sábado, 12 de julio de 2008

'White Trash'


Literalmente, "basura blanca".
Con white trash, los americanos califican peyorativamente a su estrato social más bajo. Son los blancos pobres que viven en parques de caravanas, en paisajes agrestes o en hogares especialmente masificados.


Pero el white trash no es sólo una designación socio-económica, sino también cultural. Representa a la América garrula, adicta a la teletienda, el "American Idol" y los talk-shows del estilo Jerry Springer.
Ajena a las modas y a cualquier tipo de sofisticación, el white trash abunda en el mítico Medio Oeste.


Es una denominación que proviene de la época esclavista, donde se designaba así a aquellos que no poseían negros a su servicio.
Ahí está el miedo de Mammy a que Escarlata O'Hara sea confundida con una basura blanca, si no va convenientemente acompañada.
En "Matar un Ruiseñor", los Ewell, cuya hija ha sido supuestamente violada por un negro, son calificados por Harper Lee como white trash.


Roseanne Barr encontró el éxito, explotando el garrulismo en su famosa sitcom, que reflejaba una casa llena de gordos vagos pegados al televisor.
Otro ejemplo de la basura blanca es el personaje de Hilary Swank en "Million Dollar Baby". La chica que vive en una caravana, que saca partido de sus propinas de camarera y que tiene una familia dispuesta a sacar tajada de su inminente éxito.


Dolly Parton dijo que estaba orgullosa de ser white trash. Le da al folk, al country y al desastre estético y se ha hecho emblema de la sociedad rural y desfavorecida de la América profunda.
Dolly es quizá el lado más simpático de esta latente contradicción del país que dice vender oportunidades para todos.

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