domingo, 12 de octubre de 2008

Rosemary


Quizá el tiempo deba un homenaje y una reivindicación a esta mujer. Fue una de las grandes voces de los cincuenta; una diva sin excesos, que llenaba sus temas con una voz ronca e inigualable.
La vida y la carrera de Rosemary Clooney no estuvieron exentas ni de tristeza ni de infelicidad. Hoy queda su legado: un potente repertorio de bellas canciones.


Su estilo era el jazz, pero se hizo carne y fama gracias a temas ligeros, como "Come On-a My House" y su vibrante "Mambo Italiano".
Sin embargo, su registro se sentía mejor en pequeñas grandes baladas y en las esporádicas aventuras en el terreno jazzístico que le permitía la industria musical.
Su mejor canción fue la inolvidable "Hey There", elogio de la chica sensata transformada por el amor a un hombre indiferente.


Tal vez sería la clave de su matrimonio con el actor José Ferrer, que le abrió las puertas de Hollywood, la llenó de hijos y aseguró la tormenta durante años.
Se casaron dos veces y fundaron inadvertidamente la dinastía Ferrer-Clooney, cuyos sustanciosos frutos hoy siguen alimentando al show-business.


Rosemary se rompió por dentro cuando presenció en primera persona el asesinato de Bobby Kennedy, que era amigo íntimo.
Nunca volvió a ser la misma, aunque ya en su historial psiquiátrico, el desorden bipolar marcaba un sistema nervioso tan frágil como el cristal.
Retirada durante años, Rosemary olvidó a José Ferrer, a Bing Crosby y a su propia voz. Se encerró en sí misma y echó el pestillo a su carrera.


Volvió en 1976, hecha una matrona, pero con una cuerda vocal que sabía del infierno y la recuperación. Nunca había cantado con más sensibilidad y melancolía.
La Clooney era un mito para Norteamérica y ella se apresuró a ratificarlo.


Su última gran aparición fue también el paso de un testigo simbólico.
En una de sus raras intervenciones como actriz, Rosemary interpretaba a una enferma de Alzheimer perdida en "ER".
Fue uno de los primeros capítulos de la serie, protagonizada por su sobrino George. Ella estuvo allí, decidida a ser una estupenda madrina.


Lo dicho: Hay que volver a la Clooney. Era genial.

1 comentario:

  1. Ostras, no sabia que habia presenciado el asesinato de Bobby Kennedy...

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