Sasha y Las Llaves del Reino

Este verano, Hollywood ha tenido dos tareas que cumplir. Por un lado, ir a ver "Toy Story 3" y "Origen".
Y, por otro, dilucidar qué debe hacer exactamente con Sasha Grey.

Sasha se convertía el año pasado en la última estrella del porno con intenciones de transitar al cine convencional.
Así, Steven Soderbergh la elegía como la protagonista de "The Girlfriend Experience", y la Meca del Cine hacía sitio a la muy espabilada y siempre notoria Sasha.

Quizá para compensar que no es una mujer especialmente explosiva, Sasha Grey ha cultivado una imagen intrigante.
Su falta de escrúpulos y su valentía a la hora de rodar las más extremas sesiones de porno llamaron la atención desde el primer momento.
Su debut en el cine para adultos se tradujo en feliz orgía con Rocco Siffredi, que la bautizó literal y figuradamente como la nueva detonadora de la erección ajena.

Sasha se ha hecho famosa por asegurar que le gusta su trabajo, defendiendo el porno como una respetable opción laboral y declarando que jamás se ha sentido explotada sexualmente.

Terry Richardson quiso fotografiarla en todo esplendor pechuguil y vaginal, y ella, con esa mirada oblicua y esa faz inquietantemente inexpresiva, aparece en estrenos y demás festejos hollywoodianos.

Este verano, ha estado de moda criticar a Sasha Grey como actriz.
Aparece en la HBO, interpretando una variante ficticia de sí misma en la serie "Entourage", dentro de la séptima temporada que finaliza el próximo domingo.

Su intervención multiepisódica como la nueva novia de Vinnie Chase ha llamado la atención suficiente, y no se ha dejado de hablar de ella. Sobre todo, para mal.
Cierto cronista ha dicho que su estilo de interpretación se resume en una cara de eterno dolor, quizá heredada de sus momentos hardcore en el cine para adultos.

En "Entourage", estimulante juego del cine dentro de la televisión, se articulan los principales problemas que Sasha deberá afrontar en sus intenciones de transición.
Todos los papeles que le ofrezcan en la industria convencional estarán marcados por su hipersexualizada imagen, y muchos productores se negarán a contar con ella, temerosos de las reservas del público más pacato.

Quizá consciente, Sasha no piensa dejar el porno, que compaginará con otros proyectos.
En la combinación, encuentra el terreno firme. Y según sus palabras, también la diversión.

Sasha Grey no debería quejarse ni un segundo.
Se le hace más caso a ella que a todas las chicas de la comedia romántica/aventurera, que han tenido uno de los peores veranos que se recuerdan.

Cameron Diaz, Katherine Heigl y Jennifer Aniston están en horas bajas.
O así lo expresan los resultados de sus respectivas películas - "Knight and Day", "Killers" y "The Switch" -, que han decepcionado en la taquilla estival.

Cameron Diaz lleva una buena tanda de descalabros, y su última película con Tom Cruise ha hecho prorrumpir en un sonoro bostezo general.
Porque esos dos infalibles de taquilla ya no lo son tanto.

"Knight and Day" se ha acabado salvando de la quema, gracias a las recaudaciones internacionales, fenómeno que también han vivido títulos como "Sex and The City 2" o "Prince of Persia".
Muy curioso. Los norteamericanos parecen hartos de sus propias fórmulas, pero el resto del mundo sigue acudiendo obediente a sus más plásticos productos.

En cualquier caso, ¿será el momento de renovarse?
Hollywood lleva casi ochenta años repitiendo el esquema de "Sucedió Una Noche"; es decir, chico y chica en desacuerdo, hasta que la peripecia termina por unirlos.

Quizá el problema no esté en la fórmula, sino en la apariencia rutinaria de las películas y en las dudosas estrellas que las protagonizan.

¿Deberían chicas como Sasha Grey aportar su aura erótico-existencialista a la comedia romántica y hacerla nuevamente interesante?

En cualquier caso, el público ha demostrado que puede ser más listo que cualquier holgazana operación de marketing.
O que, al menos, no se le puede engañar cuando se le ha vendido gato por liebre con anterioridad. Esto va para ti, James Cameron.
Porque, este último verano, la audiencia ha dado su veredicto: quiere emocionarse y sorprenderse.
Y, en ese sentido, Pixar y Christopher Nolan han tenido las llaves del reino.