David Lynch le dio un nuevo valor a las canciones de Roy Orbison.
Canciones tan irremediablemente románticas como "In Dreams" o "Crying" se volvían inquietantes con toda la ironía posible y la voz de Orbison daba el exacto matiz de terciopelo buscado por el señor Lynch.
Canciones tan irremediablemente románticas como "In Dreams" o "Crying" se volvían inquietantes con toda la ironía posible y la voz de Orbison daba el exacto matiz de terciopelo buscado por el señor Lynch.
Pero Roy Orbison, el compositor y cantante de éxitos como "Oh Pretty Woman" o "You Got It", era un señor muy importante antes de ser reivindicado por Lynch.
Su estatus de pionero del rock and roll y la influencia de sus baladas en la música yanqui se mantenían sin discusión, pese a que su estilo no pudo superar la dura barrera de los últimos sesenta y la irrupción de las nuevas modas.
Su estatus de pionero del rock and roll y la influencia de sus baladas en la música yanqui se mantenían sin discusión, pese a que su estilo no pudo superar la dura barrera de los últimos sesenta y la irrupción de las nuevas modas.
Con su inconfundible y vibrante voz de tenor y siempre refugiado tras sus gafas negras, Orbison batió récords antes de que hubieran marcas; sus multimillonarias ventas sólo han sido equiparables a las de Elvis Presley y The Beatles.
La América inocente de los cincuenta lo aclamó como uno de los ídolos del pop. Con el arranque de los ochenta, lo reivindicaron como súper figura de culto y se produjo su deseado comeback.
Junto a la diva vaquera Emmylou Harris, cantó "Feelin' That Lovin' Again".
La inclusión de su viejo "In Dreams" en la banda sonora de "Terciopelo Azul" relanzó su carrera en un auténtico revival fifties. Lo rockabilly volvía a ser actualidad en aquellos años de exceso y revisión.
Junto a la diva vaquera Emmylou Harris, cantó "Feelin' That Lovin' Again".
La inclusión de su viejo "In Dreams" en la banda sonora de "Terciopelo Azul" relanzó su carrera en un auténtico revival fifties. Lo rockabilly volvía a ser actualidad en aquellos años de exceso y revisión.
En su vida privada, no faltó la tragedia, con la muerte de su primera mujer en un accidente de motocicleta o aquel horrible incendio de su casa de campo, que acabó con la vida de dos de sus hijos.
Cuando falleció de un ataque al corazón en 1988, estaba en mejor forma artística que nunca. Conciertos, reconocimiento tanto del público como de las nuevas generaciones de músicos, y una gira mundial que preparaba con toda meticulosidad. Su último disco, "Mystery Girl", se estrenó tras su muerte y recibió un Grammy póstumo.
En 1990, el estreno de "Pretty Woman" devolvía a Roy Orbison a su lugar acostumbrado: el número 1 de todas las listas musicales del mundo.
Yo lo descubrí en el 89 con el You got it a la vez que a Monty Clift.
ResponderEliminarMe encanta Roy, una de mis voces favoritas.
ResponderEliminarSu "I drove all night" siempre me emociona.
Saludos
"I drove all night"... Classy!
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