lunes, 3 de octubre de 2011

K. W.


Es la estrella a la que adorar sin pedir perdón.
En un mundo donde triunfa el medio hacer, ella se cuenta impecable, como gloriosa excepción.
¿Quién es Kate Winslet? Quizá, la mejor actriz del mundo. Sin duda, una gran afortunada, una tía inteligente.


Lleva la trascendencia en la mirada, la voz y las tetas. Como una mujer de verdad, por fin en la pantalla.


Su ojo curioso rastrea el buen proyecto y lo encuentra. Se dice con dos ovarios, y quiere que sus personajes también los demuestren.


No ha intervenido en ninguna película horrible. En ninguna, está falsa. En todas, ella es lo mejor del pastel.
Siempre prevalece el misterio de su fuerza de voluntad, la sensación de que nació aprendida.


La Winslet frunce el ceño y el reino es suyo. Es como una empollona; dice que no ha estudiado y la muy hijaputa saca un diez.


El miércoles cumple 36 años. Casi un chiste. Aparte de buena, la muchacha ha sido precoz.
Como prueba profesional, Kate Winslet ha conseguido los premios más prestigiosos antes que ninguna otra.
Como cuaderno de vida, tiene dos ex maridos, dos hijos y nada trágico que contar.


Hoy se la piropea a discreción.
Se aplaude su estilo, alegando que sabe elegir los trapos tan bien como sus películas.


En otro tiempo, no estaba tan claro. Llamarla gorda se hacía deporte predilecto de los opinadores.


Pobrecilla. Al lado de Leonardo DiCaprio en la época de "Titanic", cualquiera parecería un transatlántico a punto de encallar.
Y, después, cómo cambian las cosas.


"Te he querido tanto todos estos años", le dijo a Leo en una ceremonia de premios, al borde de la lágrima.
Allí estaban, como inauditos supervivientes de aquella película descomunal.
Leo y Kate tuvieron la oportunidad de crecer; ahora, se encuentran entre lo mejor del cine actual.


Con su eterna suficiencia como billete de presentación, Kate Winslet dijo que no en varias ocasiones, decidida a apostar por riesgos y aventuras.


Perdió poco tiempo en el horizonte indie, porque enseguida comenzaron los coqueteos con esas películas que se hacen por y para los premios.
Se convertía en perenne nominada.


Nosotros también cambiamos.
De no saber qué pensar de ella, terminamos por bailar al ritmo de sus damas de trastienda, sus heroínas asediadas, sus niñas enamoradas.


Después de ganar el Oscar y separarse amistosamente de Sam Mendes, pidió calma y obtuvo tres años de silencio.
Sonaban las alarmas.


Parecía que iba a seguir el mismo recorrido descendente que otras: Oscar, divorcio, apatía artística.
Pero nadie detiene a la Winslet.


En este 2011, ha elegido la HBO como el favorecedor perfume de su regreso.
Se hacía el momento para interpretar a una madre. Y qué madre más legendaria que "Mildred Pierce".


En "Mildred Pierce", Kate llora, ríe, discute, folla, sirve mesas, inaugura restaurantes, abofetea a su hija y observa el mundo con decepción y esperanza.
Todd Haynes le ha servido en bandeja un festival interpretativo. Ella sencillamente lo borda.


"¡Tuve más cambios de vestuario que en "Titanic"!", aseguró en una entrevista, asombrada por el modo de producción intensivo y laborioso de la televisión.
¿Hay intención de seguir besando la pequeña pantalla? Ella ha dicho que sí, pero sabe bien que el cine es donde se conjuga el winsletismo.


"Carnage" y "Contagion", dos películas para 2011, un Polanski y un Soderbergh. Que no haya duda de que la joven reina inglesa ha vuelto.


El último agosto, Kate Winslet se hacía heroína en la vida real.
Salía ilesa de un incendio en la isla caribeña de Necker, y se apresuraba a evacuar a los afectados.


De tan agradecido, el magnate Richard Branson, dueño de la isla, consideraba a Kate como salvadora y amiga.
Branson le presentaba entonces a su sobrino, Abel Smith. Y la Winslet volvía a acordarse de su corazón.
Este mismo fin de semana, Kate ha presentado a Abel como su nuevo sweetheart.


Entre las noticias y comentarios que suscita, pervive un clásico lamentable. Muchos periodistas continúan preguntándose: ¿Debería seguir adelgazando Kate Winslet?
A la hoguera con ellos.


Kate no necesita ser un icono de moda o modelo de superación para ser grande.


Siempre fue una chica hermosa, tan especial.
Desde "Criaturas Celestiales", su primera película. Un cronista dijo que nunca se libraría de la imagen otorgada por ese papel y, por tanto, jamás sería estrella.


Pero se equivocó de lleno. Sólo era el principio de un camino que no ha terminado todavía.


Queremos andarlo con ella. Larga vida a Kate Winslet.

5 comentarios:

Wunderkammer dijo...

A mí siempre me ha gustado... es ella misma en este mundo cruel tan dado a los estereotipos. A veces firmo como W.K... así que me ha gustado eso de K.W... BSS!!!

Lila dijo...

Es una actriz muy valiente, me encanta esta mujer (no puedo decir lo mismo de su amigo Leo)

Precioso el post y las fotos una maravilla... Ha sido como ver una nueva edición de "Mis inmortales del cine"

El Malvado Ming dijo...

Cuando vi "Criaturas celestiales" supe que las dos iban a triunfar, sólo me equivoqué en un 50%.

Josito Montez dijo...

Qué alegría ver a tanta wisletiana junta.
Un beso para todas.
Y Lila, no te metas con mi Leo, o tendremos más que palabras. Jum...

Athena dijo...

Pedazo de post, como no podía se menos si Kate es la protagonista. Una actriz como la copa de un pino, sí señor. Es que te la crees siempre. Pecado el mío que tengo "Mildred Pierce" en la recámara aún... Pero creo que esa miniserie hay que verla con tranquilidad.

Otra cosa: me ha encantado el antes y el después con Leo. En este caso, ella ha ganado más :)