sábado, 22 de marzo de 2008

Suburbia


¿Cansado de vivir en la gran ciudad? Sé que has pensado más de una vez en el cambio. Las calles están llenas de basura y de delincuencia, los alquileres están por los aires y todo para unos escasos metros cuadrados de vivienda. Lo de comprarse una casa en la urbe mejor olvidarlo. ¿Y es realmente el lugar apropiado para criar a tus hijos?

Hasta que ves el dorado anuncio. El paraíso residencial, la tierra prometida, el All-American suburb. Estará a kilómetros de las ciudades de toda la vida, no tendrá ningún monumento histórico y será más impersonal que un tetra-brik.


Pero es el lugar perfecto para vivir y relacionarte con gente de tu clase. Una familia en un portarretratos, dos pisos, una escalera, un jardín y un sótano. Parques para que los niños jueguen y los perros caguen. Supermercados con plazas de aparcamiento. Avenidas para hacer footing. Reuniones de vecinos. Partidos de fútbol y tertulias literarias. Institutos y colegios. Y todas las casas, una detrás de otra, hasta donde alcanza la vista.
¿A qué esperas para llamar al camión de mudanzas?


Edie Britt será la encargada de enseñarte tu nueva vivienda en un barrio libre de prostitución, de drogas y con cámaras de videovigilancia. Alarmas en las puertas y férreas contraventanas. No hay peligro en Wisteria Lane, ni en Agrestic, ni en Knots Landing.
Qué mejores vecinos que los Lisbon y sus doradas niñas. Qué mejor amiga para tu hija que Mena Suvari.

A los pocos minutos de instalarte, llegará Bree Van de Kamp con una cesta de magdalenas y demás bienvenidas, mostrando satisfacción por tenerte de vecino.
Es pertinente que enseguida llames a Celia Hodes si quieres controlar el cotarro en la Asociación de Padres del colegio de tus chavales.
Y avisa al joven John Rowland para que te cuide el jardín. Te lo deja como nuevo con un par de tijeretazos.


Por la noche, cierra la luz. Olvídate de la hipoteca y piensa en toda esa belleza americana que te rodea. Donde reina la educación y la limpieza.
Al fin y al cabo, las contraventanas te protegen de ese exterior. El mismo donde se produce un disparo, donde alguien sale corriendo, donde se oye el derrape de un coche, donde dos sombras deciden seducirse. Tantos secretos. ¿Quién quiere saberlos con tanta felicidad en el aire?

1 comentario:

Pati Difusa dijo...

¿por que todas las amas de casa de los suburbios parecen tener la receta perfecta del pie de manzana?