"30 Rock"

La serie de Tina Fey es una delirante comedia ambientada en el mundo de la televisión.

Pero también es una metáfora sobre los dos tipos de deseos vitales que dividen la sociedad norteamericana.
Unos aspiran a ser inteligentes y sensibles, y otros sólo quieren ganar dinero.

Por un lado, aparece Liz Lemon, la sensata guionista, que intenta poner orden y concierto en aquello que no lo tiene.

Liz intenta actuar con las nociones básicas de raciocinio y equidad en un mundo agresivo, trufado de egos y lleno de accidentes imprevisibles.
Más de una vez, se pone en duda la paciencia de su bondad.

Por otro lado, está Jack Donaghy, el mandamás fanfarrón y ambicioso profesional, que representa el pragmatismo en su más alto nivel.

Es la figura del materialismo yanqui, que gana más victorias de las que un espíritu nerd como Liz Lemon está dispuesto a aceptar.

Jefe y subordinada forman una pareja explosiva, condenada a entenderse; terminan por desarrollar una simpatía tácita y una necesidad mutua.

Liz le resuelve la papeleta a Jack en el disparatado programa que supervisan.
Y Donaghy tiene mucho que enseñarle a Lemon sobre la supervivencia profesional y los placeres que otorga el dinero.

Liz podrá ser muy lista, pero es una perdedora nata, que navega entre la comida basura y la frustración de no encontrar a Mr. Right.

En cambio, Jack es un encantador donjuán, que vive unas historias de amor de lo más apasionadas.

"30 Rock" es la dirección real y neoyorquina de la NBC, la misma cadena que retransmite la serie.
Hablamos, por tanto, de un juego de televisión dentro de la televisión.

Liz Lemon es la cabeza de guionistas y productora ejecutiva de "The Girlie Show", programa de humor para mayor gloria de la diva rubia, Jenna Maroney.

Ante la disminución de audiencias, el todopoderoso delegado de la cadena, Jack Donaghy, impone como requisito imprescindible la incorporación de Tracy Jordan.

Jordan es un incorregible, incontrolable e insufrible showman afroamericano, cuya descomunal popularidad sólo se equipara a su despilfarrador día a día.

"30 Rock" desmitifica la televisión.

Entre sus personajes, destaca el botones, Kenneth Parcell, paleto de eterna e inquietante sonrisa.
Parcell cree fielmente en las mentiras que enseña la caja tonta, y piensa que está en el primer escalón del sueño americano.

La parodia de "30 Rock" también abarca el estilo de vida de su país, sus referencias culturales y sus previsiones de futuro.

Su creadora, productora, guionista principal y actriz protagonista, Tina Fey, labrada en el "Saturday Night Live", hereda la combinación humorística del legendario programa.

El chiste no es siempre bueno, pero mantiene una sonrisa continua en el espectador y un ritmo envidiable.

Hija de "Arrested Development" y de las series animadas, "30 Rock" apuesta por todos los tipos de humor, y camina entre la distancia que va desde el absurdo hasta el chiste político.

Muchas de sus bromas, juegos de palabras y réplicas son excesivamente locales y, por tanto, poco entendibles para los que no vivimos en Estados Unidos.
Pero los veinte minutos de cada episodio resultan tan fugaces como los movimientos dinámicos y trepidantes de la realización televisiva que retrata.

Gran parte del encanto de "30 Rock" reside en sus actores y los personajes que incorporan.
En muchos casos, es intrigante dilucidar si muchos de ellos se están interpretando a sí mismos.

El más aclamado ha sido Alec Baldwin, cuya intervención en la serie ha supuesto la confirmación de una inesperada segunda parte en su carrera.

Además, la reputación de la serie ha permitido que se nutra de una nómina de intervenciones especiales de puro lujo.

Así, muchas estrellas de Hollywood han querido demostrar comicidad en "30 Rock".

Como "Mad Men", ha sido campeona intratable en las ceremonias de premios televisivos durante los últimos años.
La audiencia de "30 Rock" es discreta, pero fiel; y la NBC le ha asegurado una quinta temporada para el próximo año.

¡Viva Tina!