que Twitteo a todas horas.
Engancha y es entretenido pero por mi parte, con estas 2 voy sobrao.

No te preocupes, que yo no te borraré.

Anónimo dijo...

Chico, yo estuve en Facebook y me di de baja, demasiada intromision. Twitter me supera. Pero debe ser la edad...

Eduardo Fuembuena dijo...

Maravilloso artículo Josito.

Mi anécdota es que al mes de abrirme la cuenta en Facebook Faye Dunaway aceptó mi solicitud de amistas, pero a los tres meses me borró.

Josito Montez dijo...

Supongo que parte del encanto es la intromisión de la que habla Squirrel. Nos encanta que nos vean, en definitiva.

Y, no te preocupes, querido Lord, tanto Faye como Becki lamentarán habernos eliminado algún día, jejeje.

Pati Difusa dijo...

¡el frikismo! ¡me siento en casa con tanto frikismo facebookero!