domingo, 3 de mayo de 2009

Catherine


Lo más exquisito que ha ofrecido Francia después del champagne, ¿quién puede resistirse a Catherine Deneuve?


Se hizo estrella en el musical "Los Paraguas de Cherburgo", que ganó la Palma de Oro en Cannes, ese festival que convertiría a Catherine en una de sus figuras imprescindibles.


Los sesenta fueron el laboratorio donde se fabricó la Deneuve, el tiempo en el que Yves Saint-Laurent se volvió loco por ella y el trágico momento del accidente que mató a su hermana, Françoise Dorleac.


Todos han amado a Catherine. Roger Vadim le dio a su hijo Christian; Marcello Mastroianni, a su hija Chiara.


Mientras, Polanski, Truffaut y Buñuel le regalaban la categoría de actriz inmortal en una sucesión de películas inolvidables.


Esos tres directores decidieron que una mujer tan guapa no podía ser trigo limpio. Y la Deneuve fue psicópata con tijeras, femme fatale, burguesa ardiente y coja galdosiana.


No quedó satisfecha con su aventura en Hollywood y sólo volvería para formar un fabuloso trío de vampiros con Susan Sarandon y David Bowie en "El Ansia".


Francia, tan adicta a glorificar lo suyo, la mira ahora con la emoción que provocan los tótems, aquellos que resisten el paso del tiempo con su grandeza como mejor escudo.


Los nuevos directores, las firmas de moda, los festivales cinematográficos y toda una legión de fans así lo quieren: Catherine para siempre.

1 comentario:

Zinquirilla dijo...

Durante años sólo la veía en el Hola entre desfiles con Yves Saint Laurent, su amigo del alama. Luego empecé a ver sus películas y quedé fascinada. Lástima de la muerte de Françoise, más inquietante en la escena.