sábado, 29 de noviembre de 2008

Von Sydow


Una rara emoción se desprende de "El Manantial de la Doncella", cuando Max von Sydow se ducha y se viste, preparándose para ejecutar sin contemplaciones a los violadores de su dorada hija.
En esa taciturnia sueca, servida por el maestro Bergman, von Sydow se introducía como un guante.


Con una carrera que abarca cincuenta años, Max von Sydow es el actor sueco por excelencia. Como pocos, ha sabido compaginar el prestigio europeo con el boato de las producciones hollywoodienses.
Nació para el cine gracias a Ingmar Bergman, que presentó al mundo a ese rubio altísimo, de cara alargada y expresión torturante.


En "El Séptimo Sello", jugó al ajedrez con la Muerte. En "La Historia más Grande Jamás Contada", interpretó al mismísimo Dios.
En su porte, la magnificencia estaba garantizada.
Pero Max von Sydow nunca le ha hecho ascos a nada.


En Hollywood, lo identifican irremisiblemente con la villanía, y le concedieron la oportunidad de marcarse un Malvado Ming de alto nivel para "Flash Gordon".
Le permitió granjearse un dignísimo estatus de culto, ya anunciado con su Padre Merrin de "El Exorcista".


Lo nominaron al Oscar por entregarse a lo emotivo en "Pelle el Conquistador", pero todavía le deben un reconocimiento más que merecido.


Pese a ser querido y buscado por grandes directores y ofrecer impecables muestras de su poderío a lo largo de los años, quizá Max von Sydow nunca ha encontrado la altura y la trascendencia de sus interpretaciones para los clásicos bergmanianos.
Una simple revisión lo evidencia.

2 comentarios:

Nessa dijo...

Interesante...
no conocía ni siquiera el nombre real de actor que interpretaba al clásico padre Merrin :)

(Algo que no me perdonaré creo :p)

Saludos,

Hedda

El Malvado Ming dijo...

Se valoró poco esa interpretación de Ming. Hoy he visto el muñequito en la FNAC y creo que me lo voy a autorregalar para Reyes.