viernes, 13 de noviembre de 2009

Políticas del Culo


Resultona parte de la anatomía, el culo provoca una pintoresca mezcla entre atracción y repulsión.
Por un lado, se considera sexy y digno de penetración; por otro, se estigmatiza como el lugar de la escatología.


Muchos quieren mirarte y tocarte el trasero.
Pero quizá resultes tan molesto como un grano en el culo y terminen por mandarte a tomar por el ídem.


Culturalmente, el ano se concibe como lo opuesto a la cara.
La faz ilustra el estado del alma; si has comerciado con dicha alma, has vendido el culo.
Mientras la cara refleja la belleza armónica y espiritual de la persona, el pandero recuerda su condición de animal sexual y, además, cagón.


Los glúteos, redondos y mullidos cojines, son ideales para amortiguar una caída sentada, pero, sobre todo, han sido proverbial predilección del castigo corporal.


Desde siempre, los niños han recibido tortas en el pompis como disciplina, con más o menos crueldad, con mayor o menor fortuna.


Entre los adultos, el asunto se tiñe de picardía.
Quien es penetrado, puede ser proclive a recibir unos cuantos azotes en ese juego sexual que relaciona "ser follado" con "haberse portado mal".


El tercer ojo, el recto, la puerta de atrás, es un dispositivo de salida, pero muchos lo ansían como una autopista donde conducir velozmente.
El sexo anal, apoteósico tema de discusión en tantísimas camas, tiene grados y calibres.


Muchos hombres desean el culo como la definitiva conquista sexual sobre sus parejas y como ese seguro Edén de la fricción.
Los que lo reciben pueden experimentar toda una gama de sensaciones, que van desde el puro trauma hasta el deleite de la sumisión.


En la pantalla, la penetración anal se ha mostrado casi siempre en su vertiente de violación horrible, como el caso paradigmático de Ned Beatty en "Deliverance".


La compleja, siempre ambigua Nancy Botwin (Mary-Louise Parker) de "Weeds" es una de las pocas que le ha encontrado la gracia.


Así, Nancy entra en el juego de la nalgada como parte de una necesaria expiación/explotación de su naturaleza de niña mala.
Demián Bichir le pone el pompis rojo a fuerza de manita y, luego, la sodomizará sin contemplaciones. Y ella no querrá separarse de él.


El culo representa, sin duda, aquello que muchos prefieren ignorar de sí mismos.
Es decir, que los seres humanos somos cochinos por naturaleza y que podemos llegar a disfrutar con ello.


Hoy pongo el mío sobre la mesa. Porque no hay mayor libertad que saber entregarse.

4 comentarios:

Rubén D. Caviedes dijo...

Comentario de texto: ¡Vivan los ortos!

Cosas que me han gustado: 'Ese seguro Edén de la fricción' y la aparición estelar del culo de Keanu Reeves, con mucho lo mejor quue tiene ese hombre después de la cara.

Opinión personal: ya era hora coñe, repito, ya era hora de colocar al orto en su justa posición -cedo los derechos de explotación de esta frase para cualquier otro contexto donde quiera utilizarse; no creo en los royalties-, y endemás le felicito por su acertado retrato de salva sea la parte en su faceta menos agradecida -o más; para gustos los colores-, esto es, en sus potenciales capacidades receptoras de cosas -no todo va a ser emitir-. Da gusto cuando las cosas están bien explicadas.

Sin más, le anuncio que tras varias venidas leídas de sus cositas, le apunto con el debido regocijo y con su permiso, si gusta, en mi lista de blogs de mi propio blog de mi misma mismidad. Para que nos veamos los culos más a menudo, oiga, que siempre llego aquí de casualidad y nunca me acuerdo del camino.

Ernesto dijo...

Existe una playa en Huelva con el sugerente nombre de "Rompeculos"...

Justo dijo...

Jaja, ya vi que te animaste con lo de los azotes...

Muy buena definición del culo... pero yo que usted no lo pondría tan alegremente sobre la mesa, caballero... que con los avances del mundo virtual aquí puede pasar de todo..

Josito Montez dijo...

Señor de las Moscas, me alegro de que la "ortocultura" nos una de una manera tan significativa. Es emocionante.

Arguifonte, ¿en esa playa ocurre lo que promete su nombre?

Justo, que pase de todo, que pase de todo, jejeje.
Gracias de nuevo por la sugerencia que llevó a este post, by the way.