Fue la droga yanqui, imagen de un estilo de vida que las prometía muy felices. El cine terminó por consagrar a los cigarrillos como la imagen de lo chic.
Focazo, luces y sombras de lo clásico y el humo del tabaco como perfecto envolvente. Las estrellas no sólo fumaban, sino que eran buscadas por los anunciantes del producto.
Focazo, luces y sombras de lo clásico y el humo del tabaco como perfecto envolvente. Las estrellas no sólo fumaban, sino que eran buscadas por los anunciantes del producto.
El cultivo de tabaco formaba parte de la sociología de la plantación y su fruto camp en la pantalla fue a golpe de Troy Donahue en "Parrish", exitoso melodrama-río de los sesenta.
En ella, el tabaco era un símbolo de masculinidad y de seminalidad cien por cien americana.
En ella, el tabaco era un símbolo de masculinidad y de seminalidad cien por cien americana.
Que el pitillo es sinónimo de sexo lo saben todos aquellos que fuman después de un polvo como culminación del trabajo bien hecho.
Pero también fumar es síntoma de neurosis, de vida apresurada y de congestión urbana. Carrie Bradshaw y Bridget Jones fuman como carreteros, mientras esperan a los amores de su vida.
El tabaco, una de las sustancias más adictivas, da una falsa sensación de relax y concentración. Es por ello que la imagen más recurrente de los escritores asocia máquina de escribir, vaso de scotch y cenicero bien trufadito.
Pero bien sabemos que no son buenos tiempos para los Marlboro, los Lucky Strike y los Winston. El propio país que lo vendió como la panacea del glamour, hoy lo considera una peste a erradicar. Fumar es el dardo favorito de las múltiples políticas prohibitivas de Estados Unidos.
Se cebaron con Julia Roberts, cuando se permitió fumar en "La Boda de mi Mejor Amigo".
Casi como un acto reflejo, las estrellas apagaron sus pitillos y los héroes jamás volvieron a inhalar nicotina en pantalla.
Ahora llevarse un cigarrillo a la boca es coto de los malvados en Hollywood, mientras las compañías tabaqueras afrontan demandas millonarias que entretienen los procesos judiciales más condimentados.
Casi como un acto reflejo, las estrellas apagaron sus pitillos y los héroes jamás volvieron a inhalar nicotina en pantalla.
Ahora llevarse un cigarrillo a la boca es coto de los malvados en Hollywood, mientras las compañías tabaqueras afrontan demandas millonarias que entretienen los procesos judiciales más condimentados.
En "Mad Men", ambientada en plenos años sesenta, todos sus personajes fuman y resulta de lo más chocante.
Antes se fumaba mientras se almorzaba y se llenaban las aulas universitarias de humo. Ahora la última batalla del antitabaquismo es desterrarlo de cualquier lugar público.
Antes se fumaba mientras se almorzaba y se llenaban las aulas universitarias de humo. Ahora la última batalla del antitabaquismo es desterrarlo de cualquier lugar público.
¿Es hora de dejarlo? ¿Olvidar a Bette Davis y sus cigarrillos de pasión en "La Extraña Pasajera"? La destrucción de la salud que provoca fumar ha sido debidamente contada e ilustrada, pero nosotros seguimos con el pitillo entre los dedos.
Ideal para el ligoteo y adecuado para los que quieran mostrarse decadentes, el tabaco mata, vuelve impotente y provoca halitosis, pero ha adquirido el atractivo de cualquier otra droga: el puro y simple peligro.
Ideal para el ligoteo y adecuado para los que quieran mostrarse decadentes, el tabaco mata, vuelve impotente y provoca halitosis, pero ha adquirido el atractivo de cualquier otra droga: el puro y simple peligro.
Pero hace poco se ha sabido que las estrellss de Hollywood fumaban en las pelis... previo pago.
ResponderEliminarYo no soy fumadora excepto cuando bebo y no soy bebedora excepto cuando ligo y ligo muy de año en año.. porque me ligan xd
¿Josito termina aquí la trilogía del depravado mundo de los vicios, o seguirá esta deleitosa y adictiva miniserie dentro de los codes&topics?
besos mentolados post-cigarrito post-polvo.
Seguirá, seguirá, que todavía queda vicio para rato.
ResponderEliminarBesitos, dear.
Cuanta verdad junta!
ResponderEliminarYo no fumo (condénenme, jamás he fumado ni una perra seca (pitada) en la vida). Pero AMO el cigarrillo estéticamente. (Y no quiero nada de dobles sentidos aquí, por favor XD ). Al punto de que practicamente todos mis novios/amantes/amigos fuman, o han fumado como escuerzos.
Me levanto y aplaudo de pie hoy, y siempre, Sr. Montez. Y, por favor, siga con esto de los vicios, que es endiabladamente adictivo.
El humo bien fotografiado es uno de los efectos más sensuales y seductores que jamás se han podido igualar, y nada jamás lo hará.
ResponderEliminarComo primer propósito de este año me he propuesto no dejar de fumar.
Y lo de la persecución... en Austria se puede fumar en todas partes, pero tienen estupendos equipos de extracción para que nadie (ni siquiera los fumadores) sufra los efectos del humo perdido. Todo tiene que ver con esa tontería yanqui (que aquí adoptamos también) de eliminar la responsabilidad en aras de conseguir votos.
Para el capítulo del alcohol acuérdate de decir que desinfecta y mata todos los bichos, pero para ello hay que beber suficiente. Por un compromiso que tenía al mediodía yo ayer no pude hacerlo y sigo tosiendo como un chucho. Es muy importante.
Un beso.
Me encanta ver la imagen de James Dean fumandose un pitillo. Para mi unos de los mejores que sabía como fumarse uno o al menos sotenerlo con clase.
ResponderEliminarSaludos
Ayer fui a un restaurante un poco pijo. En la entrada había dos mujeres muertas de frío fumando en la puerta. Las consecuencias de la ley antitabaco. Como buen ex-fumador empedernido me alegré del tiritar de estas dos femme-fatale. El restaurante olía a comida y no a nicotina.
ResponderEliminarFumar es un placer...
ResponderEliminarMaría Luján