Ben Cohen

Hace unas semanas, Ben Cohen preguntaba en su página de admiradores de Facebook si había suficientes interesados en comprar un calendario con fotos suyas para 2010.

La inmediata respuesta de los fans fue tan contundente como significativa.

Ayer mismo, Ben ya ponía el deseado almanaque a la venta.

Ben Cohen es conocido por jugar y triunfar en los Sale Sharks, equipo británico de rugby.

Pero han sido su eterno optimismo, su facilidad para quitarse la camiseta y su ligereza para enseñar ese cuerpo descomunal lo que lo han hecho un icono gay de altos vueltos.

Ben, a diferencia de tipos como Mark Walhberg, se muestra encantado con el estatus y, de hecho, le gusta potenciarlo.

De ahí su entrevista al desnudo con la revista "Attitude", que lo llevó a su portada del mes de octubre y hacía la pregunta pertinente: ¿por qué nos hemos vuelto locos por los osos?

Grande y tierno, simpático y bruto, ¿acaso hay mezcla más explosiva?

Si la mezcla se adereza con un acento british que deja el oído anestesiado de puro y simple placer, queda claro el creciente furor por Ben Cohen.

Su publicista, Jill Tipping, es su particular aliada en la construcción de esta nueva leyenda, que salta sin complejos del campo de juego a nuestras ensoñaciones más lascivas.

Y sin duda, que un jock como él se muestre tan pro-gay resulta de lo más refrescante.

Es evidente que este Cohen es la necesaria alternativa retrosexual a David Beckham.

Dios bendiga esa alternativa.

De momento, yo me lo pido y lo hago mi cuarto marido.
Ahora puedes llamarme Josito Montez Meloni Cavill DeKay Cohen.

Liz Taylor, te ganaré.