Jude Law

¿Dónde estaba Jude Law? ¿Por qué no le habíamos dedicado un jueves? Imperdonable omisión para uno de los hombres más guapos del mundo.
Hoy enmendamos el error con todas las de la ley. Todo sea por Law.

Para definir el atractivo de este muchacho, se ha recurrido a aquello llamado "ambigüedad", cajón desastre para etiquetar los sex-appeals que juegan con las atribuciones del género.
Así, Jude Law tiene pose gay, pero es heterosexual. Es suave y lindo, pero tiene pelo en el pecho. Tiene ojos claros y una cara de facciones delicadas, aderezadas con ojeras y barba de tres días.

Spielberg lo vio como una máquina del amor, a Eastwood le pareció que tenía pinta de chapero y Scorsese pensó -muy bizarramente - que guardaba parecido con Errol Flynn.

Se hizo conocido por ser Lord Alfred Douglas para el "Wilde" de Stephen Fry y su primer papel hollywoodiense lo enfrentó a Ethan Hawke en "Gattaca".
Sus dos nominaciones al Oscar vendrían gracias a Anthony Minghella, para el que fue Dickie, el bronceado viva la vida de "El Talento de Mr. Ripley", y el señor Inman, loco por volver a ver a Nicole Kidman en la Guerra de Secesión de "Cold Mountain".

Adicto a Laurence Olivier, a Shakespeare y a todo lo que suene british, Jude también comparte su corazón y sus intereses con Hollywood, las superproducciones y las marcas de moda.

Y él se las devuelve con una vida privada tan turbulenta, que ha estado a punto de costarle la carrera.

Lo conocimos casado con Sadie Frost, la inolvidable Lucy del "Drácula" de Coppola. Tuvieron tres hijos, y la dejó por Sienna Miller. Y, una vez comprometido con la Miller, la engañó con la niñera.
Nadie sale vivo de Sienna, que se lo pregunten a Balthazar Getty.
Ahora, Jude Law busca un reboost tras dos años de silencio. Se ha travestido para "Rage" y, en su agenda, figura el estreno de "Sherlock Holmes", donde será Watson para Robert Downey, Jr.

Él observa su condición de sex-symbol con el mismo escepticismo que adoptan todos los guapos. Aunque es consciente de que desnudarse sin complejos en la pantalla fue una de las claves de su llegada al estrellato. Amén.