jueves, 20 de octubre de 2011

Walking With Andrew Lincoln


Ciertos zombies se hicieron con muchas cabezas el pasado domingo.
La ocasión era el estreno de la segunda temporada de "The Walking Dead". Como se esperaba, arrasó.
Y, por el camino, batió unos cuantos récords de audiencia para la televisión por cable.


El arranque fue tan brillante como prometedor, pero quedan cuentas pendientes.
De factura y suspense, "The Walking Dead" va sobrada. En cuanto a la riqueza de sus personajes, necesita mejorar.


De momento, tiene un actor protagonista estupendo llamado Andrew Lincoln.


Interpreta al sheriff Rick Grimes, el hombre que querríamos a nuestro lado si el mundo se convirtiese en un pesadillesco páramo repleto de muertos andantes.


Andrew es un actor británico para un personaje sureño.
No es ninguna novedad, y hasta podría considerarse toda una tradición de casting hollywoodiense, que se remonta a los tiempos de Vivien Leigh y llega hasta Stephen Moyer.


"The Walking Dead" hace de Andrew Lincoln un rostro conocido en todo el mundo.
Pero, a sus espaldas, se nos cuenta una carrera muy prolífica.


En Gran Bretaña, han sintonizado en muchas ocasiones con sus ojos azules y su afilada nariz gracias a un puñado de series de televisión.


Su buen currículum lo hacía formar parte de postinero reparto all-star, y así Andrew aterrizaba en "Love Actually".


Antes de ser matador de zombies, ser el amor de Keira Knightley era su papel más popular.
Le dedicaba aquello de: "Para mí, eres perfecta".


No estamos seguro de que Andrew Lincoln sea perfecto. En realidad, no le hace falta.
Precisamente en su imperfección, reside su poderoso atractivo de daddy.


Desde el primer episodio, nos volvimos adictos a "The Walking Dead".
Y parte de la seducción se debió a ese Rick Grimes postcomatoso, que se daba de bruces con el Apocalipsis zombie.


No tuvo mucho tiempo para pensar tras semejante despertar, y el caballero procedía a patear muertos vivientes con destreza, angustia y mucho correr.


Diaforético, con barba de mil días y exquisito pecho al aire, Lincoln se revelaba como el más sexy Rip Van Winkle posible.


"The Walking Dead", serie en proceso de transformarse en fenómeno, mantendrá ocupado a Andrew Lincoln durante mucho tiempo en suelo hollywoodiense.


Mientras, su vida privada se confiesa tranquila. Desde hace cinco años, está casado con Gael, la hija de Ian Anderson, líder de la legendaria banda Jethro Tull.


Por nuestra parte, deseamos un segundo curso de "The Walking Dead" lleno de sangre y emociones.
Entre éstas últimas, que Andrew se descamise con regularidad.


Es la prueba evidente de que los maromos sobrevivirán al fin del mundo.

4 comentarios:

Athena dijo...

He tenido que buscar "diaforético" en el diccionario, ja, ja.

No sé si ver sola esta segunda temporada... me da hasta un poco de miedo. Lo mismo me lanzo y compenso las posibles pesadillas con sueños poblados por Andrew Lincoln.

Lo único que no le perdono es que haya hecho un personaje que no sólo se enarmora de la Knightley, sino que piensa que es perfecta. ¡Ag!

Josito Montez dijo...

Diaforético es una de esas palabras que se aprenden tras 15 temporadas de "ER".

Josito Montez dijo...

Gracias, Apañó.

Dejemos claro, para quien aún no lo sepa, que "diaforético" significa sudoroso.

Daniel Romero dijo...

Cada día me gusta mas tu blog!