domingo, 7 de junio de 2009

Debbie


"¡Detened a esa chica!", exclamaba Gene Kelly.
Y Debbie Reynolds se daba la vuelta y las lágrimas de emoción más perfectas rodaban por sus mejillas.


La dulce heroína de "Cantando Bajo la Lluvia" fue una promesa juvenil de la Metro Goldwyn Mayer, cuya carrera nunca llegó a cuajar; al menos, tal y como las expectativas requerían.


Pero la fascinante historia de Debbie Reynolds es puro Hollywood, lo que ha terminado por consagrarla como personalidad imprescindible.
La girl next door devenida en señorona inasequible al desaliento; Debbie hoy gusta de mirar los peores momentos de su vida y su carrera con la mejor de las ironías.


Vivaz nenita de musicales y comedias, la Reynolds se hizo mayor a los ojos de todos cuando se casó con el cantante Eddie Fisher, pero, sobre todo, cuando este matrimonio se vio envuelto en el triángulo amoroso más sonado de la década de los cincuenta.


Elizabeth Taylor, triste por la muerte de Mike Todd, encontró una solución a sus penas, manoteándole el marido a su amiga Debbie Reynolds.
Así, Eddie Fisher dejaba a Debbie para casarse con Liz.
La Reynolds se quedó con dos hijos, el papel de víctima y la necesidad de odiar a la Taylor de por vida.


1964 fue el año de su resurrección.
Por un lado, Debbie saboreaba la venganza al ver cómo la insaciable Liz Taylor le daba la patada a Fisher para transitar hacia Richard Burton.
Y, por otro, conseguía una nominación al Oscar por su tour-de-force y papel emblema: "Molly Brown, Siempre a Flote".


Este musical se basaba en la increíble historia real de Molly Brown, la vulgar campesina que se hizo multimillonaria durante la "fiebre del oro" y que, posteriormente, sobrevivió al Titanic, entre otras proezas.
Desde este personaje inolvidable, "insumergible" ha sido el calificativo preferido para referirse a Debbie Reynolds.


Debbie Reynolds luchó por mantenerse en activo al ritmo de los nuevos tiempos y, como muchas estrellas de Hollywood, consiguio un show propio en televisión.


Sin embargo, Debbie se enfadó con la NBC, hasta el punto de la demanda, cuando la cadena incluyó un anuncio de tabaco en la publicidad del programa.
Su ira le costó la cancelación del espacio; todavía considera esa reacción como el peor error de su carrera.


Y entró en escena su hija Carrie.
Niña de Hollywood, Carrie Fisher tenía sólo tres años cuando su padre se marchó de casa en pos del aroma de Liz Taylor.
En la década de los setenta, Carrie se hacía una de las actrices más populares del panorama por su papel de la Princesa Leia en la saga de "Star Wars".


La Reynolds tuvo que asumir que la otrora chica dorada de la Metro era ahora conocida, ante todo, como la madre de la Princesa Leia.
Un nuevo escándalo se suscitó con la publicación de "Postales Desde el Filo", la novela semiautobiográfica que Carrie Fisher escribió mientras estaba en plena rehabilitación por su adicción a las drogas.


En ella, se relata la tensa relación entre una diva alcohólica y su problemática hija; lo más jugoso fue la insinuación de que los pecados de la hija eran culpa de la madre, que le suministró píldoras tranquilizantes desde niña.


Pese a revelaciones públicas tan tremendas, Debbie y Carrie lograron superar esos momentos oscuros y hoy se quieren mucho y viven juntas.
De hecho, la Fisher fue la encargada de escribir el guión para el telefilm "These Old Broads", que reunía a su madre con Elizabeth Taylor, permitiendo así una reconciliación largamente esperada.


Debbie Reynolds no ha querido rendirse nunca y siempre ha salido fortalecida de fiascos, matrimonios desastrosos y bancarrotas.
Sus espectáculos en Las Vegas han sido tabla de salvación y garantía de continuidad, mientras en televisión, reconquistaba al público como la divertídisima madre de Debra Messing en "Will & Grace".


Lo dicho: sólo Gene Kelly pudo detener a esta Reynolds.

2 comentarios:

Eduardo Fuembuena dijo...

Montez,

Me ha entretenido usted muchísimo y también me ha hecho suspirar por ese posible biopic sobre Debbie, (Una nueva Mommie dearest?).

Molly Brown es una película estupenda, divertidísima y con buenas canciones. También me hace mucha gracia Dominique, "The singing nun", filón inagotable del camp, sobre todo cuando se ha sabido con el tiempo que Sister Ann, el personaje que interpreta la Reynolds, tuvo una larga relación lésbica y murió suicida...

Saludos.

Lord Alfred

Josito Montez dijo...

Yo también voto por ese biopic.
La adaptación cinematográfica de "Postales desde el filo" es entretenida, pero a mí me dejó a medio hacer.
Hace siglos que vi "Molly Brown"; la recuerdo larguísima, pero raramente emocionante y Debbie nunca se entregó tanto. A ver si la editan o sale un ripeo decente.
La de "The singing nun" no la he visto; todo un placer aplazado, sin duda, jejeje.

Saludos y gracias siempre.