sábado, 5 de diciembre de 2009

"Desperate Housewives"


Desesperación: Pérdida total de la esperanza. //. Alteración extrema del ánimo, causada por cólera, despecho o enojo.

Un buen día, Mary Alice Young terminó sus tareas del hogar y se pegó un tiro. ¿Quién puede entenderlo?


Así arranca "Mujeres Desesperadas", uno de los éxitos más duraderos de la televisión de los últimos tiempos.


Desde la tumba, la suicida Mary Alice comienza a narrarnos las desventuras de sus queridas vecinas.
Residen en el barrio de Wisteria Lane, perfecto símbolo de la vida periurbana.


Bajo el espíritu de la comunidad ideal, la existencia se localiza en estas ciudades prediseñadas y sin Historia.


Siguiendo los pasos de "American Beauty", se descubre pronto que Wisteria Lane es una linda fachada que contiene una realidad incómoda: nada más y nada menos que la vida real.


Esa vida real está llena de accidentes, descalabros, sordideces varias, sentimientos latentes y delitos de pasión.
Esconder estas imperfecciones sólo las hace más oscuras y morbosas.


"Mujeres Desesperadas" extrae esplendor y comedia de la falsedad del American way of life y parodia los resultantes choques domésticos, intergeneracionales, raciales, religiosos y sexuales.


Por su parte, la "mujer desesperada" es la gran superviviente del día a día, responsable de equilibrar vida, trabajo y familia.


Sus estrategias para arreglar los desastres, evitar los enfrentamientos y conseguir lo deseado pueden llevarla a mentir, manipular, esconder e, incluso, actuar al margen de la ley.
Todo para que la felicidad sea posible en esa Tierra Prometida.


La más espectacular de estas féminas en crisis se llama Bree Van de Kamp, defensora de la buena manera y el reprimido sentimiento.


Marc Cherry, creador de la serie, aseguró que Bree está inspirada significativamente en la figura de su propia madre.


La serie adora a la mujer y se entrega a retratar su fuerte personalidad, su arrollador estilo y su inmensa paciencia.


Pero también satiriza su exacerbado sentimentalismo, su adicción a la imagen y su necesidad de estabilidad en un mundo que se tambalea inevitablemente.


Esa combinación entre devoción y crítica de la fémina es la clave del carisma de "Mujeres Desesperadas".


Vistoso popurrí de géneros e influencias, amparado en un modo de producción fastuoso, "Mujeres Desesperadas" también ha querido ser culebrón de lujo.
Sus misterios e intrigas, llenos de resonancias del pasado y sensibilidad melodrámatica, suponen la columna vertebral de cada temporada.


La primera desvela la incógnita del citado suicidio de Mary Alice, donde quedan claro los límites que puede cruzar una housewife cuando su familia está en peligro.


Las restantes temporadas introducen otras inconfesables historias familiares, coincidentes con la llegada de nuevos vecinos a Wisteria Lane.


Bien sabemos que el grado de fascinación de su primer año no ha podido ser igualado.
Quizá porque el tono ha perdido aquella acidez allanballesca; quizá porque la serie ha hecho auténtico arte de la autorepetición.


Pero "Mujeres Desesperadas" nunca ha dejado de brillar, y sus abultadas audiencias son testigo.


Como pocas series, se mantiene divertida, inteligente y con ritmo.
Y sus chicas siguen siendo un auténtico lujo.

4 comentarios:

  1. Larga vida a las Amas de Casa. Si no en T.V., por lo menos en DVD =P

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  2. Por más que sigan Bree (sabes que la adoro) y McClusky, mi preferida con diferencia, nunca les perdonaré lo de Eddie...
    pero vamos, tengo que empezar con la sexta...

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  3. la sra. McClusky debería ser la sexta desperate housewive oficial, ¡que se lo ha ganado!

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  4. dicho sea de paso, una de mis fantasías es ser seducida por una señora guapísima y elegante como Katherine Mayfair :)

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